Un factor adicional es la incertidumbre que genera la tensión entre Rusia y Ucrania, que podría presionar los precios de las materias primas, lo que puede estimular una mayor inflación internacional y nacional.
El control de las presiones inflacionarias, mejorar la competitividad de las pymes, recuperar el empleo y responder a las expectativas de amplios sectores de la ciudadanía en el cumplimiento de una serie de demandas sociales son, a juicio de destacados economistas del Biobío, los desafíos más urgentes a resolver por parte de las nuevas autoridades económicas del país.
Hay tres temas claves que marcan el corto plazo en lo económico, dice Ariel Yévenes, economista Observatorio de Corbiobío. “El primero es cómo se articulan la política fiscal y la monetaria para lograr controlar las presiones inflacionarias que aún persisten y en lo cual, aparentemente, los incrementos sucesivos de tasas de política monetaria no están siendo plenamente efectivos”.
Un segundo es generar incentivos y un ambiente socioeconómico adecuado para el fomento y recuperación de la inversión. “Esto es estratégico para recuperar sosteniblemente el empleo de calidad”, sostiene.
A lo anterior, Yévenes suma la necesidad de adaptar adecuadamente las políticas a los vaivenes e incertidumbres de orden internacional que, estima, van a persistir durante este año y que tienen en el precio de materias primas, combustibles y energía puntos de presión importantes para el desempeño económico de corto y mediano plazo.
COMPETITIVIDAD DE LAS PYMES
“Es verdad que el Banco Central tiene un rol clave, pero requiere de complicidades con el Ministerio de Hacienda”, acota el ingeniero Comercial, Universidad del Bío-Bío, Dr. en Economía y Gestión de la Innovación y Política Tecnológica de la Universidad Complutense de Madrid, Francisco Gatica Neira, para quien lo fundamental es el control de la inflación.
Un factor adicional, es la incertidumbre que genera la crisis existente entre Rusia y Occidente en torno a Ucrania, y que en la tarde de ayer se inició con el envío de tropas de Rusia a Donetsk y Luhansk, que podría presionar los precios de las materias primas lo que puede estimular una mayor inflación internacional y nacional. La complejidad es mayor considerando que la economía mundial todavía está en un proceso de ajuste por la pandemia.
También es crítico implementar un plan de mejora de competitividad de las pymes regionales, en temas como transformación digital, internacionalización e innovación y, a su juicio aquí, el rol fundamental es del Ministerio de Economía y los Gobiernos Regionales.
Con todo, es crucial el ajuste de expectativas en el contexto del nuevo gobierno. “Las primeras señales que dé Hacienda serán claves», señala Gatica.
LA FUERZA DE LAS EXPECTATIVAS
Precisamente, el encauzar las expectativas son el eje clave para el economista de la Universidad de Concepción y doctor de economía de la Toulouse School Of Economics, Claudio Parés Bengoechea.
Afirma que hay sectores muy esperanzados en que la dupla Boric-Nueva Constitución resolverá «mágicamente» una serie de demandas sociales y eso no ocurrirá, afirma. Cree que, lamentablemente, parte de ese sector saldrá a las calles y protestará si no se comunica adecuadamente la razón por la que es imposible resolver esos problemas de inmediato.
Mientras, en la vereda del frente, el sector empresarial, aunque más pragmático, se mantendrá especialmente sensible a cualquier medida económica, ya sea de aumento de impuestos, mejora de condiciones laborales (sueldo mínimo, reducción de jornada laboral, etc.), precisa Parés.
“En ese tira y afloja, el afán del Ejecutivo por mantener ´la fiesta en paz´, podría perjudicar aquello que decía Ricardo Lagos: «La primera tarea de Chile es crecer, todo lo demás es música». Y esto es especialmente válido hoy. Dadas las condiciones actuales, la mejora de las condiciones laborales, sociales, medioambientales, etc., requiere que seamos capaces de producir más y mejores bienes. Sin eso, la redistribución es básicamente inútil”, sentenció el economista de la UdeC.
Finalmente, resumen que “manejar las condiciones y las comunicaciones de modo que entendamos que para que todos tengamos algo de aquello que esperamos, necesitamos trabajar y esforzarnos. Habrá que tomar decisiones duras, porque «para comer tortilla hay que quebrar huevos», pero si no se manejan las expectativas, el nivel de decepción puede ser demasiado alto y terminar perjudicándonos a todos. Ese me parece que es el gran desafío”, cerró Claudio Parés Bengoechea.