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Tasa de desocupación de la Región del Biobío fue 6,3% en el trimestre agosto-octubre de 2022.
Al parecer, la Región del Biobío ha mostrado resiliencia frente al empleo, puesto que la tasa de desocupación de la Región del Biobío en el trimestre móvil septiembre-noviembre de 2022 fue de solo 6,3%, cifra que disminuyó 1,3 puntos porcentuales en doce meses, explicado por el mayor aumento de las personas ocupadas (6,0%), en proporción al presentado por la fuerza de trabajo (4,5%), según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Según el reporte, las personas desocupadas disminuyeron 13,7% en la comparación interanual, lo que significó 7.369 personas menos en esta condición, mientras que las ocupadas presentaron un crecimiento interanual de 6,0%, equivalente a 39.503 personas más, influenciado por las mujeres (11,2%) y los hombres (2,5%).
Sobre los sectores que más incidieron en el ascenso de las personas ocupadas fueron comercio (10,9%) y enseñanza (7,7%). Por su parte, asalariados informales (34,5%) y empleadores (50,6%) fueron las categorías que más influyeron en el aumento de las personas ocupadas.
Informalidad
La tasa de ocupación informal se situó en 27,1%, registrando un incremento de 2,3 puntos porcentuales en doce meses. Las personas ocupadas informales mostraron un alza interanual de 16,1%, equivalente a 26.079 personas más.
La tasa de participación alcanzó 54,2%, registrando 2,1 puntos porcentuales más que igual trimestre del año anterior. La tasa de ocupación de 50,8% ascendió 2,6 puntos porcentuales, en doce meses.
Según sexo, la principal incidencia en las mujeres se observó en el tramo 35-54 años, con un aumento de 14,6% (incidencia 7,0 puntos porcentuales), mientras que en los hombres fue el segmento de 55 y más años, con alza de 12,9% (incidencia 2,9 puntos porcentuales).
Aparte, la tasa de desocupación femenina de la región fue de 6,8%, disminuyendo 1,0 puntos porcentuales en doce meses, explicada por el mayor aumento de las ocupadas (11,2%), en relación al exhibido por las mujeres en la fuerza de trabajo (10,0%).
La tasa de participación femenina se ubicó1 en 45,1%, ascendiendo 3,8 puntos porcentuales en doce meses, por su parte, la tasa de ocupación femenina creció 3,9 puntos porcentuales en su variación interanual, situándose en 42,0%. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo decrecieron 5,9%.
Por su parte, la tasa de desocupación masculina se situó en 5,9%, disminuyendo 1,6 puntos porcentuales en doce meses, como consecuencia del mayor aumento de los ocupados (2,5%), en comparación al presentado por la fuerza de trabajo en hombres (0,7%).
La tasa de participación en los hombres se ubicó en 63,9%, creciendo 0,1 puntos porcentuales en doce meses, a su vez, la tasa de ocupación masculina subió 1,2 puntos porcentuales en su variación interanual, situándose en 60,2%. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo se elevaron 0,3%.
Vaivenes del mercado
Sobre este escenario, Ariel Yévenes, economista del Observatorio de Corbiobío, sostuvo que uno de los elementos más característicos que señala a los mercados y la economía en el escenario contemporáneo es que variables como el empleo tienden a responder más tardíamente a los vaivenes del mercado y ello es especialmente evidente respecto de dicha variable, sobre los cambios en consumo.
“En efecto, desde hace ya varios meses que se registra desaceleración económica, pero, más importante que ello en este caso, es el evidente estancamiento de la inversión privada, que a la postre es el motor más relevante de generación de empleo. Es en este sentido entonces que señalamos que las cifras de empleo aún no reflejan plenamente la tendencia hacia la desaceleración bien profunda que se avecina”, explicó.
Sumó que, ahora bien, en cuanto al empleo femenino, es preciso señalar que siendo este segmento el más afectado por el contexto de pandemia, aun cuando marca cifras positivas de empleo, aún no es posible dar por superado lo anterior y decir que el empleo se ha recuperado plenamente en lo que a generación de nuevas plazas de trabajo de empleo femenino se refiere.
A su vez, Carlos Smith, economista del Centro de Estudios de Economía y Negocios de la FEN de la Universidad del Desarrollo, afirmó que las cifras aún no muestran los signos de la menor actividad en la Región del Biobío, porque al ver lo que está pasando en Chile, en algún minuto se podría apreciar que la gente que está entrando al mercado laboral, hagan que la tasa empiece a aumentar.
“En la zona eso no pasa y seguramente ocurrirá en la medida que haya menor actividad económica, porque gente que no estaba en el mercado comenzará a buscar empleo, lo que podría mostrar deterioro en los números. Sin duda que la época estival ayuda a la generación de puestos, aunque preocupa la informalidad”, sostuvo.
Sumó que el hecho de que las mujeres lideren el empleo, es un factor importante, porque estaban fuera de este sector, pese a que muchas no regresen al mundo laboral. “Regionalmente estamos aguantando mejor que en otras partes y deberemos esperar qué pase en los próximos meses, que serán mejor gracias al verano, pero en marzo se podría ver alguna diferencia”, proyectó.