Según el INE, en términos absolutos, esto representa 11.723 personas más sin empleo en la Región.
La Región del Biobío enfrenta un desafío en el mercado laboral, luego de que la tasa de desocupación subiera a 8,1% en el trimestre móvil noviembre de 2023-enero de 2024, lo que implica un incremento de 1,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Este aumento se debe principalmente a un crecimiento de la fuerza de trabajo (3,5%) que ha superado el de las personas ocupadas (2,0%), según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En términos absolutos, esto representa 11.723 personas más sin empleo.
El empleo en la región ha visto un incremento interanual del 2,0%, con 14.157 personas adicionales encontrando trabajo. Esta alza ha sido más significativa en hombres (2,2%) que en mujeres (1,9%). Los sectores de administración pública y actividades profesionales han sido los principales motores de este aumento, con crecimientos del 16% y 41,1% respectivamente.
A pesar de estos avances, la ocupación informal ha experimentado un descenso, con una tasa que se sitúa en el 26,7%, lo que representa una disminución de 0,7 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Esto se traduce en 809 personas menos trabajando en condiciones informales.
Señales evidentes
Para Carlos Smith, docente e investigador del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo, la economía global atraviesa un periodo de ajuste tras años de liquidez abundante, y las señales de desaceleración comienzan a ser evidentes. “Expertos advierten que, aunque era previsible que el freno a la economía sucediera, las bases para una recuperación sólida y sostenible aún no están establecidas. Este escenario se complica con el aumento del desempleo y la posibilidad de que las cifras empeoren si no se generan condiciones propicias para el crecimiento”, afirmó.
Agregó que el Estado ha mantenido cierto nivel de empleo, pero este esfuerzo tiene sus límites y podría no ser sostenible a largo plazo. Reformas como la ley de pesca, que podrían resultar en el cierre de empresas y la pérdida de empleos en zonas ya afectadas por altas tasas de desocupación, añaden preocupación al panorama actual.
“El gobierno parece enfocarse en reformas que buscan una aceptación política inmediata, pero que podrían no abordar los problemas estructurales de fondo. Las medidas populares, como los retiros de fondos de pensiones, han tenido un impacto positivo a corto plazo en el bienestar de las personas, pero a largo plazo podrían tener consecuencias negativas, especialmente para los más vulnerables”, apreció.
Un hito económico
Sin embargo, el seremi de Economía del Biobío, Javier Sepúlveda, afirmó, que la Región ha marcado un hito en su historia económica al recuperar y superar el número de empleos que se perdieron durante la pandemia de COVID-19. “Según los últimos datos proporcionados por el INE, la región cuenta ahora con más de 710 mil personas ocupadas, una cifra que no solo recupera los empleos perdidos, sino que también establece un nuevo récord de empleabilidad”, apreció.
A su parecer, este crecimiento no solo refleja una recuperación sino también un aumento en la fuerza laboral total, que ahora supera las 770 mil personas. “A pesar de este avance, la tasa de desocupación en la región sigue siendo inferior al promedio nacional, lo que indica un dinamismo sostenido en el mercado laboral del Biobío”, subrayó.
A su vez, Ariel Yévenes, economista del Observatorio Corbiobío y académico de la Facea de la Universidad de Concepción, indicó que el incremento de la desocupación regional no sólo obedece a un proceso de cierre o discontinuidad de operaciones empresariales e industriales.
“Por cierto, resulta muy preocupante el cese de actividades, ya sea parcial o total, que se ha estado produciendo en variados rubros, merced esencialmente al escaso o nulo dinamismo que se evidencia en la economía regional. Pero más allá de eso, preocupa profundamente el marcado estancamiento que se evidencia en la inversión, con carencia de nuevos proyectos productivos emergentes en la región, que sean a su vez capaces de generar una nueva dinámica empresarial, como también mitigar la pérdida de empleos que se generan en otros sectores”, recalcó.
En efecto, dijo que se aprecia un ambiente empresarial marcado fuertemente por la incertidumbre, desconfianza y también pesimismo respecto del devenir de la economía regional en el futuro inmediato y también con tendencia de mediano y largo plazo, de tal suerte que la inversión se encuentra respondiendo mucho menos a los incentivos que puedan provenir desde la política monetaria, estrictamente vía reducciones de tasas de interés.
A nivel nacional, el desempleo se ubicó en 8,4% durante el trimestre noviembre 2023 – enero 2024. Esto, porque la cifra significó un incremento de 0,4 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, debido a que el alza de la fuerza de trabajo (3,4%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,9%).