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Gremio regional apela al gobierno a que aplique fórmulas proinversión, a poner el foco en la formalización del empleo, entre otras medidas, frente al escenario de una eventual recesión económica.
Un año complejo, apretado y difícil en términos de crecimiento, empleo e inversión es lo que prevén desde sus respectivas veredas, la Cámara de la Producción y del Comercio, CPC Biobío, y el destacado economista y director del Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Universidad del Desarrollo, Cristián Echeverría, para la Región y el país.
El balance desde el gremio empresarial es poco optimista en cuanto al crecimiento económico regional. Y es que los resultados para 2022 ya evidenciaron la baja en actividades relevantes como el sector de la construcción (-26.1%), seguido por el transporte de carga portuaria (-7.7%), la industria manufacturera (-6.4%) y la pesca (-6.3%).
“Estas cifras preocupan mucho, dada la base de comparación poco exigente que se tuvo en 2022 y porque la participación de la región en el PIB nacional ha ido decreciendo en los últimos 10 años y necesitamos avanzar en el sentido contrario para recuperar la posición relativa que la región tenía”, dice el presidente de la CPC Biobío, Álvaro Ananías.
A esto suma el catastro de inversiones de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), que durante los primeros meses del año registró proyectos por un total de US$3.490 millones, cifra 18% inferior a la registrada a fines de 2021y donde un 77% corresponde a inversión privada.
Nuestra región requiere incentivar las inversiones de privados, que son la locomotora que empuja el crecimiento, especialmente en un entorno económico mundial que será muy contractivo en 2023, señala Ananías.
Cristián Echeverría cree que la inversión continuará deprimida como hasta mediados de este año, con una tasa respecto del PIB, de un poco más del 20% y que apunta en lo grueso, a la reposición de capacidad y no a nuevas adiciones de stocks de capital que generen un crecimiento más rápido de la demanda agregada, tanto del corto plazo como del potencial. “Esta (inversión) debiera tender a recuperarse ya más avanzado el año”.
Mercado laboral
Las materias laborales están también entre las principales inquietudes de los agentes económicos y así lo reconoce el presidente de la CPC, Álvaro Ananías.
“Nos preocupa el alto índice de personas que se sumaron al trabajo informal. Hoy, una de cada cuatro personas trabaja en la informalidad, lo que hace muy necesario que el Gobierno aplique políticas de recuperación y pro-formalidad, pero sobre todo que genere medidas que incentiven el desarrollo de las empresas y promuevan la inversión lo que permitirá mejorar la tasa de empleabilidad en la región”.
Reconoció que, si bien aumentó la fuerza de trabajo respecto a los 2 años previos, aún nos mantenemos por debajo del periodo prepandemia (2019).
En esa misma línea, argumentó que para incrementar la oferta laboral en la zona no solo se requieren mayores inversiones y facilidades para que éstas se concreten, se requiere también ser una región atractiva para que las empresas se instalen en nuestra región y que los nuevos emprendedores y emprendimientos se inicien y se queden. Pero para que eso suceda, agrega Ananías, es importante el control de la violencia, especialmente en la macrozona sur.
Al respecto, Cristián Echeverría precisa que la inversión depende de lo que ocurra con la estabilidad en las reglas del juego, con el proceso constitucional en el que todavía estamos y eso no es muy posible de predecir. “Esperamos que se siga una senda de cordura racionalidad, equilibrio y madurez, pero por ahora la inversión está en pausa, en parte por estos aspectos propios de nuestro país y que se suma a las condiciones internacionales donde la inversión está también en niveles bajo la normalidad”.
El director del CEEN-UDD prevé en este sentido, aumentos en la tasa de desempleo hacia mediados del año donde veremos, dice, el peor momento en nuestro mercado del trabajo con tasas cercanas al 9,5%. Ello, debido a una baja en las contrataciones en importantes sectores de la actividad económica como la construcción, el comercio, el sector manufacturero y la agricultura, lo que podría extenderse hasta los dos primeros trimestres de 2024. “Con todo, las perspectivas para el empleo no son extremadamente adversas, pero son adversas. Y eso también se traducirá en la continuación de la caída de las remuneraciones reales como las que hemos estado experimentando, en torno al -1,5% a -2,0%, quizá un poco más a mitad de año para comenzar a repuntar en la medida que la actividad se empiece a recuperar hacia fines del próximo año”.
Crecimiento con ralentí
Según estima Cristián Echeverría, las perspectivas de crecimiento para este 2023 apuntan al -1,5% al 2,0% como promedio anual, pero advierte que a la mitad del año va a presentarse lo más adverso.
“Vamos a ver caídas del 4,0% y 5,0% de los Imacec, pero con una recuperación a fines de 2023 convergiendo a una tasa de crecimiento cero y de ya hacia el 2024 las proyecciones converjan a un crecimiento de 1,5% a 2,0%. Este 2023 va a ser de una recesión no muy profunda, pero sensible y eso ya se está sintiendo de he hecho”.
Para la multigremial del Biobío, las proyecciones de crecimiento para este año están bajo un halo de preocupación también. “Desde el gremio vemos con cierta inquietud las reformas que impulsa el Gobierno en el ámbito tributario, previsional, laboral y constituyente, ya que afectan la estabilidad económica y la inversión, provocando una indefinición que no permite evaluar proyectos de mediano y largo plazo, lo que podría generar pérdida de competitividad al país”, señala Ananías.
“Esperamos que los trabajadores, emprendedores y empresarios tengamos mayor participación en las propuestas que se presenten al país respecto a las transformaciones que se requieren, pero siempre poniendo a las personas al centro y cuidando a aportar a un crecimiento responsable y sustentable con nuestro medioambiente”, afirma.
Finalmente, reitera que desde la CPC Biobío creen firmemente que debe primar el diálogo y por eso mantienen su compromiso para construir espacios, alianzas público-privadas y acuerdos para trabajar por el país y la Región”, cierra.