-
Se trata de la iniciativa “Calefactores PYME Metalmecánica Región del Biobío”, ejecutado USM.
Mucho se ha hablado del creciente valor del pellet, el que ha subido un 35% en el último año, pero poco del alto costo de los equipos, ítem importante para cualquier presupuesto familiar, aún más cuando desde la autoridad ambiental hacen un llamado a la reconversión a pellet ante el aumento de la contaminación ambiental.
Efectivamente, una estufa a pellet no cuesta menos de $500.000 en Chile, y pueden llegar a costar muy por sobre el millón de pesos.
Es cuando cobra importancia el proyecto “Calefactores Pyme Metalmecánica Región del Biobío”, ejecutado por el Departamento de Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) sede Concepción y cuyo financiamiento proviene del Gobierno Regional a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R).
La idea, que ya se encuentra en marcha, tiene una duración total de 24 meses, y contempla diversas capacitaciones y seminarios para las empresas pertenecientes a la Asociación Gremial de Metalmecánicos del Biobío (A.G.Met), y docentes y alumnos de Liceos Técnico Profesionales del Gran Concepción.
PRODUCCIÓN EN SERIE
Para el jefe de división de Fomento e Industria del Gobierno Regional, Iván Valenzuela, es importante aprovechar las oportunidades que se presentan: aire contaminado, capacidad universitaria, industria metalmecánica y demanda por calefacción.
“Podemos dar respuesta a los hogares para calefaccionarse y construir estas estufas, innovar en éstos a través de políticas que van generando empleos, apoyando a las pequeñas y medianas empresas, y logramos avanzar en cambiar la matriz productiva -pasando a una producción en serie- basada en el conocimiento”.
En tanto, el director del proyecto, Guillermo Larson, destacó la alianza que a partir del Gobierno Regional, junto a A.G.Met y la USM buscan poner en el mercado una estufa eficiente, que sea más asequible a los bolsillos de los habitantes de la Región y del sur del país, con lo que además se podría dinamizar la industria local.
Precisamente, fue el presidente de A.G.Met Biobío, Nelson Méndez, quien reconoció la motivación de sus asociados en poder construir este prototipo que de paso a una producción en serie.
NUEVAS CAPACIDADES
La directora de A.G.Met Biobío, Miriam Bravo, destacó que la iniciativa les permite adquirir nuevas capacidades, además de las ya existentes, para poder responder de forma masiva a la fabricación de piezas, partes y componentes para las estufas que se plantean diseñar y luego construir.
“Lo más relevante para nosotros como gremio, es que podamos dar un salto en la producción, esto es que no solamente trabajemos a pedido, sino que podamos masificar la producción”.
Es así que dentro de 24 meses -de los cuales ya se han ejecutado cuatro- serán tres los grupos que se beneficiarán con esta innovadora iniciativa. En detalle, serán 80 empresas del sector PYME metalmecánico del Biobío, profesores y alumnos de Liceos Técnico Profesionales del Gran Concepción; y los habitantes de las comunas de Concepción, Talcahuano, Hualpén, Chiguayante, Coronel y San Pedro de la Paz a quienes apuntan las distintas etapas y resultados que contempla el proyecto.
CAMBIAR EL PARADIGMA
El docente de la USM y coordinador general del proyecto, Ariel Zoñez, explicó que la idea es salir del paradigma de la producción individualizada, de poco volumen, para convertirse en uno que labore en una producción en cadena. “Queremos llegar a producir, a largo plazo, 20 mil estufas. Para llegar a eso hay que partir con el prototipo de las diez estufas”, afirmó Zoñez.
Es importante recalcar que en el contexto del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica del Concepción Metropolitano contempla la entrega de 20 mil calefactores que ocupen combustible distinto a la leña, por eso se está buscando ingresar este proyecto a la licitación, se explicó.
¿Por qué apostar por esta alternativa?
Las cifras lo dejan claro: la estufa a pellets tiene una eficiencia superior al 90%, por otra parte, la combustión de leña húmeda es cercana a un 50%; además, la disminución del material particulado 2.5 es drástica al hacer recambio de leña a este sustituto.
Según explicó la encargada de otro proyecto FIC ejecutado con anterioridad por la Ucsc (Biobío Pellets) Laura Azócar, esto se debe básicamente a que la producción de pellet consiste en una “densificación energética” que permite almacenar más energía en menor volumen, gracias a la lignina, componente que, al contar con ciertas condiciones de granulometría y nivel de humedad de biomasa, y temperatura del proceso, hace que se pueda aglomerar y formar los pellets. De esta manera se obtiene un producto de baja humedad (menor al 10%) y alto poder energético, que permite ahorrar al productor en el transporte y ajustarse a las nuevas exigencias ambientales disminuyendo drásticamente la emisión de MP 2.5”.