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Destacan proyecto UdeC que cambió el negocio de la castaña

  • Fortalecer la cadena de valor de la castaña y lograr un precio justo para los productores, fue el objetivo planteado por el proyecto “Implementación del modelo Food hub, para el fortalecimiento y optimización del proceso productivo y de comercialización del sector castañero de la Región de Ñuble”.

Este se ejecutó con éxito entre 2021 y 2024 un equipo de investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción, en alianza con la Agrupación de Productores y Procesadores de Castaña de El Carmen y la Municipalidad de El Carmen, y con apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), del Ministerio de Agricultura.

Este hub se concibe como un espacio que permite abarcar la cadena productiva de forma más amplia y completa, desde la cosecha de la fruta, pasando por la logística de poscosecha, que incluye transporte, limpieza, clasificación y almacenamiento; hasta la comercialización del producto fresco, la elaboración de productos con valor agregado, así como su promoción y venta. Todo esto en El Carmen, epicentro de la producción nacional de castañas, con casi el 50% de la superficie plantada.

ASOCIATIVIDAD Y FORMALIZACIÓN

En la ceremonia de cierre, que se realizó en días pasados y que reunió a productores, autoridades y representantes del sector público, del cuerpo académico y aliados estratégicos, la asistente de investigación del proyecto, Karla Del Río Carrasco, destacó que el Departamento de Agroindustrias UdeC viene trabajando desde la década pasada con la Agrupación, en la agregación de valor mediante el desarrollo de nuevos productos a partir de la castaña tradicional, así como en el fomento de la asociatividad y de la formalización de los cerca de 50 miembros.

Entre 2019 y 2021 el equipo de profesionales liderados por el vicedecano de Ingeniería Agrícola, Dr. Christian Folch Cano, ejecutó el proyecto “Utilización completa del fruto del castaño, para la elaboración a escala piloto de una crema untable con aditivos funcionales”, que permitió no solo crear la crema untable, sino que también caracterizar el fruto, implementar una sala de procesos para la elaboración de productos de repostería y chocolatería en Trehualemu (El Carmen), capacitar  los productores, desarrollar la marca asociativa “Delicias de El Carmen” y conformar la Sociedad Comercial Delicias de El Carmen SpA.

En tanto, en este segundo proyecto, que se extendió entre 2021 y 2024 y que también fue dirigido por el profesor Folch, se desarrollaron más productos para diversificar la oferta, como la premezcla de castañas, el puré de castañas y las castañas en almíbar, con sus respectivos protocolos de elaboración y un catálogo en versiones para mayoristas y minoristas; además, se habilitó un centro de acopio y una unidad de procesos funcionales para la elaboración de los productos. 

Según explicó Karla Del Río, en este proyecto también se abordó la del negocio, “porque ocurre, a veces, con algunos o emprendimientos, que no son sustentables en el tiempo, es decir, cuando se acaban los recursos públicos no son capaces de autogestionarse”. Frente a ese desafío, indicó que se definió un modelo sobre la base de tres pilares: posicionar una marca, ofrecer una variedad de productos inocuos y trazables que permitan acceder a varios mercados y, contar con una gobernanza clara, con la identificación de funciones dentro de la organización. Asimismo, relevó la importancia de establecer alianzas para mejorar la comercialización de los productos.

 

COMERCIO JUSTO

El Dr. Christian Folch hizo un repaso del trabajo y del “aprendizaje compartido” durante estos ocho años, en un proceso que comenzó en 2016, “donde nosotros teníamos una aspiración más bien científica, queríamos identificar las propiedades antioxidantes y nutricionales de la castaña y darle un valor agregado, y por lo mismo, postulamos un proyecto a un fondo de FIA para la elaboración de productos saludables, y así nació la crema untable de castañas”.

Asimismo, el académico hizo hincapié en la importancia de la innovación en este proyecto, entendida no solo como la creación de nuevas tecnologías, sino que también la adaptación de tecnologías, procesos y servicios para provocar un impacto en el bienestar de las personas. “Y eso es lo que nosotros hemos visto con este proyecto. Cuando comenzamos, nos dimos cuenta de que el comercio de castañas en El Carmen era injusto para los productores, porque les pagaban dependiendo de donde vivían. Ahora, cuentan con un centro de acopio y deciden el precio, y la comuna espera el precio que establece la Agrupación para comercializar la fruta; eso es un gran logro, porque permite el anhelado comercio justo, que se le pague lo más cercano a lo que corresponde, por producir un fruto que es un patrimonio de nuestra región”, expresó.

También destacó los productos que se han ido incorporando al catálogo de la marca y la estrategia comercial que se diseñó en conjunto con las y los socios, “para que fuera viable y en el tiempo, por lo tanto, también se generó una gobernanza que permita dar continuidad a lo que quedó establecido en Trehualemu; y generamos un sistema de y venta transparente de la castaña, con la debida trazabilidad”. También apuntó a la formalización de la empresa asociativa, así como a los protocolos de manejo de postcosecha y almacenamiento para preservar la calidad de la fruta. 

 

TRABAJO COLABORATIVO

Marisol Rubilar, presidente de la Agrupación, reconoció “el profesionalismo y calidad humana” de los integrantes del equipo investigador, quienes los acompañaron y capacitaron durante estos seis años, de hecho, acotó que las socias concurrieron a clases en la Universidad, principalmente en los laboratorios y en la planta piloto del Departamento de Agroindustrias. “Aprendimos a implementarnos para trabajar en una unidad de procesos, aprendimos la importancia de la inocuidad y la trazabilidad cuando se trabaja con alimentos”, reflexionó la dirigente, quien planteó que, “ahora necesitamos emprendedores y empresas que se atrevan a trabajar con nuestros productos”.

Por su parte, Jaime Ramírez, representante regional de FIA, recordó la evolución que ha experimentado el rubro castañero de El Carmen durante los últimos diez años y apuntó al rol del Ministerio de Agricultura y de entidades como la FIA, Indap y el INIA, que han venido apoyado a las y los productores a través de distintas herramientas, en un proceso en el que también valoró el trabajo de la UdeC, del municipio carmelino y de la Agrupación. En ese sentido, planteó que hoy, la realidad es muy distinta a la de hace diez años, “con productos con alto valor agregado, con empresas asociativas que están exportando”.

De igual forma, el seremi de Agricultura, Antonio Arriagada, le asignó “un tremendo valor a este proyecto, debido a que ya se está manejando la diversificación de productos en base a la castaña y la comercialización. Entiendo que la estrategia central es coordinarse con otros emprendimientos locales de manera de ir introduciendo estos productos. Esto está partiendo, es un tremendo modelo de comercialización de productos de la agricultura familiar campesina”.

La actividad incluyó un cooking show a cargo de la chef Katherine Toro, quien preparó brownies de chocolate y panqueques con la premezcla de castañas, enfatizando el carácter saludable, como una nueva alternativa fácil y rápida para incluir en la dieta. 

Un hito de la ceremonia fue el reconocimiento a las diez socias que se capacitaron en calidad e inocuidad alimentaria y normativa sanitaria, porque uno de los cambios que introdujo este proyecto, es que los agroprocesados, como la crema untable, el puré, las castañas en almíbar y la premezcla, se elaboran en la unidad de procesos en Trehualemu.