Un análisis realizado por la compañía chilena Buydepa revela que la escasez de viviendas accesibles en Chile es un problema cada vez más grave.
Alarmantes cifras se dieron a conocer recientemente sobre la crisis habitacional: un análisis de Buydepa reveló que solo existe una vivienda nueva asequible por cada 10 mil personas en la Región Metropolitana, considerando precios inferiores a 2.500 UF.
Esto se da en el contexto en que la encuesta CASEN publicada en octubre de 2023 concluyó que el 85% de las familias chilenas cuentan con ingresos familiares autónomos inferiores a $1.800.000, por lo que la posibilidad de acceder a una vivienda digna se convierte en un desafío aún mayor.
«En las condiciones actuales, las familias con estos ingresos tienen la opción de optar por un crédito de hasta 2.000 UF para la compra de una propiedad valorada en 2.500 UF, sin embargo, surge un problema significativo: la oferta de viviendas accesibles es extremadamente limitada», sostiene el CEO de Buydepa, Nicolás Méndez.
El análisis de la compañía indica, además, que el stock de viviendas nuevas de más de un dormitorio y con un valor inferior a 2.500 UF es ínfimo en la Región Metropolitana, representando solo el 1,56% de la oferta total con menos de 400 viviendas. Mientras tanto, las viviendas usadas de las mismas características superan en más de 28 veces este stock, con más de 13 mil unidades disponibles, abarcando el 20% de la oferta.
«Históricamente, las propiedades nuevas han sido el principal foco de transacciones inmobiliarias en Chile, superando el 50% del mercado cada año. pero el desarrollo de nuevas viviendas se ha vuelto más complejo y costoso, empujando a un cambio en la dinámica del mercado», asegura Méndez. «De manera similar a lo observado en países como Estados Unidos, Alemania, España y el Reino Unido, donde, más del 85% de las transacciones provienen del mercado de unidades usadas», agrega.
De acuerdo a Méndez, esta situación refleja «una urgente necesidad de políticas que aborden la falta de opciones asequibles en el mercado inmobiliario, con un enfoque en la reactivación y facilitación de transacciones de viviendas usadas, proporcionando alternativas viables para las familias chilenas, donde una de las alternativas sería aumentar el precio máximo y subsidio otorgado en el DS1, único subsidio que puede ser utilizado en el mercado de viviendas usadas, y que tiene un potencial enorme para permitir y acelerar el acceso a la vivienda».
La crisis de vivienda está en el centro de atención y se requieren acciones inmediatas para garantizar que el acceso a una vivienda adecuada no se convierta en un lujo inalcanzable para la gran mayoría de la población.