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Analistas coinciden en que presionará los precios al alza, aunque discrepan de la magnitud.
La Encuesta de Operadores Financieros del Banco Central apostó porque la divisa se ubique cerca de los $895 en los próximos siete días y llegue a los $890 en un mes, lo que representa un ajuste al alza en comparación a los $850 esperados en la versión anterior.
El economista de la UDD, Carlos Smith, dijo que sin duda el alza del dólar ejerce una presión al alza en los precios en el contexto de la baja que se está evidenciando este año, cuando los IPC han sido bastante normales en la comparación prepandemia, más allá de la comparación con 2022 que es cuando aparece subiendo, dijo.
“Eso hace que pese a que el tipo de cambio esté por sobre los $900, igualmente las proyecciones hablan de una inflación del 3% hacia el primer semestre de 2024, incluso a fines del primer trimestre, preferentemente”.
Ahora bien, Smith reconoció que hay un riesgo adicional a partir del aumento del tipo de cambio en casi 15%, lo que implica más o menos 1% más de inflación.
“Lo primero que pasa cuando aumenta el tipo de cambio y uno tiene costos asociados o bienes que se importan, es que las empresas bajan sus márgenes. Porque no es tan fácil traspasar a precios, ya que dependerá del mercado y de los stocks disponibles. Pero sin duda, dado que alrededor del 70% de los productos que consumimos son importados, sí tendrá un efecto en los precios, lo que eventualmente afectará el ritmo de la baja generalizada de la inflación”.
Smith recordó que el dólar a $900 no necesariamente implica una intervención del Banco Central como en otras ocasiones, lo que se relaciona con los llamados “fundamentales”, que en este caso se estaría cumpliendo, acotó el economista de la UDD: un precio del cobre a la baja, por lo tanto entran menos divisas norteamericanas; y Estados Unidos con un diferencial de tasas importante que además seguirá creciendo, lo que lleva a muchos inversionistas extranjeros a apostar en contra del peso, porque Chile baja la tasa y Estados Unidos la sube, por lo tanto, el dólar seguirá subiendo. A esto se suma las incertidumbres que está sucediendo en China y sus repercusiones en el mundo, lo que hace que la demanda por dólares vaya en aumento, presionando el tipo de cambio al alza. Todo, en un contexto con petróleo subiendo, contextualizó el economista.
“Por lo pronto, deberemos acostumbrarnos a un dólar por sobre los $850, al menos por los próximos meses”, proyectó Smith.
En tanto, el economista de la UdeC, Claudio Parés, planteó que lo principal es que, siendo Chile una economía pequeña y abierta, no siempre es suficiente ser agresivos al hacer política monetaria porque, en este caso, aunque el Banco Central baje mucho la TPM para reactivar la economía, eso hará salir dólares a través de movimientos financieros y reducirá la cantidad de dólares en circulación.
“Si no hay respuesta en la parte real, es decir, en términos de actividad económica e inversiones en capital físico, esos recursos no volverán y, por grande que sea la baja en la TPM, el impacto será acotado. Sin embargo, me parece que es un vaivén natural en el movimiento del precio del dólar más que un problema estructural que pueda significar un alza permanente en el precio del dólar”.
¿Cómo afecta la inflación en septiembre?
El economista del Observatorio de Corbiobío, Francisco Gatica, explicó que además existe incertidumbre con respecto a la demanda de los productos chilenos en el extranjero (materias primas), a causa de un menor crecimiento en los mercados claves. Lo anterior afecta el ingreso de divisas lo que produce un aumento del dólar.
“Probablemente el dólar se mueva entre los $850 y los $950 en lo que queda del año. En este sentido, producto del mayor valor del dólar, el precio de los productos importados tienden a subir. Sin embargo, la economía chilena ya está en una senda de control de la inflación. Inclusive estamos como país en un momento de recesión, por lo tanto, un aumento del precio del dólar puede suavizar la caída de la inflación, pero desde hace algunos trimestres la tendencia a la reducción es clara”.
Menos optimista fue el académico de programas Advance de la USS, Marcelo Gutiérrez, quien explicó que al ser la chilena una economía tan dependiente del tipo de cambio, en particular respecto del dólar, el impacto será directo en los precios, particularmente sobre los bienes importados o sus derivados, como lo son el petróleo, la carne, insumos y otros. Lo anterior debiera generar un alza en el IPC, posiblemente menos notorio para septiembre, pero definitivamente mayor para octubre, planteó.
Sobre las proyecciones, Gutiérrez estimó que “para el último trimestre no son muy auspiciosas, esperando una oscilación de más menos $10 en el tipo de cambio, por lo que su impacto seguirá presionando hacia el aumento de los precios internos, con el consiguiente efecto negativo sobre la inflación y, por ende, sobre el consumo”.
