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Empresas y bancos admiten restrictivas políticas de acceso al crédito.
De acuerdo con el Informe de Percepciones de Negocios (IPN) de noviembre que publica el Banco Central, la realidad y las expectativas del mundo privado no están siendo del todo auspiciosas.
Es así que este estudio, que indaga en las percepciones y expectativas de las empresas en diferentes aspectos del desempeño de su negocio y sus expectativas de inflación, evidencia que el desempeño de las empresas se mantuvo sin variaciones en el tercer trimestre respecto al trimestre anterior, aunque persisten notables diferencias de resultados según el sector y la región en la que operan.
Este documento, que considera la opinión de encargados de empresas de distintos tamaños y rubros a lo largo de todo el país indica además, que las ventas han comenzado a mostrar señales menos negativas, mientras que los costos y precios han permanecido relativamente sin cambios, lo cual ha ayudado a moderar la caída de los márgenes.
En relación con el acceso al crédito, las empresas observan algunas mejoras, aunque advierten sobre las restricciones significativas que enfrentan al endeudarse. Estas incluyen mayores exigencias de garantías y una ampliación de los plazos de tramitación.
Los bancos consultados, por su parte, confirman que mantienen una estricta política de riesgo, lo cual ha limitado el acceso de las empresas a nuevos préstamos. Como resultado, la proporción de compañías que solicitaron financiamiento en el último trimestre ha disminuido ligeramente.
Para el corto plazo, las expectativas de las empresas sugieren leves aumentos en ventas y precios. Sin embargo, los márgenes podrían estabilizarse en lugar de mejorar significativamente, ya que los costos seguirían incrementándose a un ritmo similar al actual. En cuanto a la demanda de crédito, las empresas que planean solicitar nuevos préstamos en los próximos tres meses representan una proporción menor respecto a los datos de los seis meses anteriores, evidenciando una disminución en la intensidad.
En cuanto a 2025, el panorama parece más prometedor. Las empresas esperan que su desempeño se acerque a los niveles de un año “normal”, un resultado más favorable en comparación con las expectativas pesimistas de 2024 registradas a fines del año pasado.
De hecho, el porcentaje de empresas que anticipan realizar inversiones el próximo año ha aumentado, al igual que la confianza en la ejecución efectiva de estos planos. Sin embargo, las empresas que han descartado nuevas inversiones para 2025 señalan la debilidad de la demanda como la principal razón para esta decisión.