-
De acuerdo a la encuesta de victimización elaborada por la CNC, sube casi 1% en segundo semestre de 2024. Sin embargo, gremios del Biobío no creen en las cifras. Víctimas ya no denuncian por falta nulo avance de la justicia.
La creciente ola de delincuencia que afecta a los comerciantes de Concepción y Talcahuano ha generado una profunda preocupación en el gremio, que ha alzado la voz para exigir medidas más eficaces por parte de las autoridades.
De acuerdo a la encuesta de victimización elaborada por el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC) evidencia que, durante el segundo semestre del 2024, un 61,5% de los locales fueron víctima de algún delito
El sondeo que se realizó entre el 9 de enero y el 21 de febrero de 2025 a 1.202 establecimientos de Iquique, Antofagasta, Viña del Mar-Valparaíso, Gran Santiago, Concepción-Talcahuano, Temuco y Puerto Montt, da cuenta de una tasa de victimización de 61,5% resultado que se ubica levemente por encima de la medición anterior (59,6%).
El delito y/o falta con mayor ocurrencia es hurto (27,5%) aumentando respecto a la medición anterior, seguido por daños materiales al local – que incluye incendios, destrozos y rayados, entre otros – (25%) y hurto hormiga (24%). Luego, viene robo de accesorios de vehículo comercial (14,2%), delito económico (11,4%) y robo de mercancía en ruta donde un 8% de los encuestados fue víctima. Por su parte, el robo con violencia afectó a un 5,2% de los encuestados y saqueos con 4,3%.
A su vez, un 47,4% responde que el comercio ambulante ilegal en su barrio ha aumentado y un 39,6% dice que se mantiene igual. Destacan Valparaíso-Viña donde un 64,9% menciona que se ha incrementado y Concepción-Talcahuano donde un 64,9% menciona que este fenómeno ha aumentado, junto con Iquique y Temuco.

Comercio de Concepción y Talcahuano duda de la acción judicial ante alza de delitos
Problema de magnitud
Sara Cepeda, presidenta de la Cámara de Comercio de Concepción, expresó que el sistema actual de seguridad y justicia está lejos de abordar la realidad de la inseguridad que enfrentan día a día, que es un problema de magnitud regional y comunal, por lo que considera necesario que los impuestos relacionados con la seguridad sean establecidos a nivel local, adaptados a las distintas realidades de cada comuna. «Lo que pasa en el norte no es lo mismo que lo que vivimos aquí en Concepción. La situación es completamente diferente, y creemos que el impuesto debería subir al doble», afirmó la presidenta de la Cámara de Comercio.
Uno de los puntos más críticos que Cepeda destacó fue la falta de denuncias por parte de los comerciantes, a pesar de que los asaltos son una constante. La cámara realizó un trabajo de puerta a puerta, en el cual entrevistaron a 84 locatarios. De ellos, 60 habían sido víctimas de asaltos en los últimos dos meses, pero sorprendentemente ninguno de ellos había realizado una denuncia ante las autoridades.
«La gente ya no cree en el sistema de justicia. Muchos nos comentan que los trabajadores también influyen en la decisión de no denunciar, por miedo a represalias por parte de los delincuentes», indicó Cepeda.

Comercio de Concepción y Talcahuano duda de la acción judicial ante alza de delitos
Falta de confianza
La presidenta del gremio subrayó que la falta de confianza en las autoridades y en el sistema judicial ha llevado a los comerciantes a sentirse impotentes. «La estadística no refleja lo que está pasando en realidad, ya que los delitos no se están denunciando. Las autoridades hablan de zonas cero, pero en la práctica no existen. Lo que pasa es que la gente ya dejó de creer, no ve sentido en denunciar si no va a pasar nada», aseguró.
El aumento en la violencia y la agresividad de los delincuentes también fue otro de los puntos que Cepeda destacó. En los últimos meses, los robos no solo han aumentado en frecuencia, sino también en brutalidad. «Antes los delincuentes robaban productos y se iban, pero ahora entran, golpean a los trabajadores, y no tienen miedo de enfrentarse con nadie», señaló. Además, mencionó que la normalización de la violencia en la sociedad es otro de los problemas que agrava la situación. «La gente ya no se sorprende, ha comenzado a normalizar este tipo de situaciones», comentó.
