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Nutrisco abre oficialmente centro de innovación alimentaria en Coronel

  • Nuevas instalaciones atenderán requerimientos de emprendedores locales para apoyarles en el proceso de escalamiento y acceso al mercado de sus productos, esperando contribuir a la reactivación económica regional.

Con una superficie construida de 300 metros cuadrados, este martes en , se inauguró el Centro de Innovación Alimentaria de CeTA Zona Sur, en dependencias de la pesquera Orizon Seafood, empresa que, a su vez, integra el holding Nutrisco. 

Se trata de un proyecto financiado por Corfo y ejecutado por una corporación ad hoc que hace más de siete años ya cuenta con instalaciones en las regiones Metropolitana y de Coquimbo.

Con esta nueva planta, equipada con avanzada , se busca promover una industria alimentaria sostenible a través de la atención de necesidades diversas de los de diversos rubros al momento de escalar sus ideas de negocio para el desarrollo de nuevos , desde una etapa temprana entregando servicios de tratamiento de materias primas (como deshidratación, extracción de aceites o nuevas formulaciones), empaques, prototipaje y pilotaje hasta el escalamiento semi industrial de productos terminados.

TRABAJAR JUNTOS

La actividad inaugural fue encabezada por el gerente general de Nutrisco, Rigoberto Rojo Rojas quien comentó que la intención de la compañía es elaborar cada vez mejores productos, para lo que pueden seguir varios caminos, entre los que destaca la colaboración.

 “A través de CeTA, llegan ideas que son de innovadores locales que, en general, tienen pocas capacidades para pilotear y aumentar sus niveles de producción, de tal manera de poder llegar a los supermercados y, a través de esas ideas, y ya teniendo los prototipos un poquito más industriales, poder escalarlos nosotros, verlos en el mercado y poder acompañarnos hacia la comercialización y distribución. Creemos en esta forma de trabajar”. 

En tanto, desde Corfo, su gerente de Desarrollo Territorial, Claudio Maggi destacó la importancia de la asociatividad en el éxito de esta iniciativa que reúne fondos públicos de la corporación, privados de Nutrisco y los aportes de universidades y otras entidades como Fundación Chile. “Es un avance muy importante porque nos entrega una capacidad que va a permitir avanzar de una manera significativa en muchos proyectos que se quedan en fase de resultados a nivel científico, a pasar a nivel de su apertura comercial. Por lo tanto, es un gran aporte a la economía del Biobío”, afirmó. 

El personero reflexionó sobre los obstáculos que enfrentan los emprendedores en etapa temprana. “Las personas que desarrollan innovación y que tienen que dar el salto a ser emprendedores necesitan un montón de apoyo para que eso pueda ocurrir, tanto del tipo que entrega una incubadora, pero por supuesto, también la capacidad de infraestructura analítica, de laboratorio dedicada que una universidad no puede entregar, tiene que ser una entidad dedicada y especializada, porque los alimentos tienen pruebas que son específicas que, si no se realizan, la verdad es que un producto no puede avanzar hacia su potencial comercialización”, explicó Maggi.

 

AGREGACIÓN DE VALOR 

Entre los asistentes a la actividad, estaba el presidente de la Cámara de la Producción y el , CPC Biobío, Ronald Ruf Wilkomirsky quien sostuvo que “este es un proyecto que le va a hacer muy bien a la región”. 

“Todo emprendimiento”, profundizó  Ruf, “tiene la gran problemática de cómo escalar y con esta planta de primer nivel van a poder finalmente salir al mercado de alguna forma con un gran impulso”. 

El líder gremial hizo énfasis en que “estamos hablando de startups y proyectos, todos basados en innovación que, en el fondo, es agregar valor a productos que, más bien, son commodities o sea que tienen un valor estándar en el mercado, pero al ser procesados con innovación, se logra entregar un valor agregado y eso finalmente es un agregado a la economía y les permite escalar”.

Entre los emprendedores que serán los primeros en hacer uso de las nuevas instalaciones de CeTA en Coronel, Angélica Grandón lidera la startup Heirloomate de Santa Juana. “Con CeTA, nos conocemos a través de su accionar con el ecosistema emprendedor con la Universidad de Concepción e IncubaUdeC, con quienes trabajamos y son partner estratégicos en el levantamiento de capital”, explicó.

 

Su emprendimiento, explica, “nace de la fuerte necesidad de alimentación sana, nutritiva y funcional, rescatando variedades ancestrales de tomates y busca fomentar la alimentación sana, nutritiva y saludable, rescate del patrimonio y diversidad agroalimentaria, economía e identidad local”. 

En tanto, Felipe Guzmán, es fundador de Delavid, emprendimiento dedicado a la fabricación de alimentos funcionales en base al orujo de la uva que queda del proceso productivo vitivinícola. “Hace 2 o 3 años, pensamos que CeTA podría ser un excelente socio estratégico para nuestros productos. Ellos trabajan con emprendedores locales y con apoyo de Corfo por lo que, en ese sentido, son un muy buen match porque además, tienen la tecnología y los equipos para poder producir productos de muy alta calidad que es lo que buscamos nosotros: más calidad que volumen, poder entregar un producto único y diferenciado en el mercado”, señaló finalmente el emprendedor.