Aumentos sostenidos están afectando al comercio detallista y los mayores costos están siendo transferidos a los consumidores.
Si bien la variación del IPC durante el mes pasado fue algo más alta que lo esperado, no se escapa de los rangos normales. Así lo explica Víctor Martínez Camara, director del Centro de Investigación Empresa y Sociedad (CIES) de la U. del Desarrollo. «Se esperaba que en julio estuviera un poco sobre los meses previos«, afirma.
Según el boletín estadístico mensual de julio publicado este jueves, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un alza de 0.7 puntos porcentuales. Este dato acumula un 3,1% en lo que va de 2024.
El experto también señala un quiebre en las tendencias de periodos anteriores. Enfatiza: «con la influencia de los suministros eléctricos, cambia la división o el conjunto de bienes que presionan al alza la inflación. En 2022 y 2023, los alimentos eran los grandes protagonistas, los que influían mayormente. Hoy día son más bien la vivienda, suministros eléctricos y básicos».
Víctor Martínez Camara, director del Centro de Investigación Empresa y Sociedad (CIES) de la U. del Desarrollo.
PRECIOS DE ALIMENTOS MÁS ESTABLES
“Esto tiene dos componentes”, detalla el investigador. “Uno, que no esperábamos que fuera tan influyente el suministro eléctrico y, lo otro, es que efectivamente el resto de las cosas, como los alimentos, están convergiendo a una inflación más regulada. Eso es una buena noticia”.
Martínez profundiza en que del 0,7% de incremento total del índice, 0,28 corresponde al producto suministro eléctrico. «Esto es bastante alto para tratarse de un producto porque es cerca del 40% de la variación total del mes”.
Aumento de los costos de arriendo
Otro punto a destacar es el aumento de los costos de arriendo. “En la misma dinámica, empiezan a ser protagonistas también en las alzas. Ya llevan varias mediciones en las cuales están dentro de los cinco que más suben. Hay que entender bien cuáles son esas variaciones. Se ha visto en este proceso de recuperación de la economía, ésta ha sido bastante heterogénea. Con sectores económicos que han tenido una respiración más rápida que otros como, por un lado, la industria, la vivienda y la construcción que han estado mucho más complicadas”.
Para el especialista, todas estas dificultades se ven agravadas por la alta deuda del sector público y de las ‘tasas largas'. Se refiere a que, «después de los retiros, sobre todo, el crédito a largo plazo se encarezca, lo que lleva al alza de las tasas hipotecarias, que, a su vez, restringe el acceso de las personas a comprar casas. Esa restricción hace que aumente el precio de la vivienda en general, pero también que aumente la demanda de arriendo, empujando los precios al alza».
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LOS DATOS EN LA VIDA COTIDIANA
Desde la Cámara de Comercio, Servicio y Turismo de Concepción, su presidenta Sara Cepeda Pinto, confirma que los ítems que más han subido a sus asociados son los arriendos y el servicio eléctrico. Esto, a su vez, motiva un aumento importante en los gastos comunes, hasta en un 60% en algunos casos. Este incremento afecta la solvencia de los negocios de sus asociados, principalmente pymes que no tienen más opción que traspasar estos costos a precios finales.
Verónica Villablanca Melgarejo es oriunda de San Pedro de la Paz. Comerciante desde hace unos ocho años, vende frutas y verduras de estación en un carrito con permiso municipal en la vía pública del centro de Concepción. Comenta que los precios de los alimentos que antes habían tenido una tendencia al alza, como los limones y las naranjas, están estabilizando sus precios. “No ha habido mucho cambio, por ejemplo, el tomate (larga vida) y la palta se mantienen en su precio, pero por ejemplo, el kiwi se ha mantenido caro”.
Paola Castro Salgado es jefa de hogar con tres hijos, chiguayantina y auxiliar de servicios de la Universidad de Concepción. Su segundo hijo cursa segundo año de Interpretación Musical en Santiago, en la U. de Chile. Aunque cuenta con crédito interno, su madre debe solventar la mayor parte de sus gastos en traslados, arriendo y gastos comunes, ítem especialmente sensible. “Este mes, nos subieron los gastos comunes de $60 mil a $78 mil” y respecto del alza en la cuenta de la luz, cuenta que también tuvo un incremento importante este último mes de un promedio de $44 mil a $54 mil, que fue lo que se facturó por este servicio en julio en su hogar.
«En este trimestre,» explicó Sara Cepeda, «algunos sectores económicos dentro del comercio, en que el ítem de gasto en energía eléctrica corresponde a un 20 o 30% del costo total, por ejemplo, en la refrigeración del sector gastronómico o los minimarkets u otros prestadores de servicios como las peluquerías, todos consumen bastante energía y se les incrementó muchísimo ese costo y hay que traspasarlo al cliente,» aseguró la dirigente.
«Las cosas van a subir y no hay otra solución, porque es imposible que una pyme pueda sustentar este nivel de costos de la energía eléctrica,» concluyó.
