Aunque igualmente constata una dinámica decreciente. Analistas avisoran recuperación sólo a partir de 2024
El Banco Mundial (BM) mejoró sus proyecciones respecto al comportamiento de la economía chilena, pasando de estimar que la economía local bajaría 0,7% y ahora 0,4%.
“Se prevé que la actividad en Chile se contraiga un 0,4% en 2023. La recesión proyectada para todo el año 2023 es el resultado de los efectos de arrastre de tres trimestres de crecimiento negativo en 2022. Esta desaceleración puede atribuirse principalmente a la brusca retirada de importantes estímulos monetarios, fiscales y cuasifiscales”, detalló el Banco Mundial, entidad que agregó que “la inflación alcanzó su punto máximo el año pasado, pero la inflación subyacente ha sido más persistente y ha aumentado en los últimos meses, lo que ha llevado al Banco Central a mantener una postura restrictiva”.
Lo anterior coincide con la proyección más pesimista informada por el Banco Central de Chile y, en general, con los que opinan economistas y analistas.
“Sí, está en línea con mis proyecciones. El crecimiento puede no ser tan negativo este año producto de que la economía se está recuperando más rápido de lo previsto. Y se espera que llegue a fin de año muy cercano al cero, esto es mejor que el resultado de -0.5 que había proyectado el Banco Central”, comentó el economista, Andrés Ulloa.
Y su símil de la UDD, Carlos Smith, también coincidió con lo proyectado por el BM, pero ahora la meta, sostuvo, es imperativo volver a crecer al potencial de Chile y controlar los precios.
Y para el economista de la UBB, Francisco Gatica, lo enunciado por el BM implica que se está en un ajuste de expectativas en relación al crecimiento que todavía responde a la perturbación post pandémica, lo que implicó reducción de la oferta agregada (costo del petróleo y discontinuidad de cadenas logísticas) y el aumento de la demanda agregada por la vía del mayor gasto público y la entrega de subsidios para soportar la crisis.
“Esta combinación, que está presente en muchos países, implicó aumento de inflación y reducción de crecimiento. Frente a este escenario vimos un aumento de tasas de interés y la reducción del paquete de ayudas dadas en la pandemia, ajuste que está afectando el crecimiento de varios países. Sin embargo, si revisamos las expectativas de crecimiento chileno del 2023, construidas en el año pasado, se planteaba un escenario de contracción económica más dura para el 2023. El IPoM de diciembre de 2022 planteó un crecimiento del PIB 2023 del -1,75/-0,75.; si revisamos el último IPoM de marzo 2023 vemos que la estimación es de -0,5/0,5. Por lo tanto la crisis, en el caso chileno, nos está dando más suave de lo que se estimaba originalmente. La presión mayor la tendrá el Banco Central a partir del tercer trimestre para bajar la TPM a partir del mayor control de la inflación y las mayores cifras de desempleo (8,7% al nivel País y 7.6% en la Región del Biobío)”.
Recuperación para el año 2024
Y el economista Observatorio Corbiobío, Ariel Yévenes, expresó que, efectivamente, las proyecciones de crecimiento dan cuenta de una economía chilena en recesión y, hasta el momento, con muy escasas señales de reactivación decisiva, especialmente por la incidencia del marcado estancamiento de la inversión privada, con carencia relativa de grandes proyectos que puedan empujar el crecimiento y la generación de empleos de calidad.
“En efecto, la marcada presencia de incertidumbre, tanto de raigambre interna como externa, genera un aplazamiento importante en las decisiones de inversión por parte de los agentes y en la práctica determinan un rezago que incluso puede ser más complejo, de aquí a su proyección de fin de año”.
En la misma línea y tomando en cuenta el contexto económico actual, la académica de la USS, Daniela Catalán, opinó que la incertidumbre, tanto a nivel político, social y económico, ha impactado y seguirá impactando negativamente, en la medida que no se estabilice, en la inversión y creación de empleo, sostuvo
“También existe incertidumbre externa, debido al débil crecimiento de las economías más relevantes, lo que podría disminuir la demanda externa y generar repercusiones en términos de intercambio. Asimismo, las condiciones financieras internacionales más restrictivas podrían tener repercusiones en nuestra economía. Por lo tanto, en cuanto a las proyecciones de crecimiento, si las condiciones desfavorables se mantienen, no veo posibilidades de recuperación hasta mediado del año 2024”.