Francisco Goycoolea, gerente comercial de CFC Capital, afirmó que se pudo apreciar un aumento en la demanda de herramientas alternativas de financiamiento.
Pese a que hubo crecimiento económico durante el año pasado, sobre todo a partir de los subsidios y retiros, no fue un año de despegue para las pymes. La falta de liquidez y el lograr cumplir con los compromisos financieros fue el principal obstáculo para los emprendedores.
Francisco Goycoolea, gerente comercial de CFC Capital, aseguró que “se pudo apreciar un aumento en la demanda de herramientas alternativas de financiamiento durante el primer semestre de este año debido a las restricciones que tienen muchas pymes para acceder a un crédito en la banca. Actualmente ellos no tienen la capacidad de acoger con precisión las necesidades de cada emprendedor, que mes a mes da miles de empleos y es el sustento de familias enteras”.
-Junto a la falta de liquidez, este año las pymes podrían enfrentar un sueldo mínimo de $400 mil. ¿De acuerdo a lo que ha visto, están preparadas para enfrentar esa alza?
-Ninguna pyme está preparada para un cambio de este tipo, la realidad hoy es que todas están afectadas por una estrechez de liquidez, por lo que cualquier flujo que represente una salida de caja no programada se traducirá en una situación problemática para ellas. Un nuevo escenario como este podría traducirse en una disminución de la fuerza de trabajo que generan las pymes. Existirá un subsidio del gobierno que podría paliar en parte este efecto, pero habrá que ver cuándo y cómo se generará esta ayuda a las pymes por parte del gobierno.
-El año pasado fue de despegue, pero, ¿cuánto tardarán las pymes en recuperarse de lo que fue la crisis social y la pandemia?
-Es cierto que al parecer lo peor ya pasó, pero el período de recuperación es bien relativo, hay muchas pymes que están relacionadas por ejemplo al sector construcción el cual está muy impactado por la situación de inflación, altas tasas de los créditos hipotecarios y la gran alza que han sufrido el precio de los materiales, por lo tanto en este rubro se ve bastante complejo el tema de la recuperación. Por otro lado, la industria del turismo se ha visto beneficiada por las nuevas políticas en cuanto a la pandemia porque sus números han ido en mejora, pero para recuperarse deberá pasar un plazo largo dado el nivel de impacto que tuvo esta industria durante la pandemia. En resumen, dependerá mucho del sector de la industria en el cual se desempeñe la pyme, pero claramente una recuperación real del sector tardará aún un tiempo largo.
-¿Este año será para sobrevivir o muchas quebrarán?
-Como señalé anteriormente, creo que lo peor ya pasó, pero no debemos olvidar que se anticipan trimestres negativos y un 2023 de casi nulo crecimiento. Luego si bien estamos aún en un periodo de reactivación, se anticipan periodos complejos. Los que pudieron recuperarse estarán mejor preparados, pero los que no lo hacen aún podrían sufrir mucho en los próximos meses. En cuanto a la quiebra o sobrevivencia de las pymes, el escenario actual de inflación, altos precios y tasas de financiamiento elevadas en nada contribuyen a la mejora del sector pyme. En general, creo que todavía habrá varias pymes que no serán capaces de aguantar y terminarán sucumbiendo ante todas las variables señaladas anteriormente. De todas maneras, habrá sectores más golpeados en ciertas industrias y habrá otros que serán capaces de sobrevivir.
-¿Qué proyección ven en porcentaje de crecimiento al leasing y el factoring este año por parte de las pymes?
-El producto leasing no vemos hoy que pueda tener un crecimiento importante, este es un producto que está directamente relacionado al financiamiento de activos fijos a largo plazo, por lo que, en escenarios económicos como este, con inversiones a la baja, su desempeño en nuevos flujos es históricamente negativo. por lo que debiera mantenerse más menos igual e incluso podría decrecer. En el factoring dado que es producto de financiamiento de corto plazo, a través de la cuenta por cobrar, en la medida que se controle la inflación y se reactive la economía este financiamiento debiera tener un crecimiento en relación directa al flujo de facturas. En todo caso, para el resto del año 2022 se ve una proyección de crecimiento de la actividad económica más o menos plana, así que a su vez el crecimiento del factoring debiera comportarse de la misma manera.