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Actores de sectores públicos y privados se reunieron en un panel de discusión en la UdeC, donde enfatizaron la importancia de la prevención para disminuir progresivamente la cantidad de este tipo de eventos catastróficos en la región.
Marzo pasado cerraba con alerta roja en todo el territorio de la región del Biobío a causa de la situación de los incendios forestales -con más de seis focos simultáneos- que, entre otros efectos, obligó a conformar en dos ocasiones el Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) y al Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) y a destinar nueve aeronaves para el combate de los siniestros. Esto, a pesar de que la cantidad de siniestros y la superficie afectada por ellos registraron una disminución del 20%, de 1.314 a 1.054, según la dirección regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Estos son algunos de los datos que sirvieron de base para el análisis de la situación regional al respecto, que diversos actores realizaron en un panel de discusión este miércoles en la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, bajo el título ‘Aprendizajes de la temporada de incendios forestales 2024-2025’.
El evento fue coorganizado por esa unidad académica y la Corporación Chilena de la Madera, Corma, y en la conversación, moderada por el vicedecano Eduardo Peña, intervinieron el director regional de Conaf Esteban Krause, Myriam Mellado de la Red de Prevención Comunitaria, Ramón Figueroa del Departamento de Protección del Bosque de Corma, Rodrigo Montero, alcalde de Florida, Julio Torres del Colegio de Ingenieros Forestales y el director regional de Senapred Alejandro Sandoval.

Sistema integrado
Para mayor contexto, Figueroa comentó que Biobío es la región con la mayor cantidad de incendios por temporada con un histórico de más 2.200 eventos, por lo que las cifras registradas en las últimas dos épocas estivales son efectivamente más bajas. “Es la región que tiene más recursos de combate en proporción a su territorio, porque tiene recursos del Estado, pero a la vez de privados y además es la única región que tiene combate nocturno en todo Chile, tiene una cantidad importante de brigadas. tiene más puntos de detección, etcétera”.
Uno de los puntos que más enfatizaron los expositores es la importancia de la prevención. “Los incendios se apagan en invierno”, afirmó Figueroa y, en ese sentido, destacó el avance que ha experimentado nuestra región en términos de prepararse con tiempo para la temporada más álgida en esta materia. “Hemos pasado de tener sistemas independientes de combate de incendios a un sistema bastante integrado entre las empresas junto con Conaf y con Bomberos y esa mirada que estamos dando en la región les está mostrando a otras regiones de Chile que, para que realmente se provoque sinergia real son muy importantes la comunicación, coordinación y la anticipación, tanto, en las centrales de incendios como en el terreno operacional”.

Nuevo escenario rural
Enrique Krause comentó que “para nosotros, como Conaf, es muy importante poder generar espacios de participación en esto para poder sensibilizar a la comunidad, (porque) el tema de los incendios debe ser un tema de todas y de todos por el impacto que generan esos incendios en la economía, en la parte ambiental, social, en el temor que se genera en la comunidad”.
Sobre el contexto actual de la problemática en la región del Biobío, el personero explicó que “la realidad rural ha cambiado significativamente en cuanto a la cantidad de población que vive en el sector, gente que tiene su primera vivienda, que ha instalado una segunda vivienda, y eso hace también cambiar las estrategias de combate en el tema de los incendios forestales” y agregó que, muchas veces, “no se dimensiona el impacto económico que esto genera en el gasto público y en el gasto de las empresas que dedican parte de sus recursos en el combate de los incendios forestales”.
Y en cuanto a la importancia de trabajar en prevenir estos eventos, Krause dijo que “es una de las tareas que queremos incorporar, señalar y poder involucrar a más actores, o sea, la prevención no puede sólo hacerse desde la desde la empresa o desde Conaf y, por ejemplo, los municipios cumplen roles importantes en sus territorios, pueden contribuir a mejorar esa prevención y podríamos seguir bajando la ocurrencia”.

Dudas sobre el proyecto de ley
En el mismo sentido, el representante del Colegio de Ingenieros Forestales Julio Torres se preguntó “¿Por qué no nos encargamos de reducir la ocurrencia de incendios forestales?. La prevención tiene que ser ‘con apellido’, la prevención de la ocurrencia de incendios forestales” y, en ese sentido criticó el actual proyecto de ley que regula la prevención de incendios forestales y rurales que actualmente está en trámite en el Senado, ya que sostuvo, “apunta a la prevención del daño, no de la ocurrencia”.
Para el profesional, el problema es que “se asume el incendio como inevitable, entonces, la visión es que, una vez que ocurrió, hay que atacarlo lo más rápidamente posible para que se queme la menor superficie posible. Nosotros encontramos que eso no es adecuado. Nosotros (en el Colegio) creemos que los incendios son evitables”.