La consolidación de la industria y fronteras cada vez más difusas entre los distintos sectores, han atraído a nuevos competidores a formar parte del ecosistema que, se espera, siga creciendo en los próximos años.
La innovación tecnológica y la aparición de nuevos agentes han permitido que la banca abierta evolucione hacia un nuevo mercado, con nuevas oportunidades, pero también con nuevos desafíos: las finanzas abiertas.
Según estudios de Accenture, el principal uso actual de las finanzas abiertas es la gestión de finanzas personales, con un 29%, mientras que el 17% las utiliza para evaluar ingresos y asequibilidad a través de la comprobación de créditos y la toma de decisiones, y el 9% las emplea para realizar pagos y recargas de cuentas.
En ese sentido, y según los informes realizados por Accenture, las fintech han sido los actores dominantes en esta primera fase de desarrollo de las finanzas abiertas debido a que son más ágiles que las grandes empresas e instituciones, además de existir menor regulación en algunas regiones, menor aversión al riesgo y la ausencia de infraestructura heredadas que dificultan APIs abiertas y el intercambio de datos. Esta agilidad les facilita crear y mejorar ofertas rápidamente. Además, están menos reguladas que las grandes instituciones financieras en algunas regiones, lo que les otorga más libertad para experimentar e innovar.
Desde que las finanzas abiertas se han consolidado y han atraído una mayor base de clientes, los bancos se sienten más cómodos con su posible papel en el mercado. Los bancos están comenzando a integrarse más activamente en el ecosistema. Tienen oportunidades de colaborar con las fintech y grandes tecnologías para ofrecer servicios integrados y personalizados y deberán invertir en tecnologías avanzadas como la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático para agregar valor significativo a sus ofertas. Algunos ya han tomado acción, como es el caso de instituciones como DBS en Asia, BBVA en Europa y Citigroup en Norteamérica, desempeñando un papel más importante en el ecosistema.
«A medida que pasamos de Open Banking a Open Finance y Open Data, estamos viendo un movimiento desde un entorno impulsado por la regulación hacia un entorno impulsado por el mercado y las oportunidades», dice Ignacio Vargas, director Ejecutivo de Accenture Chile.
Para convertirse en actores importantes, los bancos deberán crecer más allá de las API de banca abierta que fueron su punto de entrada a este ecosistema en rápida evolución. El crecimiento futuro estará abierto a los bancos que inviertan en gestión avanzada de datos y dominen el uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para optimizar el uso de los datos. Poder conectarnos y comunicarnos fue el primer paso; Ser capaz de agregar un valor significativo es el camino a seguir.
La mayor parte del debate sobre el futuro de las finanzas abiertas ha girado en torno a las posiciones comparativas de las fintech y los bancos, pero hay otros actores que podrían agitar el panorama para ambos.
En primer lugar, recientemente se ha observado que algunas de las grandes empresas de tecnología han entrado al mercado. Este es el caso de Apple, que productos que antes eran competencia del sector bancario. De forma paralela, las superapps han ganado terreno para convertirse en líderes de las finanzas abiertas.
Esto se explica principalmente por el hecho de que se han difuminado las fronteras entre sectores. Ya no existe una separación clara entre las grandes compañías tecnológicas, las entidades financieras (tradicionales o digitales), las empresas de telecomunicaciones y otros proveedores de servicios. Si su empresa de telecomunicaciones ofrece microcréditos, ¿por qué molestarse con el banco? Si pueden usar una billetera digital para realizar compras dentro de su sistema de juego, ¿por qué usar una tarjeta de crédito? Este ecosistema sin fronteras ofrece grandes oportunidades para que los bancos vayan más allá de sus ofertas tradicionales, pero también los abre a competidores nuevos y quizás inesperados.
Tras un comienzo cauteloso, las finanzas abiertas parecen estar listas para crecer rápidamente, al menos en los mercados en los que cuentan con el apoyo del gobierno o en los que las fuerzas del mercado están empujando a los proveedores a participar en el ecosistema.