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Desocupación crece en el Biobío y supera las 15 mil personas sin trabajo

 Con un incremento en la tasa de desocupación y un crecimiento de la fuerza de trabajo que supera la cantidad de puestos laborales disponibles, la región enfrenta grandes desafíos.

La Región del Biobío registró un aumento en su tasa de desocupación, alcanzando el 8,8% en el trimestre enero-marzo de 2024, lo que representa un incremento de 1,5 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior. 

Este fenómeno se debe principalmente al crecimiento de la fuerza laboral en un 6,0%, una cifra que supera el aumento de 4,2% en el número de personas ocupadas. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), este desbalance se tradujo en 15.179 personas adicionales sin empleo.

El sector manufacturero y la enseñanza fueron los principales motores del crecimiento en el empleo, con incrementos de 11,6% y 6,8% respectivamente. A pesar de estos avances, la preocupación se centra en el empleo informal, que constituye el 27% del total y muestra un retroceso de 0,7 puntos porcentuales en un año. La tasa de participación laboral creció a 56,6%, con un notable incremento de la participación femenina, que ascendió 3,3 puntos porcentuales, situándose en 46,6%.

La tasa de desocupación femenina experimentó un alza de 2,2 puntos porcentuales, llegando al 9,7%, mientras que la masculina se situó en el 8,1%, con un aumento de 1,0 punto porcentual. 

La tasa de presión laboral, que incluye a las personas desocupadas y aquellas que, buscando activamente trabajo, trepó a 14,5%, reflejando un incremento de 3,0 puntos porcentuales respecto al año anterior.

Tendencia preocupante

Para Tarik Lama, académico de Derecho Laboral de la Universidad de las Américas, el aumento de la tasa de desocupación en la Región del Biobío es una tendencia preocupante que pone de relieve los desafíos actuales que enfrenta el mercado laboral chileno. 

“El incremento del empleo informal para las mujeres es particularmente alarmante, ya que sugiere que ellas se ven afectadas desproporcionadamente por la falta de oportunidades de empleo formal. Esto podría deberse a una serie de factores, como la discriminación de género, los cuidados (infantil y a mayores), sectores de empleos feminizados, barreras para acceder a ciertos puestos mayor jerarquía, entre otras. Es decir, una serie de barreras culturales que obligan -injustamente- a la mujer a excluirse o retrasar su ingreso al mercado laboral formal”, observó. 

A su vez, Patricia Esparza académica de Ingeniería Comercial de la misma casa de estudios, cree que existen dos indicadores que están dando señales de que la región, que concentra variados sectores industriales, ya está siendo afectada preocupantemente. El primero es la tasa de desocupación y el otro es el índice de producción manufacturera, el cual presentó una caída de 8,7% a marzo del 2024. 

“También inquieta que las exportaciones regionales hayan caído en 4,3%, que implica que exista una demanda a la baja. Un elemento que es importante indicar es que a nivel global el crecimiento del PIB de nuestros socios principales se encuentra en una proyección negativa, especialmente China, que el año 2023 cerró con una expansión de 5,2% y que este año recién llegaría solamente al 4,5%. Ahora, es importante destacar que Biobío tiene una informalidad laboral de 27%, en tanto el país alcanza el 5,8%. Eso genera una base de personas vulnerables frente a cualquier contratiempo económico que exista, pues también ese sector se nutre de la demanda de las personas que tiene empleos formales. Por lo tanto, sí puede ser que el desempleo pueda llegar a los dos dígitos, aunque no es deseable”, proyectó.

Ciclo económico

Carlos Smith, docente- investigador del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo (Cies) añadió que el desempleo está acorde a la evolución del ciclo económico, del cual, de alguna manera, se está empezando a salir. “Ya vimos que el primer trimestre tuvimos un crecimiento importante en términos relativos y eso se ha visto reflejado en estas cifras de desempleo que, en general, tienden a subir muy poco, incluso a mantenerse en algunas regiones”, manifestó.

Mientras que Denis Muñoz, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. Andrés Bello, sede Concepción, comentó que este incremento en las personas que buscan empleo y no lo encuentran es preocupante, y es una señal más de que la recuperación económica está lejos de llegar a la región del Biobío.

“Esto se puede explicar por la reducción de costos que intentan hacer las empresas y el quiebre de las mismas, así como la reducción de la inversión. Lo anterior es un fenómeno común en las economías que se encuentran con bajas cifras de crecimiento económico, donde el retroceso de la demanda por el fuerte incremento en los precios de los últimos años en bienes básicos, las altas tasas de interés que redujeron fuertemente la liquidez en el mercado afectando el consumo y la inversión, así como el incremento de los costos de producción generan un escenario proclive para que el desempleo se sigue incrementando en la región”, apuntó.

Finalmente, el seremi de Economía, Javier Sepúlveda, expresó su preocupación por estos números, señalando que, aunque hay un aumento en la cantidad de personas ocupadas, este se ve opacado por el mayor incremento en la participación laboral. Además, enfatizó la problemática del empleo informal, que afecta a 27 de cada 100 trabajadores, quienes carecen de cotizaciones previsionales y de salud.