Carmen Gloria Ide, directora de Idgo Consulting y con más de 10 años de experiencia en el área de sostenibilidad, planteó que hay temas que resolver antes de esta idea legislativa.

Según el Sexto Reporte del Estado del Medio Ambiente (MMA) del 2021, de los 346 gobiernos comunales en el país solo el 13% ha desarrollado medidas para recuperar sus residuos orgánicos.
Otro dato señala que los restos de frutas, verduras y podas de jardines, entre otros residuos orgánicos, representan el 58% de la «basura» total que se genera en los hogares de Chile, pero menos del 1% se recicla.

Esta es una de las cifras que destaca la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos Chile 2040, publicada en 2021 por el Ministerio del Medio Ambiente, la cual tiene como reto pasar del 1% actual a un 66% de valorización de los residuos orgánicos generados a nivel municipal al año 2040, con una meta intermedia de 30% al 2030.

En ese contexto, antes de que termine el primer semestre de este año, el gobierno presentará al Congreso el “proyecto de ley que promueve la valorización de los residuos orgánicos y fortalece la gestión de los residuos a nivel territorial”. Además, contempla una gradualidad de 15 años. Se partirá con restos de podas, jardines y ferias libres. En una segunda etapa, con orgánicos provenientes de centros comerciales y eventos.

Al respecto, Carmen Gloria Ide, directora de Idgo Consulting y con más de 10 años de experiencia en el área de sostenibilidad, planteó que hay temas que resolver antes de esta idea legislativa
-En Chile, ¿qué tan responsables es cuidado de los residuos orgánicos?
-Hoy día también esto se mezcla con un tema que tiene que ver con la escasez hídrica, porque tenemos que cuidar el agua y pensar en tener jardines por supuesto mucho más eco amigable, medioambientalmente responsables y eso tiene que ver con eliminar, por ejemplo, el pasto al igual que las grandes extensiones de plantas que consumen mucha agua y estas debiese tender a tener menos podas y menos pasto que sacar. Ahí en ese sentido hoy tenemos que pensar en que no solo esto tiene que ver con evitar que vayan a rellenos sanitarios como se propone en la normativa, sino también como primero le damos un primer uso. Los jardines pueden servir para alimentar animales y lo de las ferias libres también en muchos casos está disponible para consumo humano, entonces también ahí de vincula con que esto no tiene que ver con que llegue a relleno sanitario, tiene que ver con los pasos anteriores de la economía circular de evitar el desperdicio y luego de eso pensar en una segunda etapa en centros comerciales y en eventos, para luego pensar en hoteles y restaurantes.

-Por ende, ¿también hay un tema de educación?
-Tenemos que pensar que el grueso de esto tiene que ver con el consumo familiar, lo que llega en muchos casos a rellenos sanitarios en nuestro día a día. Las personas que trabajan en todas las organizaciones anteriores son ciudadanos, por tanto, la educación es transversal. No depende de donde uno esté trabajando o donde se genere el residuo, sino más bien que tan consciente es la sociedad chilena en la generación de residuos. Más allá hoy día por ejemplo existen normativas de plásticos que llevan mucho tiempo y aun así seguimos consumiendo mucho es material y somos de los países que más residuos generamos en Latinoamérica. Eso quiere decir que a pesar de tener leyes no ha permeado esto en la sociedad en general.

–Sobre la gradualidad de 15 años para el manejo y aplicación de la ley, ¿es un tiempo adecuado?
-Faltan recursos para una serie de otras iniciativas que van antes. Chile ha puesto foco en reciclar, pero primero tenemos que pensar en disminuir, creo que eso es un error que ha cometido nuestro país en términos de que nos han acelerado a pensar en que el plástico y los residuos son un problema, pero que la solución es reciclar cuando eso es un error. Hoy la solución a la generación de residuos tiene que ver con rediseñar los productos y nuestro estilo de vida, para que no existan residuos de ningún tipo y también disminuir. Por tanto, el reciclaje viene a ser la solución final cuando estas dos fallaron y en ese sentido en el tema del desperdicio de alimentos. Por ejemplo, nosotros pelamos el tomate, pero mejor es promover su consumo sin pelarlo como se hace en otros países, donde culturalmente se aprovecha todo el fruto o toda la verdura. Esos son los temas que tenemos que empezar a poner en la mesa de cara a esta propuesta normativa.

–Y el papel de los municipios ¿será relevante o tendrán las capacidades para aplicar la normativa?
-Los municipios tienen herramientas limitadas y finitas para poder por ejemplo cierta incidencia en los planes educativos en la comuna que vienen desde el Ministerio de Educación, ¿este ministerio va a incluir, por tanto, este tipo de conocimiento en los niños para empezar a tener ese desarrollo que se espera a 15 años este completamente implementado.

– ¿Qué se puede hacer con los residuos orgánicos en cuanto a reúso o abono, por ejemplo?
-No solo tiene que ver con rehúso o abono, sino simplemente pensar bien como es la estructura familiar, que es lo que vamos a necesitar comprar, como vamos armar nuestro jardín para entender cómo podemos ir minimizando los residuos y eso tiene que ver cómo aprovechar los productos al 100% y evitar que se pierdan. Congelar alimentos, usar la cáscara de los huevos como abono y no tirarlos a la basura y así sucesivamente buscar en un 100% las propiedades, usar el compost ir a generar tierra de hoja. Ya partiendo desde esa base tan sencilla e ir avanzando en medidas súper más allá que llevar esto a las grandes industrias porque esto tiene que ver con nosotros como sociedad completa, no solo en ciertos negocios.