El dato es parte del estudio Violencia simbólica en el mundo laboral de Laborum, junto a organización Grow- género y trabajo.
El 61% de las personas trabajadoras en Chile vive o vivió alguna situación de violencia simbólica en su trabajo. Si a ello se suma que el 27% presenció situaciones de violencia simbólica, la prevalencia de esta problemática en el ámbito laboral se eleva a 88%. Además, al ahondar en el tipo de situaciones experimentadas en este ámbito, el 68% mencionó haber recibido comentarios en relación al embarazo o maternidad.
¿Qué es la violencia simbólica? Es la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmite y reproduce dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de una persona sobre otra, principalmente de las mujeres y de otros grupos vulnerables en la sociedad.
“En el caso de las personas trabajadoras en Chile, las experiencias de violencia simbólica que más se identifican en los ambientes laborales apuntan a quienes tienen participación sindical, están viviendo un embarazo o son identificadas como personal que realiza tareas de cuidado”, explica Diego Tala, director comercial de Laborum Chile.
De acuerdo a los datos del estudio, la violencia en el trabajo es una situación muy presente en nuestro país, lo que impulsó la labor legislativa que llevó a la sanción de la “Ley Karin” -contra el acoso laboral- que entrará en vigencia el próximo jueves 1° de agosto. La norma busca erradicar la violencia y el acoso en los espacios laborales y beneficia a trabajadores y trabajadoras con contrato a plazo fijo, indefinido, por obra o faena, y también a independientes que “presten servicios en forma habitual en el mismo lugar de trabajo”.
Violencia simbólica en el mundo laboral es un estudio de Laborum y la organización especializada en género Grow- género y trabajo en el que participaron 1.062 personas y este trabajo, explora las experiencias de violencia simbólica en el contexto del trabajo.
Respecto de la experiencia de los trabajadores en los espacios de trabajo, el 33% reconoció vivir actualmente una situación de violencia simbólica, mientras el 27% comentó que vivió una situación de violencia simbólica en el pasado y el 27%, señaló haber presenciado situaciones de violencia simbólica contra un 5% que nunca vivió una situación de este tipo.
Las experiencias más frecuentes en el trabajo
El estudio de Laborum identificó las experiencias de violencia simbólica que los talentos experimentan en los espacios laborales. Entre estas experiencias se destacan las “bromas o comentarios inadecuados por la participación sindical y/u opinión política” (71%); los “comentarios en relación al embarazo o maternidad” (68%) y las “bromas o comentarios inadecuados sobre quienes realizan tareas de cuidado (limpieza, cocina, etc.) (64%)”.
Al indagar sobre aspectos que los trabajadores vivieron o sintieron, el 53% de las personas trabajadoras dijo haber vivido “comentarios inadecuados en relación a la falta de reacción ante bromas o agresiones”, el 50% dijo haber padecido violencia simbólica como “bromas o comentarios inadecuados por mostrar sensibilidad o emocionalidad” y el 42% dijo que le fueron asignadas tareas o roles que están fuera de sus responsabilidades por su condición de género (por ejemplo, servir café, tomar notas, colgar el abrigo de mi jefe/a, limpieza, decoración de espacios, etc. o realizar arreglos o mantenimiento, realización de tareas de fuerza, etc.).
El 28% expresó haber recibido “comentarios inapropiados o agraviantes sobre la apariencia física y/o cuerpo” y el mismo porcentaje dijo haber experimentado “comentarios estereotipados, bromas, chistes, burlas y/o apodos sobre la identidad de género”.
Respecto de mensajes, imágenes o comunicaciones que contengan algún tipo de violencia simbólica, el 38% mencionó haber visto estereotipos de género y el 22% estereotipos sobre la edad o las generaciones.
Los hombres cis, aquellos cuyo género se corresponde con aquel que se les asignó al nacer, fueron los más identificados como quienes ejercieron las situaciones de violencia. Un 44% de las personas participantes en Chile indicó a los jefes varones cis como los autores de estos comportamientos.