La disputa por el control de Cementos Bío Bío (CBB) se intensificó, cuando ayer la firma peruana Yura -ligada al grupo Gloria- anunció una modificación en su Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA), la cual fue lanzada sin la aprobación de los controladores.
Mediante esta operación, la cementera del vecino país pretende elevar su participación a un 40% en la empresa de la familia Briones, nacida en Talcahuano. Pero se encontró con competidores; la estadounidense Mississippi Lime Company, que mayo pasado ofreció $1.456 por acción, valorizando a Cementos Bío Bío en US$400 millones, muy por sobre los $1.092 por acción que puso sobre la mesa Yura en un principio.
Así, la firma peruana aumentó el precio a pagar por acción a $1.450, lo que eleva el eventual desembolso de $57.881 millones a $76.850 millones.
Cemento Yura posee 52.680.581 acciones de Cementos Bío-Bío, representativas de un 19,9% del capital de esta, y, en relación con su participación en la administración de la misma, puede designar solo un miembro del directorio. De ser exitosa la oferta, su participación pasaría a 39,9%.
En una carta enviada a los accionistas -según consignó el Diario Financiero-, los directores de CBB señalaron que la oferta presentada por la estadounidense era mucho más atractiva que la de Yura, debido a que refleja «de mejor manera el valor intrínseco de la compañía, sus proyecciones y una mirada de mediano plazo de la evolución del mercado del cemento, cales, de la construcción y de la economía en general».
Asimismo, señalaron que el aumento de la participación de Yura afectaría el desempeño competitivo de la cementera, lo que tendría un impacto directo en sus planes de desarrollo, y en definitiva, en el valor de sus acciones.
Cementos Bío Bío S.A., se crea en 1957 gracias a la visión y empuje de los empresarios Hernán Briones Gorostiaga y Alfonso Rozas Ossa que en 1961 inauguran su primera Planta productiva en Talcahuano orientada a atender el mercado de la zona sur del país, con el impulso también que en la zona generó la puesta en marcha de la Siderúrgica Huachipato.
Para abarcar la zona norte, en 1978, adquiere una participación mayoritaria de la Industria Nacional de Cemento S.A., Inacesa, en Antofagasta, completando su adquisición en 1985.
En 1996 incursiona en el extranjero, participando en la creación de la sociedad Inversiones San Juan S.A. y adquiere las instalaciones y minas de la Compañía Minera del Pacífico S.A., ubicada en Argentina.
En 1998 ingresa al mercado de la zona centro con la puesta en marcha de Planta Curicó, señalada entonces como la más moderna de su tipo en Chile.
En 2009 amplía su capacidad instalada con una nueva planta de molienda de cemento, en el Puerto de San Antonio, la que inició sus operaciones el año 2012.
En 2015 adquiere la totalidad de la participación accionaria en Inversiones San Juan S.A., dueña del negocio de Cal en Argentina.