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Indicadores Económicos Regionales

Por Viviana Véjar, profesora investigadora de Faro UDD, sede Concepción. 

La descentralización es un concepto que se utiliza bastante en los discursos políticos, sobre todo en épocas donde se definen los cargos de elección popular. Todos los candidatos que alguna vez compitieron por algún cargo público, han incluido en sus campañas la promesa de fortalecer la descentralización en regiones porque “Santiago no es Chile”. Lamentablemente, en la práctica, estas ideas han quedado en el olvido dado que las urgencias públicas se abordan con demasiada improvisación, en un mundo donde los cambios suceden a la velocidad de la luz y la agenda política es dirigida por la fantasía de las encuestas y por el rating televisivo.

Es indispensable entonces, que los actores regionales a cargo de moldear la opinión pública no dejen de recordarles a los encargados de política pública que Chile está al debe con el compromiso de la descentralización, ya sea en materias fiscales como en las urgencias que se le ponen a proyectos de infraestructura pública que mejoren la calidad de vida de los habitantes de cada región. 

 

Tomemos como ejemplo el problema del transporte. No hay duda que dicho problema no se circunscribe solamente a los habitantes de la Región Metropolitana (RM). Es cierto que proporcionalmente los habitantes de la RM constituyen una mayoría respecto del resto del país; un 42% de los chilenos vive en la RM y tan solo un 8,4% en Biobío, pero esto no debiera ser una excusa para olvidar completamente que en la Región del Biobío también tenemos cada vez más problemas de conectividad entre las comunas que componen el Gran Concepción. También, al igual que ellos, nos aqueja el problema de la vivienda, del suelo disponible para construcciones habitacionales, la delincuencia, el comercio ambulante, la oferta educacional, la infraestructura en salud pública, entre otros.

Varios expertos y miembros de los diferentes gremios locales han puesto énfasis en que sería útil volver a presentar indicadores económicos para conocer la posición relativa de la Región del Biobío frente a otras regiones y en contraste con el resto del país. Otros indicadores de carácter cualitativo podrían incluirse, además, tales como la proporción de médicos por cada mil habitantes, el nivel y la calidad de la escolaridad, el acceso a la salud dental, entre otros. Estos indicadores, si bien existen, están dispersos entre distintos organismos públicos, pero no convergen en los sitios web de las seremías de Economía de cada región, en donde la información existente está bastante desactualizada. 

En tanto que el INACER (Indicador de Actividad Económica Regional), que medía la evolución de la actividad económica regional en el corto plazo, se descontinuó hace 5 años y es el Banco Central el encargado de publicar un indicador regional trimestral de aporte al PIB. La falta de indicadores económicos actualizados supone una traba al desarrollo económico local dado que los inversionistas no encuentran información relevante a la hora de decidir acerca de la ejecución de ciertos proyectos de inversión. Por otra parte, estos indicadores económicos podrían brindar información actualizada y desagregada por regiones – así como también por comunas – para determinar qué sectores de la economía presentan cierto dinamismo y cuáles son los que están quedando rezagados.