Avanzando en su tramitación en el Servicio de Evaluación Ambiental de Biobío, se encuentra el proyecto “Parque Eólico Junquillos”, de la empresa Colbún S.A.
La iniciativa, que demandará una inversión de US$570 millones a ejecutarse en la comuna de Mulchén, ingresó como Estudio de Impacto Ambiental (EIA) el 16 de diciembre pasado al SEA y consiste en la construcción y operación de un Parque Eólico constituido por 63 aerogeneradores, con una potencia nominal de hasta 7,5 MW cada uno, totalizando una potencia nominal instalada de hasta 472,5 MW.
La energía generada por el Parque será evacuada a través de una red colectora subterránea de 33 kV, que conducirá la energía eléctrica desde cada aerogenerador hacia la Subestación elevadora Junquillos, la que elevará la tensión desde 33 kV hasta 220 kV, para luego evacuar la energía a través de una Línea de Alta Tensión de 2×220 kV proyectada hacia la Subestación Mulchén (existente), emplazada en la comuna de Mulchén, según consigna el EIA.
El objetivo general, señala el documento, es generar energía renovable no convencional, mediante el uso del recurso eólico del área. La energía generada será finalmente aportada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) a través de la conexión del Proyecto a la Subestación Mulchén, ya existente.
La iniciativa busca contribuir a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y de contaminantes locales como MP, NOx, SOx, de la industria energética a través de la generación de energía limpia, en línea con las propuestas e ideología de la política energética 2050, la que busca para el año 2050, lograr un 100% de la generación eléctrica del país, a partir de energías renovables o energías cero emisiones (renovables aportarán 80% al 2030, enfatizando que los sistemas eléctricos deberán estar preparados para lograrlo).
El inicio de la ejecución del proyecto, está previsto para enero de 2024 y se estima que durante su construcción demandará 923 puestos de trabajo en el peak, pero solo 30 para su posterior operación.
El Proyecto se localizará en la provincia de Biobío, específicamente en la comuna de Mulchén, próximo a las rutas Q-80, Q-650, Q-750 y Ruta 5.
El EIA expone que “el recurso eólico tiene como mayores características su condición aleatoria y variable, considerando que depende única y exclusivamente de la condiciones atmosféricas, lo que significa que, para determinar el potencial de éste, se requieran exhaustivas mediciones como condición previa para el desarrollo de proyectos destinados a su aprovechamiento. Sin embargo, la Región del Biobío cuenta con uno de los mayores potenciales eólicos”.
Las justificaciones
De acuerdo a las estimaciones del Programa de Energías Renovables en Chile del Proyecto Estrategia de Expansión de las Energías Renovables en los Sistemas Eléctricos Interconectados, las zonas disponibles que presentan un elevado recurso eólico y cumplen con las restricciones territoriales determinadas por la presencia de áreas protegidas, condiciones geográficas como altura o topografía, presencia de proyectos lineales como líneas férreas o red vial, entre otras, indican que mayoritariamente las zonas con mayor potencial eólico estarían concentradas en el valle central entre las regiones del Biobío y de la Araucanía, en la península de Arauco incluyendo su costa sur, en la cordillera de la costa de las regiones de Los Ríos y de Los Lagos, y en la Isla Grande de Chiloé.
De hecho, uno de los puntos de evaluación consistió en la selección de subáreas que, de acuerdo con los resultados del estudio, podrían tener una extensión suficiente para instalar parques eólicos de varias decenas de MW de capacidad instalada, de las cuales destaca la Región del Biobío. Por lo tanto, resulta destacable esta zona para el desarrollo de parques eólicos de las características consideradas para el Parque Eólico Junquillos, dice el documento.
Finalmente, cabe mencionar que, en el diseño del Proyecto se incluyó una serie de estudios y criterios medioambientales y sociales, con el objeto de generar la menor intervención en el entorno, con el fin de disminuir la posible afectación sobre la flora, fauna terrestre y los grupos humanos cercanos, consigna el EIA.