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Por Regina Massai, directora Ejecutiva en Forest Stewardship Council Chile (FSC Chile)
Uno de los hechos significativos del recién pasado año 2022 reunió a Presidentes, Jefes de Estado, Ministros y negociadores, activistas climáticos, representantes de la sociedad civil y directores ejecutivos de empresas y organizaciones, en noviembre en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh para el encuentro anual más relevante sobre cambio climático, la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27).
Así también, hay que destacar la Conferencia de las Partes del Convenio para la Diversidad Biológica, que se llevó a cabo en diciembre de 2022 en la ciudad de Montreal, Canadá (COP15), con dos años de retraso por la pandemia Covid-19. Esta conferencia tuvo como principal objetivo la adopción del Marco Global de Diversidad Biológica Post 2020. Este marco ofrece una visión estratégica y una hoja de ruta mundial para la conservación, protección, restauración y gestión sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas durante la próxima década. Las expectativas de esta COP15 se centraron principalmente en acordar un marco ambicioso, a través de la acción transversal y horizontal de distintos actores (https://www.cbd.int/conferences/2021-2022)
La COP27 se orientó, como en las anteriores, a discutir medidas concretas para hacer frente a la emergencia climática, que incluyen desde la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia y la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático, hasta el cumplimiento de los compromisos de financiamiento de países desarrollados, frente a daños como consecuencia climática en países en vías de desarrollo.
No obstante que el acuerdo final de la COP27 no logró la ambición que pretendía, pueden destacarse algunos logros como la creación de un Fondo para Pérdidas y Daños, que contribuirá a los objetivos de adaptación al cambio climático, particularmente en países en vías de desarrollo. Así también debe destacarse la invitación a las Partes a que consideren acciones basadas en los océanos y bosques, es decir, se insta a considerar acciones basadas en la naturaleza o enfoques basados en ecosistemas.
Lo anterior se reafirma con información entregada por UN Environment Programme World Conservation Monitoring Centre: “Aproximadamente el 60% de las extinciones de especies previstas podrían evitarse mediante la restauración efectiva del 15% de las tierras reconvertidas. La restauración de los ecosistemas podría detener e invertir la pérdida de biodiversidad y mejorar los servicios ecosistémicos”. Se señala también que “las medidas para detener la pérdida y degradación de los bosques mediante su manejo sostenible, conservación y restauración pueden aportar el 27% de la solución para evitar la catástrofe climática”.
Las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) jugaron así un rol importante en las discusiones de la COP27 y se confirmó que existe consenso en torno a que los bosques tienen un rol fundamental que desempeñar en combatir los efectos del cambio climático. En este sentido, el director general del Forest Stewardship Council, FSC internacional, Kim Carstensen, lanzó oficialmente la Coalición Climática FSC en el contexto de la COP 27, un nuevo esfuerzo que convoca a distintos sectores y diferentes voces a formar parte de la Coalición para abordar el rol que bosques y estándares como el FSC, desempeñarán en el combate al cambio climático, donde el FSC busca asegurar que Pueblos Indígenas, comunidades locales, pequeños propietarios y administradores forestales se beneficien por participar en la certificación y en el creciente mercado del carbono.
El rol de la Coalición Climática FSC será entonces, ser una plataforma multisectorial de alianzas para crear y probar soluciones climáticas cuyo origen esté en los bosques. La meta de la iniciativa es convertir las ideas en acciones reuniendo a socios desde diversos puntos de la cadena de valor, como son los desarrolladores de proyectos, corporaciones, inversionistas, los estándares de carbono, representantes de pueblos indígenas, de la sociedad civil y entidades de investigación.
La manera de abordar la complejidad de la certificación, la contabilidad de carbono, los créditos de carbono y los derechos de carbono serán los temas principales de la Coalición Climática FSC, que comenzará a congregarse formalmente a principios de este año 2023.
Se espera que este espíritu de alianza que promueve FSC se haya reactivado en cada uno de los actores mundiales que se han comprometido en la lucha contra el cambio climático, donde la COP27 buscó renovar la solidaridad entre los países para cumplir el histórico Acuerdo de París, que se adoptó en beneficio de las personas, de la biodiversidad y del planeta.
A su vez, en la COP15 de Diversidad Biológica, se logró la adopción del Marco Global para la Diversidad Biológica Post 2020, donde las naciones parte del Convenio alcanzaron lo que se veía poco probable: establecer 23 objetivos para proteger y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030 y cuatro objetivos para vivir en armonía con la naturaleza en 2050.
Estos desafíos establecidos en 2022 en ambos encuentros mundiales fortalecen la misión y el compromiso con la sociedad y la naturaleza.