Por otro lado, Cepeda concordó con el diagnóstico de otros dirigentes gremiales, como Manuel López, presidente de la Cámara de Comercio de Talcahuano, quien también expresó su desconfianza en la justicia y el Ministerio Público. Ambos dirigentes coinciden en que las leyes actuales no están adaptadas a la nueva realidad de la delincuencia.
Cepeda agregó que, si bien las leyes son buenas, se requiere un cambio legislativo para hacer frente a los nuevos tipos de delincuentes, que no dudan en usar la violencia extrema para cometer sus crímenes. «Hace diez años, el delincuente era diferente. Ahora, por tan solo mil pesos, pueden llegar a asesinar a alguien. La situación ha cambiado», advirtió.
Maquillaje de las cifras
López recalcó que las autoridades han tratado de “maquillar” las cifras de delincuencia, destacando que la verdadera magnitud del problema está lejos de ser reflejada en los reportes oficiales. “No es una sensación de inseguridad, es una inseguridad real, desatada. Los delitos ocurren todos los días y, lamentablemente, las víctimas ya no denuncian porque saben que no van a recibir una respuesta”, expresó López, quien lleva años trabajando de cerca con los comerciantes locales.
El dirigente señaló que muchos de los delitos que afectan a los comercios no son denunciados, ya que los comerciantes se sienten desalentados por la falta de resultados de las denuncias anteriores. “La gente se cansa de denunciar, porque sabe que no va a pasar nada. Si vas a la fiscalía, te citan varias veces, pero siempre te piden más pruebas, y ya no hay más pruebas que las que tienes: el delincuente está identificado, las cámaras lo captaron, pero no avanzan”, explicó.
López no escatimó críticas hacia el sistema judicial y el Ministerio Público, al asegurar que la falta de acción por parte de la Fiscalía y los Juzgados de Garantía es una de las principales causas de la impunidad que sienten los comerciantes. “No confío en el Poder Judicial ni en la Fiscalía. Los delincuentes salen libres y eso genera un sentimiento de impotencia en los ciudadanos. ¿Cómo es posible que un delincuente con varias órdenes de detención quede libre?”, cuestionó.
Asumir las pérdidas
A su juicio, la justicia debería actuar con mayor celeridad, pero actualmente parece que son las víctimas quienes deben presentar la prueba definitiva para que se inicie una investigación seria. Además, López reveló que, debido a la creciente inseguridad, los comerciantes de Talcahuano han tenido que asumir pérdidas económicas por robos, que se repiten mes a mes. «Lamentablemente, tenemos que asumir esos costos, esos costos que no tienen vuelta, no hay devolución», lamentó el presidente de la Cámara de Comercio. Ante la inacción de las autoridades, incluso han tenido que tomar medidas de seguridad por su cuenta”.
Otro aspecto que destacó López es la falta de seguridad durante las horas nocturnas. Ante el cambio de horario y la creciente preocupación por los robos en las horas de la tarde, muchos comercios han optado por cerrar antes, alrededor de las 6 de la tarde, para evitar ser blanco fácil de los delincuentes. “La realidad nos obliga a cerrar más temprano, antes de que oscurezca. Los delincuentes saben cómo moverse en la oscuridad, y por eso tomamos esta precaución”, explicó.
Las pequeñas, más afectadas
José Pakomio, presidente de la CNC, señaló que “los resultados de esta nueva medición nos preocupan profundamente. Observamos que en casi todos los rubros el gasto en seguridad ha aumentado, duplicándose en el caso del grupo de ‘otros minoristas'. Al analizar por tamaño de empresa, es en las más pequeñas donde este gasto crece con mayor fuerza. Lamentablemente, las pymes siguen siendo las más afectadas en materia de seguridad, ya que este tipo de gastos representa una carga significativa sobre su capital. Pese al mayor esfuerzo y al incremento en la inversión en seguridad, la victimización no disminuye, ni tampoco la percepción de inseguridad en los barrios ni la presencia del crimen organizado”.