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Mensualidad de salas cuna subió 11 % en el Biobío

A nivel nacional, alza fue de 7%, superando la de 2022, cuando llegó a 5%.

Un incremento de 11% mostró la mensualidad de una sala cuna en la , lo que se ve directamente relacionado con el IPC, que ha superado las expectativas, sobre todo desde el año pasado.

Según un estudio de Edenred, el precio en la zona pasó de $361.736 el año pasado a $401.673 este 2023, más que el promedio nacional, que pasó de $393.096 a $420.950, es decir, un reajuste de 7%, alza que superó a la registrada el año anterior, cuando la mensualidad subió 5%.

Esto quiere decir que, por ejemplo, para una familia cuyos jefes de hogar ganan $1.000.000 entre ambos, y que tienen dos hijos —uno en una sala cuna—, el ingreso no alcanzaría. Si asumimos que viven en Santiago Centro, donde el arriendo de un departamento con dos habitaciones cuesta alrededor de $470.000, le sumamos la canasta básica y el costo de la sala cuna, los precios no alcanzan.  Esto, teniendo en cuenta que los padres o no pueden o no quieren utilizar el beneficio de Jardines Junji. 

Datos de regiones

De acuerdo con la de Edenred, en la Región de Atacama se registró el alza más pronunciada (de 16%) donde el valor subió de $377.700 en 2022 a $437.740 en 2023. Por su parte, en la región donde se produjo un menor aumento en la mensualidad fue Coquimbo, donde subió 1%, de $362.199 en 2022 a $363.336 en 2023. En la Región Metropolitana el aumento fue similar al promedio nacional, ya que alcanzó el 7%. En la RM los valores pasaron de $404.129 en 2022 a $432.642 en 2023.   

Daniela Catalán, académica de Ingeniería Comercial de la , indicó que son varias las razones que pudieran explicar que en Biobío las salas cunas y jardines no estén dentro de las más caras. “La primera causa podría estar dada por una demanda menor a la oferta existente en la región, lo que no genera una presión en los precios y, por lo tanto, una mayor alza, es decir, podría ser que existe más competencia en el mercado de las salas cunas, lo que hace que los precios no se disparen. También es probable que exista menor número de mujeres que se encuentren trabajando, lo que hace otra vez que la demanda de salas cunas sea menor”, explicó.  

Sumó que la es el aumento sostenido y generalizado de los precios, entonces, que esta disminuya significa que los precios se mantienen subiendo, pero más lento. “Si estuviéramos hablando de una deflación los precios disminuirían, pero no es el caso actual. Los precios siguen subiendo, pero de una manera más lenta”, acotó.  

De todas maneras, dijo, mientras mayor sea la proporción del ingreso que se gaste en este tipo de bien, al aumentar su precio genera que las personas piensen en tomar la decisión de dejar de demandar el servicio. Esta decisión no es fácil, pues para algunos miembros de la familia de ella depende la posibilidad de trabajar, pues no contar con red de apoyo y jardín impide que sea parte del mercado laboral. Lo que se ha visto es que en nuestro esto afectaría a las mujeres, por lo tanto, esto podría generar repercusión futura en el empleo femenino.  

Migración

A su vez, Cristián Briceño Ribot, gerente de Marketing de Edenred, sostuvo que el incremento en el costo de la vida también se observa en las mensualidades de las salas cuna, donde se registra un alza superior a la que se produjo en 2022. “En el caso de las regiones con mayor aumento en los valores es probable que se expliquen por una mayor demanda debido a fenómenos como la migración y el mercado laboral”, según su punto de vista

“Entendemos la importancia que tiene para las madres contar con el beneficio de Sala Cuna, es por eso que en Edenred buscamos facilitar la gestión y asegurarse de que ésta sea lo más cómoda posible y así ayudar a conciliar la vida laboral y familiar”, asegura Briceño, quien agrega que “la maternidad, sobre todo en el contexto actual, es un proceso que requiere de múltiples apoyos y nosotros buscamos ser un aporte en ese sentido”, cerró.