Diego Mora, gerente de estudios XTB LATAM
Desde su primer mandato como presidente, Donald Trump ha forjado un vínculo inquebrantable con los mercados financieros. Su administración ha considerado el mercado de valores como un barómetro de la salud económica nacional y una forma de demostrar el éxito de políticas orientadas a incrementar la riqueza de los estadounidenses.
Esta fascinación por el mercado de valores se reflejó en su comunicación: entre 2016 y 2020, Trump publicó cerca de 500 mensajes en redes sociales, la gran mayoría de los cuales elogiaban el mercado de valores o los récords alcanzados por los índices, en particular el S&P 500. Esta alta frecuencia —en promedio dos tuits por semana— subrayaba la importancia del desempeño bursátil en su estrategia política.
Es poco probable que este enfoque en el mercado cambie en un segundo mandato. El mercado de valores es, de hecho, uno de los vehículos de inversión más populares en Estados Unidos, con un 56% de los hogares que poseen acciones, solo detrás del mercado inmobiliario (65%). Trump también es consciente de su influencia directa en los mercados a través de sus declaraciones en redes sociales, una palanca estratégica que ha usado a menudo. Durante la guerra comercial con China, sus anuncios —incluso los vagos— sobre el progreso de las negociaciones eran suficientes para hacer que las acciones subieran.
Si Trump gana en noviembre, el mercado de valores podría reaccionar positivamente. El entorno económico y monetario actual también le sería favorable: la Reserva Federal ya ha comenzado un ciclo de relajación monetaria mientras el crecimiento económico se mantiene estable. Estas condiciones suelen ser favorables para el crecimiento del mercado.
Finalmente, Trump podría ejercer una mayor influencia sobre la Fed. Según algunas fuentes, incluso está considerando un control parcial a través del Tesoro. Esta idea, planteada inicialmente para medir la reacción pública, forma parte de un deseo de reevaluar el rol de la Fed, una institución duramente criticada por Trump durante su primer mandato. Entre 2018 y 2019, criticó a la Fed por subir las tasas de interés y reducir la liquidez, lo cual, según él, perjudicó al mercado de valores. Así, las propuestas del equipo de Trump incluyen la posibilidad de fortalecer el control de la Casa Blanca sobre las decisiones de tasas de la Fed, destituir al presidente de la Fed antes del fin de su mandato e involucrar al Tesoro en las operaciones de compra de bonos de la Fed.
Un segundo mandato de Trump podría fortalecer significativamente su influencia sobre los mercados financieros, hasta el punto de que el alza de los índices bursátiles podría convertirse casi en un objetivo presidencial. Todo parece alinearse para un repunte hacia fin de año.