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Con experiencia como gobernador provincial de Biobío y alcalde de Los Ángeles, el ingeniero que ejerce por segunda vez como director de Conaf en la Región, comentó a Trade-News las implicancias del nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas.
En diciembre pasado, Esteban Krause Salazar asumió por segunda vez la dirección regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en el Biobío.
Técnico agrícola e ingeniero forestal de la Universidad ¿Austral de Chile, tras esa primera incursión en la entidad pública encargada de gestionar la política nacional en la materia, se desempeñó, primero como gobernador provincial de Biobío durante dos mandatos presidenciales (Lagos y Bachelet, (2002-2010) y, después, en tres periodos consecutivos como alcalde de Los Ángeles (2012-2024).
Uno de los principales desafíos que le ha correspondido enfrentar en su nueva oportunidad al mando de Conaf Biobío está la implementación de la nueva institucionalidad forestal con la ley 21600 que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (que reemplaza a Conaf) y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
En el contexto de un seminario que, el pasado miércoles, analizó los aprendizajes públicos y privados de la temporada 2024-2025, Krause conversó con Trade-News sobre los avances que presenta la nueva institucionalidad y los desafíos y oportunidades que representa para la región del Biobío.

¿Cuáles son los principales aprendizajes de Conaf Biobío de la última temporada de incendios?
Hubo una menor ocurrencia si la comparamos con las temporadas acumuladas lo que es una buena señal y esperamos que esa tendencia siga ese sentido. Pero aquí también hay un esfuerzo que tiene que ver con la prevención que es una de las tareas que queremos incorporar, señalar y poder involucrar a más actores, por ejemplo, a los municipios que cumplen roles importantes en sus territorios. Ellos tienen toda una red territorial que puede contribuir a mejorar esa prevención y podríamos seguir bajando el tema de la ocurrencia.
¿Qué otros factores que dificultan la prevención?
Una de las cosas que está pasando hoy día y que creemos tiene que ver con el cambio climático es que los incendios tienen hoy características mucho más fuertes, en el sentido de que cada incendio que ocurre en la región del Biobío y en el país, puede tener la connotación de una tragedia de grandes proporciones.
Las condiciones climáticas hacen que la propagación sea mucho más rápida, que el control sea mucho más difícil y, en ese sentido, estamos apuntando a que haya menos ocurrencia, pero también nos preocupa cuánta superficie afectada hay.
Algo que pusimos en práctica en esta temporada, aunque ya viene instalándose desde hace un tiempo atrás es que los incendios no tienen nombre, no tienen propietario, no respetan límites, desde la perspectiva de que si se inició dentro del perímetro de una empresa, todos cooperamos y si se inició afuera de la propiedad de una empresa, todos cooperamos también.
Eso ha cambiado y mejorado la presencia de más recursos en los incendios forestales.

¿Cómo describiría su gestión en este segundo periodo en la dirección regional?
Esta experiencia es distinta porque institucionalmente estamos viviendo tiempos totalmente distintos, con varios cambios institucionales. Por ejemplo, se aprobó hace pocos días la ley que crea el nuevo Servicio Público Forestal, que venía tramitándose hace muchos años, y que, en esta oportunidad, tuvo los consensos necesarios y se aprobó.
Por otro lado, se han creado los servicios de Biodiversidad y Áreas Silvestres que saca de la Conaf todo lo que es la administración de los parques y las reservas nacionales. Fue un trámite menos largo que la ley, hubo más consenso. Era necesario establecer y relevar el rol de las áreas silvestres protegidas pensando que hoy día hay un Ministerio del Medio Ambiente, hay preocupación sobre la biodiversidad y obviamente, desde esa perspectiva, el país se fortalece creando una institucionalidad específica.
Creemos que también hay que motivar e instar a propietarios que tienen ciertos recursos que podrían ser dispuestos para la conservación, para la recreación, para ponerlo en valor desde no solamente la perspectiva productiva, sino que también desde esa perspectiva ambiental.
Este servicio se abre a más espacios en donde la protección se necesita. La Conaf tiene una fuerza importante en cómo se creó toda esta institucionalidad y la experiencia que tiene es relevante y es así como todos los funcionarios que trabajan en áreas silvestres pasan al servicio de la Biodiversidad.
¿En este escenario de nueva institucionalidad, cuáles son los desafíos para la región del Biobío en particular?
Nos preocupa mucho el tema de los recursos forestales. Hoy día, los incendios han devastado grandes superficies, tanto de pequeños propietarios como medianos y empresas, y una de las preocupaciones que tenemos es cómo generamos nuevos recursos a partir de la recuperación de esas áreas.
Esto ha afectado a la pequeña y mediana empresa del aserrío por ejemplo, que no tiene o que en un tiempo de mediano o largo plazo no va a tener disponibilidad de madera, y eso genera preocupación no solamente desde el punto de vista ambiental, sino del punto de vista económico.
Ése es un espacio que nosotros tenemos que atacar, que trabajar y no solamente como Conaf, sino que toda la región. Estoy hablando del Gobierno Regional, las instituciones, las empresas, los pequeños propietarios, para que vuelvan a reforestar esos bosques que se quemaron para la protección ambiental y para generar economías que permitan seguir sosteniendo esta actividad económica tan importante para la región, como lo es la forestal.