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Cuatro viñas ubicadas entre San Rosendo y Yumbel fueron escogidas para mostrar estos vinos tradicionales de la región.
Parras centenarias, que son cepas antiguas traídas por los conquistadores españoles: País, Moscatel de Alejandría, Malbec, Carignan y Cinsault, entre otras, conforman un segmento especial que han ido conquistando nuevos espacios en los mercados externos, como “vinos de nicho”, presentes en la provincia del Biobío.
Este interés se vio materializado en estos días con la presencia de un importante importador de Estados Unidos invitado por ProChile Biobío en su misión de promover las exportaciones regionales.
Se trata de Georges Kalligeros, gerente de cartera en DI-Wine en Nueva York, quien tiene una trayectoria destacada en la industria del vino, con experiencia como gerente de cartera, sommelier y participación en actividades de elaboración de vinos. Aunque se concentra en la importación de vinos franceses a Estados Unidos, también está interesado en los vinos chilenos.
El programa preparado por ProChile Biobío incluyó visitas a Viña Sanroke en la comuna de San Rosendo, donde fue recibido por Cristián Rozas. Posteriormente llegaron a Agrícola Estación Yumbel en el sector Santa Rosa de Choique, donde fueron recibidos por Daniela Tapia.
La siguiente parada, que incluyó degustación y almuerzo fue en Viña Cacique Maravilla, donde fueron recibidos por su propietario Manuel Moraga en el Fundo El Almendro. El día de visitas concluyó en Viña Umpel, también ubicada en la comuna de Yumbel, siendo recibidos por Ricardo Yáñez.
Kalligeros se mostró gratamente sorprendido por la calidad de los vinos encontrados en la Provincia de Concepción: “son justo lo que estaba buscando y espero lograr acuerdos con algunos de estos productores para exportarlos a Estados Unidos, donde estoy seguro de que tendrán un buen recibimiento entre nuestros clientes”.
El director regional de ProChile en Biobío, Cristóbal Herrera, destacó la “excelente recepción que siempre nos entregan los productores vinícolas de este Valle del Biobío, que producen algunos de los vinos más interesantes de la zona centro sur de Chile”.
Añadió que “esta visita es relevante porque Estados Unidos es uno de los principales clientes para el vino chileno y si llegan a las estanterías de las tiendas especializadas en Nueva York, con clientes muy conocedores y exigentes, es una prueba de la calidad que están alcanzando estos productos”.