Consumir menos y optimizar el uso de recursos es el modelo ideal para construir y habitar en el futuro.
El próximo 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, iniciativa que surgió en 1998 en Austria durante la Primera Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética y que tiene el objetivo de sensibilizar sobre la necesidad de reducir el consumo energético mediante un uso razonable y sostenible de la energía.
En este propósito, el sector inmobiliario juega un papel clave, ya que, según datos de la ONU, produce el 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. A esto se suma que la construcción en Chile genera un 56% de los residuos sólidos industriales, convirtiéndola en la industria más contaminante del país, según Conama. Sin embargo, este impacto no solo se limita a la construcción, sino también en la operación de las viviendas y edificios. De acuerdo con el Ministerio de Energía, el 53% del consumo energético residencial se destina a calefacción y climatización y el 20% en agua caliente sanitaria.
El contexto de cambio climático y la crisis sanitaria que estamos viviendo apunta a cambiar la forma en que construimos y habitamos, con acciones concretas para reduzcan el consumo de recursos e impulsen la eficiencia energética, que ya se están generando desde el sector público y privado.
VOLUNTARIO
Una de las más importantes es la entrada en vigencia la Ley de Eficiencia Energética en 2023, que establece que las viviendas nuevas deberán contar con la evaluación de la Calificación Energética de Viviendas (CEV) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el Ministerio de Energía, la que por años se aplicó de manera voluntaria por la industria inmobiliaria para calificar la eficiencia energética de una vivienda en su etapa de uso, lo que impulsará que toda la industria trate de mejorar el estándar de sus proyectos
Inmobiliaria Altas Cumbres fue el primer desarrollador en Chile en obtener la certificación de la Calificación Energética de Viviendas en el año 2009 en el proyecto de casas Mirador de Volcanes en Puerto Varas y, desde ese entonces, ha seguido avanzado en la incorporación de innovaciones y tecnologías más eficientes, sin que esto signifique mayores costos o que los clientes prescindan de comodidades sino que, al contrario, mejoren los procesos constructivos y la calidad de vida de las personas.
“Nuestra aproximación al concepto de eficiencia energética parte de nuestra trayectoria desarrollando viviendas en el sur del país, donde existe un clima extremo y altos niveles de contaminación del aire. El propósito que nos plantemos ha sido no solo reducir nuestro impacto como desarrolladores al entorno y al medioambiente, sino buscar formas de hacer viviendas más resistentes y confortables, reduciendo el consumo y la contaminación a lo largo de su vida útil”, explica Enrique Loeser, gerente Comercial de Inmobiliaria Altas Cumbres.
Usando revestimientos más resistentes y principios pasivos, la empresa optimiza la aislación y anula los puentes térmicos de las viviendas para disminuir las pérdidas de energía. Además, integra un sistema de ventilación convectiva que permite renovar el aire al interior de la vivienda. Por lo tanto, no hay necesidad de abrir las ventanas o encender un aparato para ventilar, la vivienda lo realiza de manera autónoma las 24 horas, sin perder calefacción y evitando los cambios de temperatura.
Esta innovación en el diseño y materiales se ha ido ampliando en los últimos años al proceso constructivo propiamente tal, incorporando la industrialización como una pieza clave en sus proyectos, ya que permite mejorar la productividad y la sustentabilidad. “Esto consiste en llevar a cabo partes de las obras en plantas o ambientes controlados, minimizando el impacto al entorno en términos de residuos, ruido y polvo, y haciendo mucho más eficiente la construcción ya que estas soluciones prefabricadas solo se montan en la obra, como es el caso de escaleras, baños, envolventes y estructuras de cubiertas y techumbres prefabricadas”, señala Enrique Loeser.
DESCARTES
La innovación más reciente es el uso pinturas y recubrimientos fabricados a partir de los descartes de plumavit, que se aplican en la etapa de terminaciones y sellado de sus proyectos inmobiliarios. Estas pinturas son desarrolladas por la empresa Poliestirec con los mismos residuos que se reciclan en las obras de Altas Cumbres, integrando de esta manera el concepto de economía circular en sus procesos y evitando que estos descartes terminen en vertederos o contaminando el mar, lagos, ríos y humedales.
Finalmente, la inmobiliaria está desarrollando un paisajismo sustentable en sus próximos proyectos, con la asesoría de Estudio Pradera, que incluye selección de especies nativas de la zona y con bajo requerimiento hídrico, así como estrategia y planificación que tenga un impacto positivo en la comunidad y hagan uso eficiente del recurso del agua, cada vez más escaso en nuestro país.