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Los asalariados informales (13,3%) y trabajadores por cuenta propia (4,8%), fueron las categorías que más influyeron en el aumento de los ocupados.
Empleo público y comercio son los sectores que de alguna manera han ayudado a que las cifras de desempleo no se hayan disparado en la Región del Biobío, que de acuerdo al INE llegó a 7% en el trimestre móvil diciembre de 2022-febrero de 2023, lejos del 8,4% que se registró a nivel nacional.
La cifra en la zona se disparó solo en 0,2 puntos porcentuales al comparar con los dos trimestres anteriores y disminuyó 0,1 pp en doce meses, explicado por el incremento de la fuerza de trabajo (3,8%) y el ascenso de los ocupados (4,0%).
Según el INE, las personas desocupadas aumentaron 1,5% en la comparación interanual, lo que significó 768 personas más en esta condición.
Las personas ocupadas presentaron un crecimiento interanual de 4,0%, equivalente a 26.310 personas más, influenciado por las mujeres (5,2%) y los hombres (3,1%).
Los sectores que más incidieron en el ascenso de las personas ocupadas fueron comercio (11,9%) y administración pública (21,7%).
Los asalariados informales (13,3%) y asalariados formales (1,3%) fueron las categorías que más influyeron en el aumento de las personas ocupadas.
La tasa de participación alcanzó 54,2%, registrando 1,7 puntos porcentuales más que igual trimestre del año anterior. La tasa de ocupación de 50,4% ascendió 1,6 puntos porcentuales, en doce meses.
La población fuera de la fuerza de trabajo descendió 2,9%, al registrar 18.459 personas inactivas menos, influenciado por las mujeres (-2,9%) y los hombres (-2,7%).
A nivel regional, las personas ocupadas que buscan empleo (24.469 personas), subieron 52,6% en comparación con igual trimestre del año anterior.
LENTA REACTIVACION
El aumento interanual de las personas ocupadas (4,0%) fue incidido, principalmente, por los grupos ocupacionales: técnicos y profesionales de nivel medio (26,1%), profesionales, científicos e intelectuales (13,1%) y trabajadores de los servicios y comercios (3,9%).
Para Daniela Catalán Ramírez, académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, las cifras de desempleo son el reflejo de una reactivación lenta de la economía local, la cual se mantuvo impulsada por un mayor gasto que generan las familias en periodos estivales, como lo son las vacaciones de verano, cuando juegan un rol muy importante los sectores de veraneo, que en esta época se ven más impulsados y, por lo tanto, necesitan más mano de obra.
“Por otro lado, estas cifras están incididas por periodo de fiestas de fin de año, cuando también existe mayor dinamismo y, por tanto, se contrata mayor cantidad de personas, pero ¿qué viene después? Es una pregunta importante de responder pues, es muy probable que veamos aumentar las cifras de desempleo, dado el contexto económico y el crecimiento muy por debajo a lo óptimo, pues muchos empleos en el periodo de análisis son de carácter estacional y muchos de estos empleos van a ir desapareciendo”, planteó.
En ese sentido, cree que el empleo en Biobío estará muy incidido por lo que suceda tanto en ámbito nacional como internacional, por la incertidumbre, los incentivos fiscales, el control de precios y actividad económica.
“Por otra parte, el desempleo femenino tenderá ir a aumentando con el tiempo, si no se genera algún tipo de incentivo y con ello no me refiero solamente a empresas contratando mujeres, sino que, por ejemplo, que haya red de apoyo, jardines, guardería que permitan a las mujeres salir a trabajar. Por otro lado, mientras la situación económica no mejore, con precios y costo de la vida altos, aquello incentivará a muchas mujeres a volver a buscar trabajo, por tanto, dejarán de ser inactivas para pasar a formar parte de la fuerza laboral, lo que generará una mayor presión al mercado laboral, si no se generan puestos de trabajo, oportunidades, crecimiento, certidumbre y estabilidad”, apreció.
Hacia el incremento
Mientras que Ariel Yévenes, economista del Observatorio de Corbiobío, añadió que como era de esperarse las cifras de desempleo van a ir tendiendo paulatinamente al incremento, toda vez que la inversión aún permanece muy desacelerada y no se distinguen grandes proyectos que sean capaces de generar puestos de trabajo adicionales, en la magnitud necesaria como para ir al menos sosteniendo bajas cifras. Ello es preocupante, más aún en un escenario donde no se logran distinguir grandes incentivos a la recuperación de la inversión y, a su vez, se aprecia aún una marcada incertidumbre, que perjudica aún más a los inversores.
“En segundo lugar, esta tendencia a un desempleo creciente debería agudizarse en los próximos meses, merced a una estacionalidad donde tradicionalmente el empleo es menor, especialmente en el sector agrícola, que es especialmente generador de empleo estacional en periodos estivales y que en invierno resiente su actividad”, indicó.
Dijo que, en el plano del empleo femenino, lo que se evidencia es una tendencia de crecimiento, especialmente señalada porque aún no se logran recuperar en plenitud los puestos de empleo femenino perdidos en pandemia, tendencia que poco a poco debiera estabilizarse.
En tanto, Carlos Smith, economista del Centro de Estudios de Economía y Negocios de la FEN de la Universidad del Desarrollo, agregó que se empieza a ver lo que es el freno de la economía desde el punto de vista de la política monetaria y fiscal. Junto a esto se ve una menor inversión que se refleja en esto.
“Hay un tema relevante, que es la creación de empleos públicos, que ha sido muy amplia, lo que, de alguna manera, distorsiona la realidad, porque privadamente la situación es más compleja. Por eso las cifras no son tan duras como se debería esperar, lo que seguirá mostrando en los próximos meses, cuando se vean guarismos peores”, proyectó.
Sumó que las mujeres han sido las más perjudicadas y más personas están entrando a la fuerza laboral, donde muchas son ellas, que se están reincorporando al mercado laboral y no solo porque hay más demanda de las empresas, sino porque más gente sale a buscar trabajo.
