Majaga nace para dar solución a la necesidad de proteger a los trabajadores cuando se implementó la “ley del saco”.
En el año 2017 comenzó a regir la Ley N° 20.949, más conocida como “ley del saco” que modificó el Código del Trabajo para reducir el peso de las cargas de manipulación manual. Con esto, muchas empresas constructoras tuvieron que adaptarse a este nuevo escenario, y es ahí donde aparece Majaga.
En un inicio el emprendimiento estaba enfocado en herramientas de instalación de soleras para que los trabajadores no tuvieran que levantar objetos de más de 25 kilos, pero con el paso del tiempo el abanico de productos de innovación ergonómica desarrollados por Majaga fue creciendo. Actualmente, cuentan con una gran variedad de productos, desde carros multifuncionales hasta pinzas para durmientes, ya que diseñan y crean herramientas a medida según las necesidades de los clientes.
Jonathan Sánchez, cofundador y gerente general de Majaga, conversó con Trade-News.cl acerca de los inicios de la empresa, sobre los objetivos que tienen como fabricantes y la creación de una nueva compañía enfocada en diseñar y fabricar productos a través de impresoras 3D.
¿Cómo surge la idea de formar la empresa?
Todo parte por una ley conocida como la “ley del saco”, la Ley N° 20.949, en donde los trabajadores no pueden levantar sobre 25 kilos. Entonces un día llega mi papá que trabajaba en una constructora y nos dice que va a salir la ley y que hagamos herramientas para instalar soleras. Y ahí con mi hermano comenzamos diseñando herramientas para instalar soleras.
El siguiente paso fue probar las herramientas en la empresa que trabajaba mi padre en Santiago. Ahí se probaron durante unos meses, se mejoraron los prototipos, y luego en sobre la marcha se postuló a Corfo. Obtuvimos un PRAE (Programa Regional de Apoyo al Emprendimiento) y ahí ya formalizamos la empresa.
¿Cuál fue la siguiente etapa para dejar de ser un emprendimiento?
La dinámica fue que empezamos a ir a golpear puertas, aparte del boca a boca que fue nuestro primer marketing por así decirlo, y visitamos las constructoras ofreciendo esta solución. En un principio partimos con las empresas locales y luego fuimos creciendo.
¿Cómo fue la recepción de las constructoras y los trabajadores ante esta herramienta innovadora?
Súper positivo, por lo menos para los prevencionistas y los jefes, pero fue súper negativo para los trabajadores, porque estaban acostumbrados a hacer el trabajo de una manera y no con una herramienta. Entonces fue complejo, pero cuando les mostraba la ventaja de que se iban a demorar lo mismo que antes y al final del día no les iba a doler la espalda, se convencían.
¿Cuáles es el objetivo que tienen como fabricantes?
Nuestro objetivo es que nos vean como una solucionadora de problemas, y mejorar la calidad de trabajo de las personas. Cuando hablo de calidad de trabajo es mejorar su entorno, es mejorar su hábitat, es mejorar su salud ocupacional y de quienes los rodean. O sea, si el día de mañana un joven entra a instalar solera no tenga que levantar 100 kilos, porque eso es lo que pesa y es como lo hacían hace 5 años, sino que tenga que ocupar herramientas y con la nuestra tendría que mover solo 5 kilos para trasladar la solera.
Entonces queremos ayudar a las empresas con herramientas tangibles y que nos vean como una solucionadora de problemas. Partimos con las soleras, pero hemos desarrollado más cosas y queremos que nos consideren para eso.
-Ahora ustedes trabajan con impresoras 3D, ¿Cómo inició el nuevo proyecto?
Nosotros partimos con las impresoras 3D porque teníamos una para prototipar. Luego a inicios de la pandemia empezamos regalando con otros emprendedores protectores faciales. Al principio teníamos solo una impresora, pero empecé a multiplicarlas para ayudar a más gente. Ayudamos y regalamos cerca de 10.000 escudos faciales junto a otras pymes, entonces ahí empecé a desarrollar nuevos productos como maceteros y cosas así, hasta ahora que desarrollamos herramientas netamente a través de la impresión 3D. Ahí nace www.creamos3d.cl