Por Natalia Martini, líder de Talento y Capacidades para el Trabajo CircularHR de Fundación Chile.
La minería se encuentra en un punto clave de su desarrollo. La Industria 4.0 está generando cambios significativos con sus procesos de tecnologización. Las organizaciones tendrán que tomar decisiones críticas para el futuro.
Los esfuerzos deben enfocarse en identificar los elementos críticos que mejorarán la productividad. Es esencial posponer lo que no permita crecer. Los modelos de competencias son fundamentales, ya que definen las funciones que cada perfil debe tener para adaptarse al futuro.
Saber identificar lo que debe ser evaluado en cada colaborador se vuelve fundamental. Esto no solo ofrecerá definiciones más claras, sino que también tendrá un impacto definitorio dentro de la organización.
Los marcos de cualificaciones y catálogos internacionales establecen grupos de competencias definidos para cada perfil. Estos son resultado de levantamientos y estudios en el sector minero. La necesidad surge de identificar competencias exclusivas de un rol y aquellas compartidas con otros roles.
Las competencias transversales son un ejemplo en minería. La competencia de trabajar con seguridad o las competencias de coordinación y administración de equipos en roles de instructores o supervisores son fundamentales.
El desafío está en buscar el equilibrio entre modelos completos y complejos, robustos y pesados. Incorporar competencias transversales y auxiliares críticas en la cadena de valor es esencial. Así, se evita que el proceso de administración sea imposible, tanto en la evaluación como en los planes de formación.
Una competencia se vuelve crítica por la recurrencia de la tarea o el impacto en el proceso, como frente a una emergencia. Evaluar para conocer los elementos clave es crucial para mover la brújula de la productividad. Esto es aún más relevante en el contexto de la Industria 4.0.
Los subsistemas de recursos humanos y entrenamiento deben estar listos para asesorar al negocio en la medición y capacitación en lo crítico. Esto asegura operadores competentes en lo que la organización necesita en ese momento.
La lección para el futuro es clara: si todo es crítico, nada lo es.
