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Región del Biobío creció 2,7% en el segundo trimestre

  • Según la información preliminar de las Cuentas Nacionales del Banco Central, la zona estuvo lejos del promedio de todas las regiones, que llegó a 5,4%.

 

La Región del Biobío, impulsada por los servicios, mostró un Producto Interno Bruto (PIB) de 2,7% en el segundo trimestre de acuerdo con la información preliminar de las Cuentas Nacionales del Banco Central.

Según el reporte, 13 de las 16 regiones mostraron números azules, totalizando un crecimiento de 5,4% para el país. Por su parte, el consumo de los hogares aumentó en todas las regiones, registrando para el total del país un crecimiento de 7,7% en doce meses.

Considerando la descomposición por macrozonas, todas incidieron positivamente al resultado del país, destacándose la Metropolitana, seguida de las zona norte y centro. La zona austral fue la de menor incidencia en el resultado nacional.

El emisor remarcó que el crecimiento de la actividad se explicó transversalmente por el aporte de los servicios, destacándose los personales, el transporte y los empresariales. Lo anterior contrastó con los resultados de la minería, donde predominaron las caídas. Por su parte, en el consumo de hogares destacó por su contribución el gasto en servicios (en particular, los relativos a transporte y restaurantes y hoteles), mientras que el gasto en bienes durables disminuyó en todas las regiones.

En lo que respecta a la Macrozona Centro Sur, Biobío se expandió por los servicios. De la misma forma, el crecimiento de 4,6% del consumo de los hogares estuvo asociado al componente de servicios.

 

NIVELAR

De acuerdo con la política de revisiones establecida para el Producto Interno Bruto Regional, se presentan nuevas estimaciones para el PIB y el consumo de hogares para el primer trimestre. Estas revisiones se asocian a la actualización de los indicadores básicos regionales y a las revisiones de las Cuentas Nacionales Trimestrales. En ese contexto, Biobío mostró un alza en el primer trimestre desde 5,8% a 6,9%.

Para Daniela Catalán, académica de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, es muy probable que “nuestro PIB tendencial esté acercándose al PIB potencial que debería estar en torno a un 2,7 %, de acuerdo con el contexto interno como externo, que hoy estamos viviendo.  Aunque los resultados no son favorables, es saludable para una economía que está en una constante presión inflacionaria y que necesita de esta disminución del crecimiento para poder nivelar y alcanzar la meta de inflación”. 

Sumó que existe un impacto dado por el lado de servicios que ha incidido en estos resultados. Por el lado de la manufactura, dijo que en la Región se ha tenido un retroceso importante y que seguramente ha generado una incidencia negativa en el crecimiento. “Hasta junio de este año, ha disminuido la producción de fabricación de coque y productos de la refinación del petróleo, producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho. Dentro del sector principalmente ha tenido una incidencia positiva la fabricación de productos alimenticios, entre otros”, detalló.  

“En mi percepción, ya empezaremos a ver la disminución en términos de crecimiento, que generará una recesión técnica a nivel nacional, pero, como he señalado, es una recesión que resultada saludable, para regular la inflación existente a la fecha. Es necesario que las políticas contractivas que hemos visto tengan el efecto deseado. Podríamos llegar a niveles más bajos de crecimiento en los próximos trimestres de este año y el próximo”, apreció.  

 

Sin sorpresas

Cristián Muñoz, académico de la Ingeniería Comercial de la Universidad del Bío Bío, planteó que la cifra regional no debería ser sorpresiva, porque desde hace bastante tiempo la zona se ha convertido en una prestadora de servicios, lo que tiene una fuerte incidencia en el PIB regional.

“La manufactura no muestra ningún área que crezca más allá del vegetativo nacional. La actividad forestal ha pasado por problemas que radican en los hechos en la macrozona sur. Esto no muestra números positivos, al igual que la pesca, que tampoco muestra niveles altos”, remarcó.

El exseremi de Hacienda, agregó que estos números seguirán declinando, muy por debajo de lo que mostró el país el año pasado y durante el primer semestre de este año. Esta senda, afirmó, va hacia un periodo recesivo para el 2023 y quizás más allá. “Por ende, no podemos ver esto de manera halagüeña, sino que con la debida preocupación para que nuestra Región pueda crear condiciones de desarrollo de actividades económicas que permita sobrellevar este periodo”.

Un dato no menor es lo que está ocurriendo con la construcción, dijo, un área que demanda mano de obra y prestación de otros servicios, algo que hoy no se ve un impulso notorio, salvo algunas iniciativas que se aprecian en el ámbito público.  

Mientras que Ariel Yévenes, economista del Observatorio de Corbiobío, señaló que es evidente que el efecto de las reaperturas de actividades económicas post pandemia ya han comenzado a perder su efecto en términos de generar un potencial diferencial importante de crecimiento y entramos en un período de ajuste donde las cifras de crecimiento serán muy moderadas, incluso llegando a escenarios recesivos.

“Ahora bien, en el caso de períodos de desempeño económico más bien mediocres, como es el periodo en el cual estaríamos entrando aceleradamente, hay algunos elementos de estructura productiva regional que es preciso tener en cuenta. En efecto, nuestra Región se caracteriza, en lo general, por presentar una estructura productiva bastante madura lo que, en contextos generalizados de alto crecimiento, termina mostrando a la región permanentemente con un desempeño económico mucho más débil”, planteó.

 

Más moderada

Añadió que así también, este propio elemento estructural de madurez productiva hace que en periodos de caída y desaceleración económica, la expresión regional de esa caída sea relativamente más moderada que en el generalidad del país. “Es decir, podríamos decir que para bien o para mal, la estructura productiva regional nos señala como un territorio relativamente más estable que otras regiones del país en lo que a desempeño económico se refiere y entonces, frente a la marcada y evidente desaceleración económica nacional, es probable que ello tenga una expresión más moderada en lo estrictamente regional del Biobío”, explicó.