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Procesos de las personas para superar problemas económicos siguen marcando el plano económico, según expertos.
A lo largo del año 2022 en Chile, 1.038 empresas se declararon en quiebra, de las cuales, según datos de la plataforma digital de gestión de riesgo y monitoreo de deudores, Sheriff, más del 70% se trataron de micro y pequeñas.
De estás, las industrias más afectadas fueron la del comercio, la construcción y la manufacturera. A lo anterior se suma que entre enero y marzo de este año hubo 150 personas que decidieron renegociar, con un alza anual de 341%. Para el mismo periodo, 15 firmas optaron por la reorganización, con un incremento de 275%.
Para Pablo Cifuentes, socio de CBC Abogados, al efectuar una comparación entre la cantidad de procesos concursales iniciados en los meses de enero, febrero y marzo de 2023, con aquellos iniciados en los mismos meses de 2022, se puede apreciar que no existe una diferencia significativa en lo que concierne a las Liquidaciones de empresas y personas -que se han mantenido estables en uno y otro periodo (en una alta cantidad)-, no obstante las Renegociaciones y Reorganizaciones efectivamente han experimentado un aumento sustancial.
“Es decir, no es que la renegociación y la reorganización se estén imponiendo a la liquidación, ya que el aumento en estos procesos no se refleja en una disminución proporcional de liquidaciones, sino que parece ilustrar un incremento en los usuarios de la ley concursal, que a su vez podría dar cuenta de un agravamiento económico (al menos en lo que concierne al mismo periodo en 2022)”, apreció.
Viabilidad
Mientras que Diego Messen, abogado socio de Moraga & CIA, los procesos se explican porque la liquidación fue generalmente la salida que se aplicó a las empresas que fueron golpeadas por la pandemia, por lo que hay una estricta relación a esta situación y a una mayor concurrencia a procesos de liquidación (quiebra) en comparación con la renegociación.
“Es de recordar, que la renegociación o reorganización son solicitadas por las empresas que ven viable en el futuro su negocio, pero solicitan plazos de pago o prórrogas con sus acreedores, pero no se ven del todo afectada por crisis tan severas”, analizó.
Por ello, dijo, lo que se está viendo hoy en día, son empresas que se someten a este tipo de acuerdos, por falencias económicas puntuales, pero ya no a una crisis generalizada como fue los efectos de la pandemia.
Pablo Bravo abogado de Expertosendeudas.cl, agregó que probablemente, la reorganización ha sido una forma de enfrentar de mejor manera la desaceleración económica, manteniendo -con mejores condiciones de enfrentar los pasivos- la viabilidad y estabilidad del negocio al largo plazo.
“Se puede ver una diferencia en el análisis de marzo 2022 a marzo 2023 en que las renegociaciones pasaron de 35 a 150 y las liquidaciones de personas de 587 a 566, es decir si bien se ha acortado la distancia no hay comparación entre ambos procedimientos en el sentido en que en cuanto a procedimientos de personas la preferencia sigue siendo la liquidación”, explicó.
Datos
En relación con las empresas se pasó, aseveró que de 4 reorganizaciones a 15 y en las liquidaciones de empresas de 280 contra 258, entonces se repite este fenómeno en que se acorta la distancia, pero sigue siendo aún abismante en preferencia a los procedimientos de liquidación de empresas y personas.
“En todo caso un fenómeno importante es el énfasis mediático que se ha dado a las reformas a la ley de quiebras que solamente buscan potenciar la renegociación y la reorganización y ese impulso mediático influye en las preferencias de las personas, pero no con la misma proporción que la buena fama que tiene la liquidación”, indicó.
Finalmente, Bravo dijo que las personas mantienen siempre su inclinación a un procedimiento voluntario de liquidación en vez de uno de renegociación o reorganización, ya que si bien éstos últimos les otorgan nuevos plazos para reestructurar, el actual escenario de incertidumbre país, hace que no tengan la seguridad de poder cumplir en un futuro, aún con condiciones más ventajosas que las iniciales, y siempre con la incertidumbre que si no llegan a acuerdo pueden decantar en una liquidación (quiebra) forzosa.