-
Como principal efecto está una baja de $35,6 de la UF a partir de abril tras más de 24 meses al alza.
Ernesto Pérez Riquelme es un padre de familia de 50 años que recibió con relativo optimismo la baja del IPC de febrero (-0,1%) que gatillará desde abril la primera caída de la UF en más de dos años, ya que ello implicará una disminución de su cuota de crédito hipotecario que viene pagando desde el año 2010.
“Partí pagando una mensualidad de poco más de $100.000 en 2010 y hoy estoy pagando $149.000, por lo que esta noticia viene en aliviar en algo el bolsillo y permite creer que pueda ser el comienzo del fin de la continua alza del costo de la vida”, estimó.
Efectivamente, es “una buena noticia para el país”, dijo el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ya que, contra lo esperado, la caída del índice tomó por sorpresa a los analistas que preveían una baja pero más moderada (-0,4%). No obstante, tres de las doce divisiones que conforman la canasta del índice aportaron incidencias negativas en la variación mensual, favoreciendo la dinámica en favor del bolsillo de los chilenos.
La directora de postgrados de la USS, Karin Bravo, destacó que después de más de dos años con variaciones mensuales positivas, este indicador tuvo una variación negativa del -0,1% mensual. La académica reconoció que si bien esta disminución no compensará los 27 meses de alza sostenida de los precios de la economía, al menos es un respiro para los presupuestos de las personas, que mes a mes han visto disminuir sus ingresos disponibles en términos reales.
“Debemos recordar que la variación del IPC del año 2021 fue de 7,2% mientras que el del 2022 fue del 12,8%, por lo que esta cifra más que una disminución, hay que verla como un punto de inflexión a un mejor control de los precios”.
¿Inflación 2023 bajo los dos dígitos?
Para el académico del Departamento de Economía y Finanzas de la UBB, Francisco Gatica, la variación negativa del IPC de febrero pone en evidencia dos fenómenos. El primero es estacional, sostuvo.
“Antes de la pandemia el IPC de febrero habitualmente era cercano a cero, principalmente explicado por la mayor oferta de frutas, la menor demanda de transporte, entre otras variables; por tanto estamos volviendo a lo habitual. El segundo es una tendencia de mayor control de inflación que ya se había visto de manera tímida en el último trimestre del 2022. Lo anterior explicado por una contracción del gasto público por parte Hacienda y el aumento de las tasas de interés por parte del Banco Central, reduciendo la demanda agregada. Se suma a lo anterior la caída del precio del dólar y al menor incremento del precio de los insumos internacionales, por ejemplo, el petróleo)”.
Gatica concluyó que la variación del IPC de febrero del -0.1% está por debajo de lo esperado por los Operadores financieros del Banco Central del +0.3%, lo que resulta una buena noticia, enfatizó, agregando que existen expectativas que la inflación anual del 2023 esté por debajo de los dos dígitos.
En sintonía, el director del Centro de Estudios Cerregional, Renato Segura, estimó que la economía está dando señales de estabilización y, “será un año no necesariamente recesivo pero de bajo crecimiento, lo que obviamente crea un efecto de disminución de presión a los precios”.
Paños fríos
Para el abogado y coordinador de la red expertoendeudas.cl, Benjamín Jordan, es relevante entender que se está frente a un escenario de inflación hasta el momento similar al del año 2022: “en enero con la misma inflación de un 0,8 y febrero nunca ha sido un mes de alta inflación. Ahora bien, cuando vemos el poder adquisitivo de las familias pensamos en sus necesidades más básicas sin embargo la medición del INE también considera bienes y servicios de poca relevancia en los grupos de menores ingresos como por ejemplo paquete turístico, pasaje aéreo y suscripción a gimnasio. Todo esto distorsiona la realidad en relación a la medición del INE contratada con la del ministerio de desarrollo social por ejemplo”.
Ahora bien, Jordan sostuvo que existen fuertes motivos para creer que este año existirá una inflación analizada alta superior al 9% y principalmente dice relación con el aumento del 19% a los servicios por el IVA, y el +6% previsional, que si bien no se miden en el resultado operacional de una empresa o en el llamado Ebitda, si constituyen en la práctica una disminución en las utilidades de las empresas que tiende a traspasarse a precio al consumidor final.
“Este incremento en los servicios podría llevar que aún cuando estén bajando los productos, la inflación no se frene y el costo de la vida siga aumentando para las familias que viven en nuestro país”.