Nadie quedó indiferente al conocerse la decisión de CAP de desprenderse de su filial más emblemática con el objetivo de detener las pérdidas económicas. La sorpresa y la incertidumbre se apoderaron de parlamentarios, líderes locales y autoridades de gobierno, partiendo por el ministro Nicolás Grau, un actor relevante que contribuyó a que se aplicaran medidas de protección arancelaria para la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) y Molycop, que sin embargo, no lograron revertir la resolución del directorio de la acerera que para muchos es una determinación que estaba decidida ya hace tiempo.
Para Henry Campos, alcalde de Talcahuano, comuna donde la siderúrgica ha operado durante 74 años, estableciéndose como el principal polo de desarrollo industrial y social de la región del Biobío, la noticia cayó como “un balde agua fría, no sólo para Talcahuano sino para la región del Biobío y para la actividad industrial de Chile”, sostuvo el jefe comunal quien llamó al Estado a actuar.
“Necesitamos que el Estado intervenga de alguna manera para poder garantizar las compensaciones necesarias para aquellos trabajadores que pueden perder su fuente laboral”, dijo Campos.
Esta semana Chile ha sido testigo de la irresponsabilidad e indolencia de algunas empresas con las personas y sus familias. Como Gobierno hemos hecho todos los esfuerzos para construir un escenario favorable para Huachipato y Molycop. ¡Las empresas sólo tenían que ponerse de… https://t.co/U7Q7EJCbm3 pic.twitter.com/vFxIE4dVwv
— Camila Vallejo Dowling (@camila_vallejo) August 7, 2024
Reacciones de parlamentarios y líderes
El senador socialista también de Talcahuano, Gastón Saavedra, apuntó a que después de aplicadas las salvaguardas, “no hubo un acuerdo entre las empresas CAP y Molycop en materia de precios de los productos (barras de acero), en desmedro del descalabro socioeconómico que va a vivir la región”. Se asume con un comunicado por parte de la empresa y con una falta de responsabilidad deplorable. La frialdad en los negocios ha llevado a una decisión que nos deja en una situación muy complicada, especialmente en la región, acotó.
No obstante, siempre hay una posibilidad, dijo y anunció que insistirá en la idea de que a través de un acuerdo político consensuado en el país, encabezado por el Presidente Boric y su equipo económico, se coloquen los incentivos y se abra la puerta a la participación de otros inversionistas como Corfo. En donde el Estado tenga el 50,1% de participación a objeto de mantener a la siderúrgica produciendo aceros verdes y dar así viabilidad a un sistema de producción necesario para el país, sentenció el senador.
Molycop, en tanto, en una mínima declaración, señaló a Trade-News.cl que “Molycop lamenta el anuncio de cierre de las operaciones de la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH). Molycop seguirá operando y cumpliendo con sus compromisos con clientes, trabajadores y contratistas”.
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El Impacto en la comunidad
El diputado democratacristiano, Eric Aedo, tras lamentar la decisión de la empresa, fue más lejos y afirmó que ésta (CAP) “nos mintió a todos desde el principio”. A la región del Biobío, al país, a los trabajadores, al Gobierno y a los parlamentarios. “Siempre dije que tenía dudas del real interés que tenía esta empresa en mantener en funciones CAP y el tiempo nos ha dado la razón”, sentenció Aedo.
Fue enfático en tildar de mentirosa a la empresa y aseguró que “se entregaron todas las salvaguardas que requerían para tener una operación económica sustentable en el tiempo y simplemente no fueron capaces de llegar a un acuerdo con Molycop”.
Por su parte, el delegado presidencial del Biobío (s), Humberto Toro, expresó que la región recibe con esto un “duro golpe a la economía, a los trabajadores y a las familias”.
Dijo que la responsabilidad solicitada en su momento al Estado a través del Gobierno, en función de generar una salvaguardia de mecanismo para que, efectivamente la empresa pudiera continuar y pudiera generar competitividad, no lograron y eso nos parece una irresponsabilidad. Aquí se ha actuado con desidia.
Consecuencias para los trabajadores
Héctor Medina, presidente del Sindicato N°1 de Huachipato, agregó que “Es un golpe violento a todo el trabajo que hicieron nuestros compañeros, la gerencia nuestra y el directorio de Huachipato” y precisó que “a través de quienes nos vinieron a dar la mala noticia, hemos solicitado tener una reunión con ellos. Lo que le vamos a pedir a la empresa es que sigamos conversando”. Precisó el dirigente, acotando que son 20.200 los empleos en riesgo, de manera directa e indirecta.
El presidente del Sindicato N°2 de Trabajadores, Fernando Orellana, fue más allá e indicó que “esto es un golpe emocional muy fuerte para los dirigentes”, más aún cuando hasta ayer estaban trabajando con la Comisión Antidistorsiones, “para que se dieran los porcentajes que necesitábamos”.