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Actores locales analizaron las posibles consecuencias del anuncio que una gran empresa de transporte internacional hizo de dejar de recalar en Lirquén, eliminando este puerto de la región del Biobío como conexión directa con el gigante asiático.
La naviera china Cosco Shipping Lines anunció este martes que, a partir de marzo, los barcos de su filial OOCL dejarán de recalar en Lirquén para comenzar a hacerlo en Chancay, Perú, desde donde seguirán atendiendo a Lirquén y San Antonio a través de embarcaciones de menor calado. Aunque ésta es sólo una de las 18 líneas navieras que actualmente operan en puertos chilenos, diversos actores locales coinciden en que urge adoptar medidas de forma urgente.
ACTUAR YA
El académico de la Universidad del Desarrollo Carlos Smith Clavería entiende la medida porque, como toda empresa, esta naviera “quiere ser lo más eficiente posible, bajar sus costos y la eficiencia es parte importante de eso y, por lo tanto, claramente el puerto de Chancay es mucho más eficiente” y, en este sentido, sostuvo, “esto es una muestra de que tenemos que hacer cosas en la práctica cosas de verdad, no solamente declaraciones de intenciones, sino que empezar a movernos ya, hay que tomar esto como una política de Estado de ser más competitivos como país, pero hay que hacerlo ya y eso no lo estoy viendo en la práctica, sólo en el discurso y en los diagnósticos”.

En la misma línea, el senador por la circunscripción 10 Gastón Saavedra Chandía sostuvo que “es urgente que los dueños de puertos de la región del Biobío tengan un diálogo con las autoridades de la región para ver cómo se enfrenta sistémicamente el desafío de los cambios que están habiendo en materia de inversión en infraestructura portuaria, en las decisiones que están tomando las líneas navieras, y los problemas y dificultades que hay en esta guerra comercial entre Estados Unidos y China, que evidentemente va a perjudicar al país respecto a su competitividad y más a nuestra región que está destinada a pasar a ser de segunda división en la Cuenca del Pacífico”.

CARENCIAS Y FALTA DE PLANIFICACIÓN
En el mismo sentido, el gerente general de Asexma Biobío Alfredo Meneses Olave comentó que “esto es consecuencia de un tema mayor que es la pérdida paulatina que ha tenido nuestro país en materia de logística del comercio exterior en términos de infraestructura y de una política más agresiva y de entender la importancia que tiene el comercio exterior”.
Para el representante de los exportadores, la situación se ve agravada por el desarrollo de la gran plataforma logística instalada por capitales chinos en el puerto peruano de Chancay lo que, “lamentablemente ha derivado en que nuestro país ha sido relegado a un segundo o tercer lugar en nuestra región”.
Esto tiene consecuencias especialmente graves para el Biobío dado que, detalló, Meneses, “sobre el 50% de su Producto Interno se exporta y esto obedece a una falta de una planificación seria a nivel nacional y es un tema que se arrastra a lo menos 20 años. Nuestra región tiene un sistema logístico sobrepasado hace mucho rato, una infraestructura de conectividad carente”.

IMPACTOS EN EMPLEO Y PRECIOS
Las consecuencias, afirma Meneses, de esta “pérdida de competitividad gradual” serán “una precariedad en el empleo en empresas exportadoras y también en desempleo”.
Un análisis similar de la situación tuvo el presidente de la CPC Biobío Álvaro Ananías Itaim quien sostuvo que los impactos para Biobío son graves porque “no es sólo un efecto de la cantidad de carga que puede salir del Puerto Lirquén, sino que también todo el empleo y todo lo que genera como desarrollo económico, el efecto de los puertos en nuestra región”.

El líder regional de la CPC hizo un llamado a las empresas del ámbito portuario a mantener su competitividad para, sostuvo “poder potenciar nuestros puertos para que efectivamente saquen más productos y los puertos de la región del Biobío sean un hub para toda la zona centro sur del país”.
En ese sentido, Carlos Smith sostuvo que el desafío es mantener los puertos del Biobío en un nivel competitivo a nivel global “y hoy día no lo estamos haciendo y otros países pueden tener ventajas comparativas” y, en términos de los impactos de esta decisión, especialmente si se convierte en tendencia, Smith citó que “los costos cambian y, eventualmente, puede haber algún efecto sobre los precios”.