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Trabajadores de flota y de plantas pesqueras del Biobío refutan cambios en fraccionamiento

  • “No estamos de acuerdo con el fraccionamiento ni las licitaciones, quitarle la proporción a la industria es quitar puestos de trabajo”, señalaron trabajadoras.

En el marco de la discusión de la Ley de Pesca, el jueves recién pasado se desarrolló en Valparaíso el Consejo de Pesca, hasta donde llegaron consejeros nacionales de Pesca, representantes del Personal Embarcado Industrial y dirigentes de las de proceso del Biobío.

En esta instancia, el subsecretario de Pesca, Julio Salas, presentó la propuesta del Ejecutivo relacionada con el fraccionamiento y las licitaciones en el sector pesquero, una iniciativa que introduce cambios significativos en distintas especies fundamentales para la actividad pesquera del Biobío.

Especies claves

Tras ese encuentro, las trabajadoras de las plantas de procesos de la industria pesquera del Biobío afirmaron que: “No estamos de acuerdo con el fraccionamiento ni las licitaciones, quitarle la proporción a la industria es quitar puestos de ”.

La iniciativa del Gobierno incluyó modificaciones para especies claves como el jurel y la merluza, lo que generó molestia entre las trabajadoras de las plantas de procesamiento de la industria pesquera del Biobío.

Eric Riffo, consejero nacional de Pesca y presidente del Sindicato Interempresas de Oficiales de Máquinas y Marina Mercante

Eric Riffo, consejero nacional de Pesca y presidente del Sindicato Interempresas de Oficiales de Máquinas y Marina Mercante

 

Reacciones de las trabajadoras ante los cambios propuestos

“No aceptamos ni el fraccionamiento ni las licitaciones. En cuanto a la propuesta del jurel, obviamente no estamos de acuerdo, porque 50 y 50, ¿qué harían los compañeros artesanales con ese 50% si se supone que el jurel es para consumo humano? Eso es lo que entendemos nosotros y proponemos. La industria pierde puestos de trabajo cuando le quitan proporción.

Eso es lo que los artesanales no quieren entender o no pueden entender”, afirmó Luisa Zapata, vicepresidenta de la Asociación Gremial de Trabajadoras de Plantas de Proceso del Biobío.

Las dirigentas también alzaron la voz contra las licitaciones. “Cada pez que se pierda es un trabajo menos. Nosotras dependemos de esta industria, y no vamos a permitir que destruyan nuestros puestos de trabajo”, enfatizó.

Un llamado al diálogo y a la protección de los

Paola Sanhueza, presidenta de la Asociación Gremial, agregó que “hoy, en el Consejo Nacional, vimos a un subsecretario más dispuesto al diálogo. Ya no en la típica postura arrogante e impositiva del Ejecutivo. Nuestro llamado es a empoderar el rol de las trabajadoras de las plantas, tenemos que ser parte de esta discusión”.

“Se nos ha cuestionado mucho, como si anduviéramos con maletín y plata. La verdad es que no hemos recibido ningún apoyo del Poder Legislativo ni de algunos parlamentarios. No se puede hablar de proteger los recursos si no se protege a las personas que dependen de ellos. Pedimos que escuchen a los científicos y que las decisiones que se tomen consideren el impacto real en nuestras vidas y en nuestras familias”, concluyó Sanhueza.

Opiniones desde el sector embarcado

Para Eric Riffo, consejero nacional de Pesca y presidente del Sindicato Interempresas de Oficiales de Máquinas y Marina Mercante, “faltó una discusión previa para que saliera una propuesta en conjunto desde el mundo de la pesca, tanto artesanal, industrial y armadores. (…) el subsecretario indicó que el Ejecutivo no está disponible para indicaciones que no sean razonables, pero tenemos la duda de qué es razonable para él”, señaló.

Sostuvo que esta es una reunión que se hizo a destiempo. “Debimos tener esta instancia antes de enviar los al Congreso y a la Comisión de Pesca, y ahora solo podemos esperar que ojalá algunas de las orientaciones que dimos sean acogidas, pero ya estamos con el tiempo en contra.”

Hugo Roa, consejero nacional de Pesca y presidente del Sindicato Interempresas de Tripulantes de la Pesca Industrial del Biobío, valoró la instancia donde los trabajadores finalmente pudieron opinar y debatir. Sin embargo, coincide con Riffo en que las dudas persisten.

“Seguimos quedando con incertidumbre, porque ya hay algunas voces de una parte del sector artesanal donde piden el 50% del jurel. (…) y aunque el Ejecutivo nos dice que el Gobierno se va a preocupar de que haya equilibrio en lo que se vaya a recaudar – es decir, le está dando un enfoque netamente económico – eso también queda en suspenso, porque no sabemos qué van a hacer los parlamentarios. Así que esta discusión continúa”.