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Crecimiento cero para este 2023 anticipó el Banco Central en su tercer IpoM del año

Foto: La Tercera

Una de entre -0,5 y 0% este año, para retomar tasas de expansión positivas en los dos ejercicios siguientes es el escenario previsto por el Banco Central de en su tercer Informe de Política Monetaria (IpoM) del año, que presentó al Congreso ayer.

De acuerdo con el instituto emisor, el escenario macroeconómico ha evolucionado acorde con lo previsto en el IPoM de junio. La ha continuado bajando, aunque sigue alta, en un contexto donde la actividad y la demanda han seguido avanzando en su proceso de ajuste, las presiones de costos se han reducido y las expectativas de inflación a dos años plazo se ubican en 3%. Esto ha permitido al Consejo reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 175 puntos base (pb) desde julio, ubicándola en 9,5%, precisa el informe.

Si bien la disminución de la inflación es un fenómeno global, las perspectivas difieren entre países. Así, mientras en algunos la política monetaria está siendo menos contractiva, en otros se prevé una restricción más prolongada que lo anticipado, particularmente en el mundo desarrollado.

Dichas divergencias han ido permeando a los financieros globales, con movimientos opuestos de sus tasas de interés y la depreciación de un grupo importante de monedas, incluido el chileno. Las proyecciones del escenario central contienen pocos cambios respecto del IPoM anterior. 

El consumo privado se ha estabilizado y su proyección se mantiene, mientras la inversión se contraería este año algo menos que lo previsto. 

Se espera que la inflación total continúe disminuyendo, para alcanzar el 3% en la segunda mitad de 2024. En cambio, la inflación subyacente lo haría a inicios de 2025. 

De materializarse las proyecciones del escenario central de este IPoM, en el corto plazo la TPM continuará la trayectoria delineada en la Reunión de julio. De todos modos, la magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación. 

Finalmente, y en líneas muy generales, el IpoM advierte que si bien los escenarios de riesgo más extremos han ido perdiendo relevancia, el proceso de convergencia inflacionaria continúa presentando desafíos significativos.