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“Lo importante son los desafíos que tienen que tomar las autoridades en términos de políticas públicas sobre cómo revertir esto con calidad de vida”, advirtió la directora regional del INE, Lorena Villa.
Ante un considerable marco de público, este jueves en la Universidad de Concepción, UdeC, la dirección regional Biobío del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), presentó las cifras desagregadas territorialmente, sólo algunas horas después de que el ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau hiciera lo propio en Santiago respecto de los resultados nacionales del Censo de Población y Vivienda 2024.
La actividad fue encabezada por la directora de INE Biobío Lorena Villa Valenzuela y el secretario regional ministerial de la mencionada cartera Javier Sepúlveda, además de la vicerrectora de la UdeC Paulina Rincón González y contó con la participación de representantes de diversos servicios públicos y gobiernos comunales.
Las regiones que concentran el mayor porcentaje de la población son la Región Metropolitana, con 7.400.741 personas, equivalente al 40% de los residentes censados; la Región de Valparaíso, con 1.896.053 personas, que corresponden al 10,3%, y la Región del Biobío con 1.613.059 personas, que representan el 8,7% de personas a nivel nacional.
Por otra parte, cinco regiones tienen más de 1 millón de personas: Metropolitana, Valparaíso, Biobío, Maule y La Araucanía. En 2024, por primera vez, se contabilizaron más de 1 millón de personas en la Región de La Araucanía.
Las cifras también revelaron que, comparadas con censos anteriores, hay un aumento del porcentaje de personas de 65 años o más, que alcanzó el 14% en el Censo 2024, mientras que 32 años antes, en 1992, era 6,6% (8,1% en 2002 y 11,4% en 2017). Al mismo tiempo, se observa una disminución del porcentaje de personas con 14 o menos años desde 29,4% en 1992 a 17,7% en 2024 (25,7% en 2002; 20,1% en 2017).
Con lo anterior, el Índice de Envejecimiento en Chile en 2024 muestra por cada 100 personas de 14 años o menos hay 79 personas de 65 años o más. Esta cifra era 22,3 en 1992 (31,3 en 2002; 56,9 en 2017). Las regiones con el mayor Índice de Envejecimiento son Valparaíso (98,6) y Ñuble (97,6). En tanto las regiones con los menores valores son Tarapacá (43,9) y Antofagasta (49,3).
POBLACIÓN QUE CAMBIA
Al respecto, Villa destacó que “somos la quinta región con índice mayor de envejecimiento con un 84,2%, cada vez vivimos menos personas en los hogares con 2,8 y que viene bajando paulatinamente, por lo que podemos reflejar en los censos anteriores, tenemos un porcentaje mayor de adultos sobre 65 años más que viven solos y son datos que tenemos que ir mirando.
Toda esta información es utilizada tanto por el sector público para el diseño de políticas públicas y para revisar sus datos y también el sector privado para poder trabajar en distintos proyectos y programas”.
Para la directora la caída en la natalidad de la población tanto regional como nacional, que se replica también a nivel global no es una sorpresa, ya que, comenta, las estadísticas que ellos mismos publican con periodicidades más cortas, “nos van mostrando que esto ha venido evolucionando a través de los últimos años” y en ese sentido, explicó que “lo importante son los desafíos que tienen que tomar, tanto las autoridades en términos de políticas públicas sobre cómo revertir esto con calidad de vida”.
En cuanto a los cambios que ha experimentado la población del Biobío, Villa comentó que Biobío es una de las dos regiones que están superando el millón de habitantes y, advirtió, aún queda estudiar los efectos de la pandemia por COVID-19 y los procesos migratorios que ha experimentado tanto nuestro país respecto del vecindario continental como al interior de las regiones.
“La próxima entrega va a ser el 30 de abril y vamos a tener información sobre la inmigración y sobre la migración interna y vamos a poder caracterizarlas”, dijo la directora.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES
Para el seremi de Economía, Fomento y Turismo Javier Sepúlveda, estos resultados “nos plantean desafíos gigantes para seguir abordando distintos temas o problemáticas que obedecen a los cambios demográficos”.
El personero destacó la reciente implementación de la reforma previsional dado el contexto de envejecimiento creciente de la población. “Son cada vez más los adultos mayores que tenemos en nuestra región y, además, muchos de ellos viven solo en sus casas y, por lo tanto, necesitamos como Estado tener un sistema de cuidado que se haga cargo de estas personas”, ejemplificó.
En cuanto al ámbito estrictamente económico, Sepúlveda explicó que “cambios demográficos como los que estamos observando hoy generan cambios significativos en los patrones de consumo de las personas y de los hogares y, por lo tanto, el sector productivo, las empresas, están permanentemente monitoreando estos cambios en los mercados y de esa forma, reconfigurando sus procesos productivos”.
“Hay rubros que están perdiendo participación versus otros que la están aumentando, lo que implica empresas que están saliendo del mercado y nuevas empresas que están naciendo, eso implica nuevos tipos de empleo u oficios, (… ) y una de las preocupaciones que se planteaba acá (en las presentaciones) tiene que ver con si está en riesgo o no la capacidad de crecimiento de la economía, dado que hay una tasa de fecundidad muy baja”.
VISIÓN ACADÉMICA
Al cierre de la actividad e invitado por la casa de estudios que la alojó, el académico Omar Alexandre Barriga presentó la charla ‘Mirada regional de los resultados de población y vivienda 2024', analizando a las estadísticas de Biobío y haciendo un llamado a diversos actores a utilizar esta información que, señaló, “es de gran calidad”.
“La información que genera el INE es excelente y me parece muy malo que no la aprovechemos en el mundo académico estando disponible y siendo gratuita”, enfatizó y agregó que “cuando analizo lo que efectivamente se pregunta en el censo o en la encuesta de empleo las preguntas son tremendamente interesantes, y yo que no soy economista, podría sacar una tremenda cantidad de provecho a esos datos. Entonces, el uso del dato secundario es algo que deberíamos impulsar como una parte esencial de nuestro quehacer en la academia”, explicó.