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Banca ofrece reprogramación de créditos a personas y pymes

  • La Abif presentó paquete de medidas en conjunto con Ministerio de Hacienda.

 

Un amplio paquete de medidas orientadas a apoyar a las personas y a las Pymes, como también a robustecer el sistema bancario, anunciaron recientemente el Ministerio de Hacienda y la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif). Fruto de este trabajo, la Abif presentó al Ministerio de Hacienda una propuesta de cursos de acción sobre una serie de materias que contribuirán a apoyar la recuperación de la economía este año desde la banca e instituciones financieras.

El presidente de la asociación, José Manuel Mena, señaló que “en un contexto desafiante para la economía, la banca va a acompañar activamente a sus , tal como lo hizo durante la pandemia. Al mismo tiempo, continuaremos con el robustecimiento del , manteniendo políticas de capitalización de acuerdo a Basilea III”.

Al respecto, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, mencionó que para que la recuperación de la economía este año sea vigorosa, sostenible y al mismo tiempo compatible con la necesidad de combatir la , “es muy importante el rol de la banca, como originadora y administradora de una parte muy importante del crédito de la economía. Valoramos mucho estos cuatro temas, creo que todos son asuntos en los cuales podemos observar una colaboración público-privada y con ello se está mostrando un compromiso y una decisión de contribuir a la reactivación de la economía 2023”.

Teniendo en cuenta que el país se encuentra en un proceso de ajuste económico, acompañado de presiones inflacionarias que podrían impactar en el dinamismo del mercado y en la oferta laboral, en el corto plazo la banca impulsará diversos programas de reprogramaciones a clientes para personas y pymes, de acuerdo a las políticas comerciales de cada institución.

El objetivo han dicho desde la Abif, es apoyar a los clientes con problemas de liquidez, situación que podría afectar particularmente a deudores hipotecarios y Pymes. 

La Asociación de Bancos recordó que en el contexto de la pandemia, la industria reprogramó créditos a 1,3 millones de clientes, cifra que involucró el 33% de la cartera total, una de las más altas a nivel mundial, informaron.

Asimismo, la banca se comprometió a participar activamente en los programas de apoyo estatal que impulse el Estado, tales como Fogape Chile Apoya, y el Programa para Construcción y Vivienda, en el Congreso aún, potenciando así la canalización de recursos a las Pymes y empresas constructoras elegibles en estos programas.

“Junto a lo anterior, con el fin de continuar con su rol de disponer de créditos de manera sustentable, eficiente y con una mirada de mediano y largo plazo, la Abif manifiesta el compromiso de sus asociados a continuar capitalizándose en línea con lo establecido en Basilea III, que establece un conjunto de medidas acordadas internacionalmente para reforzar la regulación, la supervisión y la gestión del riesgo de los bancos”, dijeron desde la asociación.

 

Se complementa con proyecto de Gobierno

El economista, Andrés Ulloa, sostuvo que las medidas mencionadas tendrían por objetivo reducir los problemas de liquidez o de potencial insolvencia de empresas pyme y clientes de créditos hipotecarios que podrían verse afectado negativamente cuando la economía chilena vaya entrando más profundamente en recesión. 

“Para ello existen programas de ayuda estatal que en el pasado no han sido usados con la debida premura  como el Fogape, por ejemplo, y ahora se busca que ante la nueva eventualidad económica de una recesión, se usen con más frecuencia. Pero también se está preparando y en discusión en el Congreso un paquete de ayuda para empresas del área de la construcción que ha sido fuertemente golpeada por la pandemia y por la inflación. Y dada la importancia del rubro en las crisis económicas, es necesario evitar que siga cayendo y sobre todo recuperarlo”.

 

Necesidad de ampliar la ayuda

Para el abogado y fundador de Defensadeudores.cl, Ricardo Ibáñez, este llamado de la Asociación de Bancos en conjunto con el Ministerio de Hacienda y que habla de una reprogramación de los créditos hipotecarios parece una muy buena medida en el papel, y dijo esperar que el comportamiento de la banca esté a la altura de lo que se está señalando, porque serán numerosas las familias que pondrán sus esperanzas en este tipo de medidas.

“Recordemos que los grandes afectados con esta crisis económica es la clase media y, precisamente, aquella que hoy tiene la preocupación de perder sus casas que con tanto esfuerzo han tratado de obtener. Hoy son numerosos los morosos de este segmento que ya han pagado sobre el 50% del crédito obtenido, en consecuencia, se trata de personas que con los precios de hoy no podrían volver a comprar, ya que las viviendas han experimentado alzas en su plusvalía de hasta 70%, lo que aleja la posibilidad de poder volver a recuperarlas”, sostuvo. 

Añadió que han observado con atención que esto será sólo para la denominada mora blanda, es decir, morosidad de hasta 60 días, pero el real problema, aseguró, son aquellas personas que se han atrasado por mucho más, y varios de estos casos ya se han judicializado. 

“Creemos que en este contexto económico debiese haber  una regularización generalizada y reprogramación de deudas morosas, con un rol más social que le puede caber, por ejemplo, al Banco Estado. Nosotros estamos preocupados, porque este año ya arrancó con aumento de quiebra de empresas y personas respecto a 2022”.

 

Consejos y advertencias

El acompañamiento que ofrece la Abif considera que cada banco realizará los esfuerzos para contactar a los clientes de créditos hipotecarios y Pymes, y ofrecer posibles reprogramaciones, atendiendo a cada situación y plazos ya comprometidos. 

Frente a esta propuesta, planteó la directora de Postgrados de la USS, Karin Bravo, la mejor sugerencia que se puede realizar a personas y empresas es que evalúen la oferta y sólo aceptarla en casos que sean estrictamente necesarios, cuando las condiciones de liquidez no permitan cumplir con las obligaciones ya pactadas. 

“Toda reprogramación de créditos considera un nuevo costo financiero que se debe asumir, por lo que es importante concientizar a la población de dichas consecuencias.  Incluso, aquellas alternativas que en el pasado se ofrecieron sólo a costo real, sin interés o tasa cero, fueron transacciones en reajustables, hoy implican un costo no menor que asumir, por el aumento del valor de la UF en el año 2022”.

En el caso de que no exista más alternativa que reprogramar el crédito, Karin Bravo  sugiere que siempre hay que evaluar distintas alternativas de financiamiento, y los nuevos plazos a considerar. 

“En el caso de los hipotecarios o cualquier alternativa que esté pactada en UF, hay que asumir que nuestra inflación país difícilmente bajará a las tasas históricas (ancla nominal del 3%) en el corto plazo o 2023, sino que es altamente probable que se mantenga por sobre el 5% para este año, aunque no llegando a los dos dígitos. Lo anterior implica que el efecto en el pago de cuotas mensuales será fuerte e irá bajando ya a contar del próximo año, asumiendo que la inflación será más acotada. Así también, hay que considerar todos aquellos de refinanciamiento y administrativos al que puede estar expuesto, porque en el fondo encarecerá la operación, y cuando quedan pocas cuotas que cancelar, puede ser contraproducente alargar ese crédito”.