La deuda externa registró un alza de US$2.785 millones respecto del cierre de marzo, totalizando US$244.465 millones, cifra equivalente al 79,3% del PIB.
Un 1,6% creció la economía en el segundo trimestre de 2024, solo una décima mayor a lo previsto. Sin embargo, fue menor al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre, que fue 2,5%. Con ello, entre enero y junio, la actividad acumuló una expansión de 2,1%.
“Lo que ha estado ocurriendo hasta ahora va en línea y es consistente con una proyección de 2,6%”, afirmó el ministro de Hacienda Mario Marcel.
Nueva contracción de la inversión
Sin embargo, el dato más preocupante para el futuro de la economía es la nueva contracción de la inversión, que cayó 4,1% anual. Esta situación completa cuatro trimestres consecutivos de baja.
En el detalle, el Banco Central informó que el crecimiento del PIB fue impulsado, principalmente, por las actividades de minería, Electricidad, Gas y Agua, comercio y transporte. Mientras que las actividades de servicios empresariales, agropecuario-silvícola y pesca presentaron las principales incidencias a la baja.
Desaceleración y demanda interna
En términos desestacionalizados, el PIB registró una desaceleración de 0,6% respecto al trimestre anterior. Esto refleja caídas en la minería, los servicios empresariales y la industria manufacturera.
Al analizar las variables relacionadas con la demanda interna, la fuerte caída que registró la Formación Bruta de Capital Fijo, es decir, la inversión, retrocedió un 4,1% anual. Esto suma ya cuatro trimestres consecutivos de contracciones, aunque esta baja es menor a la registrada de cuatro trimestres de 2023 (-6,1%) y del primero de 2024 que fue de -5,7%.
El comportamiento de esta variable estuvo incidida por el desplome que tuvo maquinarias y equipos que se contrajo 9,1% y por la caída de 0,7% de construcción y otras obras.
En términos desestacionalizados, la inversión subió 1,4% en relación al trimestre anterior, tras cuatro trimestres de caídas. Esto se explica principalmente por el componente de maquinaria y equipos, que registra una corrección en el trimestre (2,8%). Aunque la construcción continúa con débiles registros. A pesar de esta recuperación, aún resulta difícil una variación anual cercana a 0% para 2024, como prevén el Banco Central y el Ministerio de Hacienda.
Consumo de los hogares y del gobierno
El consumo de los hogares registró una variación anual de 0,5%, liderada por el gasto en bienes durables, en particular en productos tecnológicos y automóviles. En menor medida, el consumo de servicios también contribuyó al resultado, destacando el gasto en transporte y actividades culturales y de esparcimiento. Este efecto fue compensado por un menor gasto en turismo. En tanto, los bienes no durables cayeron, registrándose un menor consumo en alimentos, bebidas y tabaco.
Asimismo, el consumo de gobierno aumentó 1,6% en el período, en línea con un incremento en los servicios de salud, lo que fue parcialmente compensado por menores servicios de educación. El comercio exterior presentó resultados mixtos: las exportaciones de bienes y servicios crecieron 7,3%, mientras que las importaciones cayeron 2,2%.
Otras variables económicas
En otras variables, el ingreso nacional bruto disponible real no presentó variación en el segundo trimestre. Este resultado fue menor al registrado en el PIB reflejo, principalmente, de mayores rentas pagadas al exterior. El ahorro bruto total ascendió a 21,2% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 18,9% del PIB y un ahorro externo de 2,3% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
En tanto, la deuda externa registró un alza de US$2.785 millones respecto del cierre de marzo, totalizando US$244.465 millones, cifra equivalente al 79,3% del PIB. Esto se explicó principalmente por las empresas de inversión directa que aumentaron su deuda en US$1.615 millones, por préstamos recibidos desde empresas relacionadas.