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Ingeniera chilena con más de 40 años en la industria de la tecnología de la información, ha sabido combinar su conocimiento técnico con la capacidad de desarrollar soluciones innovadoras para tiempos cambiantes.
Mónica Cárdenas, socia fundadora & gerenta general de TLine Chile, una compañía de servicios de consultoría y tecnología de la información que garantizan la continuidad operativa, con presencia en México, Argentina, Uruguay, Estados Unidos y Chile, y es una de las protagonistas históricas de la evolución de la industria de la informática y las tecnologías.
Proviene de una familia marcada por un sólido matriarcado, cuando su madre enviudó y sacó adelante a su familia (Mónica de 5 y Francisco de 7 años). Así nació en Mónica la inquietud de realizarse como mujer, sin dejar nunca de lado la idea de ser profesional.
Amante de las matemáticas desde niña, contó con el apoyo de su entorno para establecerse metas y alcanzarlas a costa de disciplina y empeño.
Las estadísticas de brecha de género en las TI no son auspiciosas en Chile, pese al esfuerzo sostenido de muchas mujeres como Mónica, se estima que no más del 30% de las mujeres participan en carreras tecnológicas y este porcentaje disminuye al momento de tomar cargos de alta dirección y de toma de decisiones.
De hecho, el estudio «Radiografía de Género 2023» del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, evidencia que a nivel mundial (Ocde, Foro Económico Mundial y ONU Mujeres), el porcentaje de mujeres tituladas en áreas de formación STEM al año 2022 en Chile, fue solo de un 8%, siendo uno de los países con el porcentaje más bajo entre los miembros de la Ocde (que promedian un 16%).
Asimismo, según el cuarto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas de Chile publicado en 2023, la presencia femenina en directorios de empresas aumentó de un 13,2% en 2021 a un 14,7% en 2022. A pesar de que la participación de mujeres en directorios continúa siendo inferior al promedio de la Ocde (28%), sí manifiesta un aumento en la participación femenina en cargos de alta dirección, tanto en el sector público como privado.
¿Cuál es en tu opinión la razón de esta baja participación en cargos de alta dirección en las TI?
Efectivamente en las carreras de tecnología o de ciencia hay una menor cantidad de mujeres, eso ha sido histórico. Hay mucho menos mujeres en esos estudios que en otros de humanidades o de arte, por ejemplo. En cuanto a las habilidades de liderazgo, yo diría que hay más confianza en la partida del hombre que en la de la mujer. Si bien hay excepciones de referentes femeninos, lo cierto es que aún la opinión masculina en un tema tecnológico es mejor recibida que si viene de una mujer. En general creo que, ante una posibilidad de dar una opinión, la mujer la piensa más de una vez, ya que podría tener la sensación de ser tildada de menos capaz. El conocimiento y la confianza va más allá del género, pero socialmente se destaca más un error en la mujer que en el hombre.
¿Cómo podríamos cerrar la brecha en el sector de las tecnologías?
Creo que es un proceso y sin duda estamos mejor que en mis comienzos en 1980. Es natural que el sector evolucione y mejore la participación femenina, no obstante según estudios de género del MinCiencia, nos quedan 120 años para alcanzar la equidad. Esto va más allá de los plazos, las políticas y las cuotas de participación, se trata de un cambio cultural y de romper paradigmas.
¿Te defines como una mujer tecnológica?
Es decir, creo que en la vida uno adquiere herramientas y conocimientos, pero la hoja de ruta es dinámica, ya sea por oportunidades o elecciones personales. Yo partí dedicada a la informática, pero más adelante estuve en la parte comercial. No reniego en lo más mínimo de ese cambio, ya que en ambos roles adquirí destrezas, y creo que conocer desde lo técnico aquellos dolores de las organizaciones, me permitió pensar y proponer soluciones más efectivas. Esta experiencia dual me ayudó mucho cuando fundamos TLine, ya que he estado en ambas caras de una misma moneda y he logrado liderar equipos diversos de trabajo. Me gustaría definirme más como una emprendedora, porque creo que es el sueño de muchos tener una compañía en la que puedas hacer lo que te gusta.
¿Consideras que en Chile existe talento femenino desde un aspecto técnico?
Sí, de todas maneras hay una capacidad de la mujer importante para trabajar y liderar equipos en distintos ecosistemas. Creo que la mujer también tiene una mayor capacidad de resiliencia frente al mercado laboral, para reinventarse sin lidiar con el ego. Una mujer puede moverse en un mercado laboral de forma mucho más simple, mientras que el hombre tiende a tener ciertos estándares que no le permiten ver otras oportunidades.
En cuanto a las habilidades técnicas, no creo que tengan que ver con el género, sino más bien con características de personalidad y estilos de liderazgo, que involucran rigor y la disciplina.
¿Cómo observas estas tendencias en otros países de Latinoamérica?
Me relaciono con otros cargos de TI de mujeres en la región latinoamericana y de hecho hemos comentado anécdotas con pares de Brasil y Costa Rica, por ejemplo. Y la sensación es la misma. Es mucho más simple para nosotras las mujeres hablar entre mujeres con respecto a la estrategia tecnológica, que hablarlo en mixto. No necesitamos validarnos entre nosotras. Surge naturalmente un sentimiento de sororidad.
¿Qué aspectos observas en las nuevas generaciones mujeres TIC?
Hoy día los jóvenes en general, tanto hombres como mujeres, tienen proyecciones y expectativas diferentes. Cuando salí de la universidad uno no pensaba en hacer un viaje de año sabático o de lo que sea al egresar, uno salía y se ponía a trabajar. Hoy en cambio, existen más oportunidades de viajar fuera o de hacer un posgrado en cuanto egresas. Quizás eso incide en la fuga de talento chileno, tanto en hombres como mujeres.
Las tecnologías son un campo muy atractivo, dinámico, en permanente expansión que nos obliga a seguir actualizándonos, y eso también es desafiante para las generaciones más jóvenes, sin mencionar que las tecnologías son transversales a todas las disciplinas.