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Variables externas y cierta claridad en la proyección del resultado amortiguaron las consecuencias.
La apreciación del peso chileno frente a la caída de $30 que mostró el dólar fue uno de los efectos inmediatos tras el triunfo de la opción Rechazo en el plebiscito de salida frente a la propuesta de una nueva Constitución para Chile.
Efectivamente, el mercado reaccionó con optimismo, ya que los inversionistas disminuyeron el grado de incertidumbre ante la consulta del pasado domingo, aunque analistas advierten que variables externas siguen siendo factores claves a la hora de proyectar el escenario económico venidero, el que pasa también por el debate que se viene para una nueva Constitución.
El director del Magíster en Tributación de la Unab, José Navarrete, puntualizó que el mercado apostó por el triunfo del rechazo, por lo que la situación ya estaba, de cierta manera incorporada en las predicciones, sostuvo.
“Como era de esperar, el precio del dólar fue a la baja hoy lunes (ayer). Sin embargo, podría ser un efecto transitorio, toda vez que el éste depende de múltiples factores, tales como el precio del cobre o las decisiones que se tomen en la FED. Sería apresurado indicar que el dólar se mantendrá a la baja, sin embargo, la instabilidad política que representaba la propuesta, es un factor que hoy ya no está presente”.
Sobre el efecto en la inversión, Navarrete dijo que es difícil establecer el efecto concreto dado lo reciente del resultado, sin embargo, recordó que hay un consenso transversal en cambiar la Constitución.
“En ese sentido, la incertidumbre va a estar presente hasta que el proceso se complete. Hay que estar atentos a la vía que se utilizará para el nuevo texto, y en caso de ser una nueva convención, como la mayoría espera, analizar la composición política de esta. Creo que las inversiones seguirán lentas mientras no se cierre completamente el capítulo”.
Lo que sí quedó más claro fueron los efectos en los mercados. Prueba de ello es la mejoría del Ipsa en la jornada de ayer.
“El texto propuesto generaba mucha inseguridad a la hora de invertir, por lo que el mercado lo miraba con temor. La alta votación se puede leer como que la inmensa mayoría, sin colores políticos definidos, está por un cambio (según datos del plebiscito de entrada) pero no por cambios radicales (según datos del plebiscito de salida) lo que debería colocar cierta calma en el mercado. En rigor, se podía interpretar como una validación del actual modelo económico, lo que es una buena noticia para el mercado, en un contexto complejo a nivel mundial, de una recesión que ya se aproxima”.
Se esperaba una reacción más positiva
Pese a lo anterior, el operador de renta variable de Vector Capital, Jorge Tolosa, planteó que se esperaba una reacción aún mucho más positiva.
“El Ipsa cerró en definitiva con una variación de 2.16% y el dólar cerró en valores similares a los del día viernes. La razón de esto porque está el cierre en Estados Unidos por el Día del Trabajo, entonces no se tiene una idea clara porque una parte del mercado no está activa, que son los inversionistas de afuera”.
Con todo, expresó Tolosa, lo anterior se explica también porque el mercado tenía de cierta forma incorporado el triunfo del Rechazo, lo que amortiguó el alza.
“Lógicamente, este escenario está provocando algunos efectos cuantitativos. Por ejemplo, las proyecciones de crecimiento para 2023 se tornan más positivas, lo que no está ligado a las estrategias contra la inflación del Banco Central, sino más bien al tema de la baja de la incertidumbre y mejores expectativas económicas que tendrán inversionistas y empresarios al no existir la amenaza de esta propuesta que se votó el domingo. Entonces, si el próximo año se esperaba una caída del PIB en torno al 0,4%, hoy más bien se proyecta equilibrio, o sea 0%, ,y esto se va a plasmar en la valorización de los activos. Hay consenso que el Ipsa podría crecer un 10% más y el dólar podría caer en torno al 5% más, es decir, situarse entre $830 y $850, y la tasa de interés de los papeles de renta fija también caer por la menor incertidumbre”.
En cuanto a la proyección, Tolosa dijo que aún está muy en pañales el nuevo proceso constitucional, “son cosas por definirse”, planteó.
Asimet Biobío pide celeridad
El presidente de Asimet Biobío, Gustavo Alcázar, dijo que se hace necesario “fijar cuanto antes un itinerario constitucional claro para despejar las incertidumbres”.
Para el dirigente gremial, el clima de incertezas que ha predominado en los últimos meses ha sido la principal causa de que no se hayan activado proyectos de inversión en la región, “lo que tiene a la economía en un compás de espera que le hace mucho daño al sector productivo”, señaló.
Según Alcázar, el nuevo proceso institucional que se debe iniciar es una oportunidad para que los chilenos saquemos lecciones de lo aprendido: “El contundente rechazo al texto constitucional es un llamado de atención para que en el nuevo proceso se actúe con mayor humildad y sin exclusiones. Hoy se ha hecho evidente que ni la Constitución que nos ha regido durante las últimas décadas, ni el texto que fue rechazado, son opciones que pueden lograr la tan necesaria cohesión social que necesitan los países para desarrollarse. Será necesario llegar a un consenso amplio, lograr un gran Acuerdo Nacional para continuar con un proceso constituyente que logre fijarnos un rumbo y un marco institucional que cuente con el aval de todos los chilenos”, sostuvo.
En cuanto a la macrozona Sur, Alcázar afirmó que los resultados del plebiscito “confirmaron sin duda alguna que los habitantes del Biobío queremos avanzar con unidad y en paz social y que la propuesta plurinacional no nos representa”.
Finalmente, el presidente de Asimet Biobío indicó que, como industriales manufactureros, “junto con una institucionalidad que nos permita crecer y producir, estamos interesados en recuperar la actividad del sector productivo, porque todo Chile pierde si a la industria le va mal, son los chilenos los que pierden la oportunidad de tener más y mejores empleos, puestos de trabajo de calidad, agregar valor a nuestra economía, apostar por la innovación y la capacitación, que es la forma que los países modernos han elegido para recuperar el crecimiento”.