Experto señala que el mercado actual permite acceder a una gran cantidad de opciones y la autoridad pública destaca los estímulos que hay en esta materia.
Esta semana se conoció que la totalidad de la energía utilizada en las plantas de Orizon Seafood, ubicadas en Coronel y Coquimbo utilizarán energía proveniente de fuentes renovables: solar y eólica. Esto, a través de un convenio con EMOAC, firma dedicada a la comercialización eléctrica, “Nuestro propósito es liderar la nutrición sostenible desde el mar, a partir de ahí nace la motivación de implementar un suministro que genere fuentes de energía más limpias. Estamos comprometidos con la sostenibilidad ambiental, por ende, nos preocupamos del cambio climático y de contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”, sostuvo Juan Pablo Chávez, gerente de Personas, Sostenibilidad y SSO de la elaboradora de alimentos de origen marino.
Éste es un ejemplo que otros actores esperan que se replique en otras industrias y sectores productivos, como el académico de la Facultad de Ingeniería de la U. de Concepción, Luis García Santander quien señaló que esta acción, “sin duda es una señal de que la empresa está comprometida con disminuir su impacto medioambiental a través de una reducción de las emisiones producto del uso de energías limpias. Esto lleva a pensar de manera natural, que la empresa pueda continuar con otros desafíos, tales como por ejemplo optimizar el uso de los recursos energéticos a través de la incorporación de nuevas tecnologías y sistemas de gestión”.
“El mercado energético chileno actual es muy amplio”, detalló García, “dispone de una gran cantidad de proveedores de energía, proveedores de equipamiento (paneles, aerogeneradores, baterías) , lo que por ende lo hace más competitivo. Sumado a ello, distintas políticas públicas incentivan las incorporaciones y desarrollos de proyectos energéticos para reducir las emisiones, disminuir los costos de generación, los costos de facturación y hacer más competitivos los bienes o productos finales, inclusive abriendo mercados internacionales más estrictos en aspectos medioambientales”.
ROL DE LAS GENERADORAS
En línea con lo que describe el académico, el papel que juegan en esta cadena las empresas que generan la energía es crucial.
Desde Colbún, su subgerente de Asuntos Corporativos, Julián Perret García, explicó que “a través del formato de comercialización de energía a clientes libres, hemos pasado de tener una decena de clientes hace 5 años, a más de 300 clientes libres actualmente y con 107 de ellos mantenemos contratos con certificación de energía 100% renovables”.
Esta generadora mantiene contrato con 14 clientes libres de diversos rubros productivos con certificado energía 100% renovable, cifra que se espera aumentar con nuevos proyectos de entre los cuales, Horizonte ya está en construcción. Se trata de una instalación de un parque eólico de 816 MW, que se emplaza en Taltal, Región de Antofagasta. “Será el segundo parque eólico más grande de Latinoamérica y que viene a coronar este desafío que tenemos de duplicar nuestra capacidad instalada de fuentes renovables”, destacó Perret.
El subgerente de Asuntos Corporativos de Colbún, precisó que esto es parte de un plan de expansión en energías renovables que la compañía se ha trazado para el 2030 y que implica un aumento de cerca de 4.000 MW nuevos al sistema. “De esa cifra, ya hemos construido o estamos construyendo más 1.000 MW, incluyendo tres plantas solares, un proyecto de baterías y un parque eólico”, afirmó Perret.
Julián Perret García, subgerente de Asuntos Corporativos Colbún
LIDERAZGO Y POTENCIALIDADES
En esa línea, el doctor en Ingeniería (École Supérieure d'Électricité, Paris, Francia), Luis García, recordó que Chile es actualmente uno de los líderes mundiales en proyectos energéticos a base de energías renovables. “En sus inicios, varios proyectos se vieron favorecidos por una política energética que plasmó los lineamientos básicos para impulsar su desarrollo y, hoy en día los resultados muestran que los proyectos energéticos son rentables tanto para el negocio (económico) como también para la comunidad y el medioambiente”.
En el mismo sentido, la secretaria regional ministerial de Energía Daniela Espinoza Navarrete, explicó que “contamos con importantes instrumentos que promueven la eficiencia energética y la transición hacia fuentes de energía más limpias y renovables. La Ley de Eficiencia Energética establece un mandato para los grandes consumidores de energía para que implementen medidas de gestión activa de su energía”.
La autoridad agregó que “la Ley 20.257 establece requisitos específicos para las empresas generadoras de energía, exigiéndoles que acrediten un porcentaje creciente de energía proveniente de fuentes renovables que inyectan al sistema eléctrico nacional” y que, “a nivel local, diversos instrumentos complementarios refuerzan este compromiso con la sostenibilidad ambiental”.
Eso sí, reconoció que “en la actualidad, aunque nos enfrentamos a la carencia de un registro público que abarque de manera exhaustiva las empresas comprometidas con la adopción de un modelo de abastecimiento energético completamente renovable, es crucial resaltar el notable progreso que muchas compañías están logrando en este sentido. Este compromiso se materializa a través de la formalización de contratos que aseguran el suministro exclusivo de energía proveniente de fuentes renovables y limpias”.
“Es imprescindible destacar estos esfuerzos y logros en la transición hacia un sistema energético más sostenible y equitativo para las generaciones presentes y futuras”, enfatizó Espinoza.