Chile ha tenido un incremento en la comercialización de productos, en 2018 llegaron 260 mil toneladas de productos desde el extranjero al aeropuerto de Santiago, cifra que se triplicó en 2022 con 855 toneladas. Entre ellas, miles de productos falsificados.
Prueba de esto, son los recientes escándalos en grandes retailers. El primero de estos casos, La Polar, empresa que en abril asumió la trazabilidad falsa en presuntos productos falsificados de marcas como Forus, Under Armour y Adidas.
Pero no ha sido la única, hace pocos días, fue el turno de Hites, empresa que fue acusada de vender productos adulterados de la marca Calvin Klein y Levi's, marcas que, junto a Aduanas, presentó una querella por falsificación y uso indebido de la marca.
Según datos de la Ocde, al año 2019 el volumen total de la compra y venta de productos falsos y pirateados representaba un 2,5% de todo el comercio mundial, es decir, unos US$464 mil millones, lo que equivale al PIB de países desarrollados como Austria o Bélgica. Sin embargo, con la llegada del Covid-19 y la explosión del comercio electrónico, se concluye que el fenómeno sólo creció.
El problema es una constante preocupación para las marcas, debido a que las copias cada vez son mejores y en cantidades más grandes. Sin embargo, según Alejandra Pimentel, directora de Simplemarcas.cl, para que la ley pueda operar en pro de marcas originales y para que el dueño/a de una marca pueda tener la protección, debe resguardar su marca a través del Registro de Marca. De esta manera, además de estar protegida contra falsificaciones o usos no autorizados, también lo estará para todo lo que sea similar a esa marca.
“No solo deben hacerlo las grandes empresas, como las que han estado envueltas en estos casos de los últimos días, sino que también todos los emprendedores que tienen productos de su propia creación. Es importante protegerlos, y evitar una adulteración de estos”, señaló la experta.
Según Aduanas, en caso de sospecha de falsificación, la entidad tiene la facultad de detener el ingreso de las mercancías al país por 10 días. Lo siguiente es avisarle a los representantes de las marcas en Chile para que hagan las denuncias respectivas a la Fiscalía y se pueda iniciar un proceso judicial que impida que los productos lleguen a sus destinatarios.
Sin embargo, en el caso que algún producto que ya esté registrado, sea falsificado y no haya tenido que pasar por el proceso aduanero, también hay forma de exigir justicia en relación a la propiedad industrial.
Según Alejandra Pimentel, si es que alguien compró un producto falsificado, tiene la posibilidad de acudir a Carabineros o a Fiscalía para hacer una denuncia del producto. Las policías cuentan con unidades especiales encargadas de Propiedad Intelectual, justamente para verificar estos tipos de casos y tomar medidas legales al respecto.
“Incluso, la nueva Ley de Propiedad Industrial permite que la pena por falsificar, a través de la fabricación, introducción al país o comercialización de una marca ya registrada para los mismos productos o servicios, pueda ser hasta tres años de cárcel”, finalizó.
