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Desocupación superó el 9% en el Biobío de acuerdo con el INE. Académica no descarta que este año la región llegue a los dos dígitos.
La tasa de desocupación en la Región del Biobío se ubicó en 9,1% durante el trimestre febrero-abril de 2025, según los datos entregados por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La cifra representa un aumento de 0,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año pasado, debido a la nula variación de la fuerza de trabajo y la leve caída de los ocupados (-0,3%), mientras los desocupados crecieron 3,4%.
La tasa de participación laboral alcanzó 56,5%, mientras la tasa de ocupación fue de 51,4%, lo que implicó una baja de 0,5 puntos porcentuales en doce meses. Preocupa especialmente el desempleo femenino, que llegó a 10,8% (un alza de 0,9 puntos), en contraste con el 7,9% en los hombres, que incluso disminuyó levemente (-0,1 puntos).
Entre los sectores más golpeados destacan la industria manufacturera (-5,7%) y el comercio (-2,6%), mientras que por categoría ocupacional sobresale la caída entre trabajadores por cuenta propia (-3,6%) y empleadores (-18,2%).
Hacia los dos dígitos
Daniela Catalán, académica de la Facultad de Economía, Negocios y Gobierno de la Universidad San Sebastián, advirtió que el mercado laboral regional muestra claros signos de estancamiento. “La brecha de género sigue marcando el panorama: el desempleo femenino alcanzó un preocupante 10,8%, frente al 7,9% en hombres, reflejando desigualdades estructurales en acceso, permanencia e informalidad laboral”, agregó
De mantenerse las tendencias actuales, Catalán proyectó que la región podría superar la barrera del 10% de desempleo en los próximos meses, ya que los indicadores de subutilización de la fuerza de trabajo (19,6%) revelan que el problema va más allá del desempleo abierto: muchas personas están subocupadas o disponibles para trabajar, pero no logran insertarse en el mercado laboral.
Estancamiento económico
Para Ariel Yévenes, analista económico y académico de la Universidad Andrés Bello, sede Concepción, estas cifras reflejan que, pese a algunos meses con indicadores económicos positivos, “la economía chilena se encuentra estancada”. Según Yévenes, esto está directamente relacionado con la falta de inversión en los últimos años, lo que “no otorga sostenibilidad ni sentido de largo plazo a una potencial recuperación del crecimiento”.
El académico advierte que en este contexto “es el empleo femenino y de jóvenes el que más se ve afectado”, por lo que urge implementar medidas concretas para reactivar la inversión. Además, alerta sobre el impacto de la informalidad creciente, que refleja cómo las personas recurren a empleos informales para sobrevivir. “Mitigar la incertidumbre que afecta a la inversión es clave para entrar en una senda definitiva de recuperación económica, lo que ya constituye un imperativo urgente”, enfatiza.
Proyectos detenidos
Carlos Smith, docente investigador del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad de la UDD, considera que la situación en la región “es compleja, con tasas muy altas, acercándonos a los dos dígitos”. Aunque cree que es poco probable superar ese umbral, critica la falta de creación de empleo sostenible y señala que muchos proyectos están detenidos o son muy intensivos en capital, pero poco generadores de mano de obra.
“Estamos lejos de las tasas a las que estábamos acostumbrados, bajo el 8%, y tampoco se ve que vaya a mejorar mucho. Nos vamos en muchas buenas intenciones, pero necesitamos de verdad destrabar proyectos, dejar de aumentar los costos laborales, y aquí las mujeres son las más perjudicadas”, advierte Smith. Incluso recuerda al experto David Brown, quien calificó la situación como una “emergencia laboral”. Según Smith, no se ha dimensionado correctamente la gravedad del problema: “Por lo tanto, hay que hacer algo, eso es súper relevante, y más en una región como esta”.
Visión del gobierno
Desde el gobierno, el seremi de Economía del Biobío, Javier Sepúlveda, pone matices al análisis, destacando que pese al complicado contexto, la región ha mostrado capacidad de absorber mano de obra desempleada. “El desempleo del 9,1%, si bien nos preocupa y ocupa, es una tasa menor a la que se esperaba hace algún tiempo. Recordemos que en los primeros momentos del siglo XXI la tasa superaba el 10%”, señala.
Sepúlveda también subraya como una señal positiva la reducción de la informalidad laboral, que ha descendido del 28% a cifras en torno al 25%, lo que considera fruto de políticas públicas que “han estado funcionando”, aunque reconoce que deben profundizarse. “Una persona que está empleada de manera informal no tiene acceso a ciertos derechos laborales, ni al sistema de previsión de salud, ni a sus ahorros para la jubilación”, enfatiza.
Finalmente, el seremi asegura que el gobierno continuará trabajando en el plan de fortalecimiento industrial y en medidas específicas para enfrentar las brechas, especialmente en la desocupación femenina, que sigue siendo una de las principales preocupaciones.
