La decisión adoptada por la Comisión Nacional de Distorsión de Precios (Cndp) de revisar las sobretasas a las importaciones de bolas de acero para molienda de origen chino en el contexto de la investigación antidumping, viene a confirmar lo que Molycop ha planteado desde hace años, esto es, que hay dumping en las bolas de acero de esa procedencia.
Así lo dio a conocer la empresa mediante una declaración pública la tarde de ayer, donde sostiene que “el uso de precios artificialmente bajos para vender acero y productos de acero está muy extendido a nivel internacional, tal como han demostrado las medidas adoptadas por la Unión Europea, Canadá, México y Estados Unidos, entre otras economías, y como han expresado en el último mes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la secretaria del Tesoro de ese país, Janet Yellen”.
Y agrega que la distorsión que el dumping provoca en los precios ha causado daños en el ecosistema chileno del acero.
“Tratar de obviar el daño generado a la industria nacional a causa de esta práctica ilegal, con productos que llegan a precios artificialmente bajos, es intelectualmente incorrecto y es refutado por la abundante evidencia factual. El daño es acumulativo y ha llevado a que en cinco años hayan desaparecido dos fabricantes chilenos de bolas de acero para molienda y un tercero haya llevado parte de su producción al extranjero”.
ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO
Valoramos, dijo Molycop, controlada por American Industrial Partners (AIP), “la corrección recomendada por la CNDP a la distorsión existente, ya que permite nivelar la cancha y logra mantener el encadenamiento productivo en el ecosistema del acero que da empleos de calidad y que se extiende a la minería, a las universidades y otras instituciones educativas en la Región del Biobío, lo que se traduce en generación de nuevo conocimiento en minería y metalurgia y la formación de capital humano altamente especializado. Este es el ecosistema que se ve amenazado por la competencia desleal.
En el documento, la empresa precisa que las medidas adoptadas se extienden solo por seis meses y, en este sentido, afirma que seguirán aportando todos los antecedentes necesarios a la investigación, para que las medidas definitivas sigan en esta línea.
“Es importante iniciar la discusión respecto del hecho que a diferencia de lo que ocurre en otros países donde las medidas antidumping duran entre tres y cinco años, en el caso de Chile las medidas definitivas tienen una duración máxima de un año lo que claramente es insuficiente, aumenta la exposición a futuros daños desde dichas importaciones e inhibe una mayor inversión en este sector y la consecuente creación de más empleos”, cierra la declaración de la compañía cuya planta más antigua se ubica en Talcahuano.
