-
Mientras que obtener una RCA en Biobío demora en promedio 410 días, los proyectos de mayor envergadura, que requieren una Evaluación de Impacto Ambiental, pueden tardar hasta 1.870 días, casi el doble que en otras regiones del país.
Un informe de la Universidad San Sebastián (USS) reveló cifras preocupantes sobre el impacto económico de la permisología en la región del Biobío. Según el estudio, los retrasos en los trámites ambientales representaron pérdidas por US$ 100 millones en 2024, lo que equivale al 5% del costo nacional total, calculado en US$ 2.200 millones.
El llamado Índice de Costo Económico por Permisología (ICEP) mide las pérdidas por el retraso en la puesta en marcha de proyectos sometidos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
En Biobío, dos de cada tres proyectos (65%) sufrieron retrasos en su tramitación, impactando no solo en inversión sino también en empleo: se estima que, de aprobarse los proyectos atascados, se generarían 5.300 nuevos puestos de trabajo, especialmente en el rubro energético.

Plazos llegan al doble
Los plazos son otro punto crítico. Mientras que obtener una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en Biobío demora en promedio 410 días, los proyectos de mayor envergadura, que requieren una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), pueden tardar hasta 1.870 días, casi el doble que en otras regiones del país.
El informe destaca que, pese a que en 2024 la inversión aprobada alcanzó US$ 550 millones, esta cifra es 48% menor al promedio de los últimos 20 años. Para muchos, estos datos reflejan la urgente necesidad de modernizar los procesos de evaluación ambiental, sin sacrificar los estándares de protección, para destrabar oportunidades económicas y laborales clave para la región.
Alejandro Weber, decano de Economía de la Universidad San Sebastián, sostuvo parte del problema radica en que los proyectos más retrasados son, paradójicamente, los de energías renovables, como parques eólicos, a pesar del compromiso nacional por descarbonizar la matriz energética.

Impacto en el promedio
Otro factor estructural es el bajo flujo histórico de proyectos en Biobío: en 2024 se tramitaron solo 34, de los cuales se aprobaron 24. “Esto significa que los retrasos en apenas dos o tres proyectos impactan fuertemente el promedio. Además, aunque Biobío representa cerca del 7% del PIB nacional, su inversión apenas alcanza el 3%, reflejando una falta de impulso económico regional”, remarcó.
Weber señala que es urgente eliminar trabas políticas en el proceso, dar más poder resolutivo al Servicio de Evaluación Ambiental y agilizar la evaluación de proyectos que cumplen la normativa.
“El rol clave es de los gobiernos regionales y locales, especialmente bajo la nueva figura de los gobernadores regionales, para coordinar esfuerzos, presionar reformas y destrabar cuellos de botella que hoy impiden que Biobío avance hacia un desarrollo económico más sostenible y competitivo”, cerró.