Normativa, cuyo reglamento está actualmente en elaboración, representa un gran avance en términos de sustentabilidad, pero plantea importantes desafíos a la industria gastronómica.
En menos de una semana, cierra la consulta ciudadana sobre el texto del reglamento que orientará la implementación de la Ley 21.368 que limita la entrega de productos de un solo uso y fomenta la reutilización de los plásticos y la certificación de los productos reciclados de ese material, impactando directamente en la operación de los negocios del rubro gastronómico, pero es destacada por expertos en economía circular y sustentabilidad.
Es el caso del director de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) Álex Berg Gebert, quien consideró importante que el Estado regule el uso de plásticos fósiles de un solo uso, pues su cuota de reciclaje es extremadamente baja en la actualidad en Chile y su degradabilidad natural es nula. “Consecuentemente, estos materiales permanecen por cientos de años en la naturaleza, en el mejor de los casos confinados en rellenos sanitarios, pero frecuentemente también, distribuidos por doquier. El costo asociado a la recolección, la disposición y una posible dispersión de micropartículas plásticas lo paga actualmente la sociedad; es decir, todos los ciudadanos”, precisó.
El ingeniero químico de la U. de Concepción, explicó que “los plásticos son materiales nobles, de amplia versatilidad de uso y de bajo costo, pero deben tener cabida en aplicaciones que tengan sentido, no sólo económico, sino también ambiental. Para usos por periodos de tiempo cortos, por ejemplo, en empaques, debemos buscar materiales alternativos; por ejemplo, macro, micro y nanofibras de celulosa o bioplásticos compostables”.
Y respecto de los desafíos más inmediatos para el país en términos de sostenibilidad el Doctor en Ciencias Naturales (Universität Hamburg, Alemania) explicó que “el camino hacia una economía circular tiene implícitos desafíos en muchos ámbitos. Junto a la aplicación de tecnología adecuada a cada realidad geográfica e industrial, es indispensable una participación activa de la población. Nosotros, los ciudadanos, debemos ejercer presión sobre las autoridades políticas y las empresas, para que la generación de basura sea mínima y aquellos residuos que generemos, puedan reutilizarse”.
Alex Berg, director de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT)
VISIÓN DEL SECTOR
Tomás Acuña Medina integra la directiva de la asociación gremial Barrio Gastronómico Plaza Perú en Concepción. Comenta que la nueva norma impone importantes desafíos. “Primero, individualmente, como negocios, nos vemos enfrentados a una nueva exigencia que no es sencilla, es bastante compleja para algunos de nuestros procesos, en particular para aquellos que tienen que ver con el take away, con el delivery, y estimamos que van a significar un aumento de costos de algunos de nuestros productos, costos que, como está la industria hoy día es difícil trasladar al cliente final”.
Una visión similar tiene el presidente de la Asociación de Gastronomía de Chile, Achiga, Máximo Picallo Cerda quien comentó que “la mal llamada ley de plástico de un solo uso prohíbe todos los elementos de un solo uso, no solo plástico, sino que otros elementos, por ejemplo de madera, biodegradables, compostables, papel, cartón, lo que finalmente significa un cambio muy profundo para los asociados, en algunos casos, un cambio imposible de llevar, porque esta ley obliga a que todos los elementos que se usan en un restaurante sean lavables y no todos los locales tienen la capacidad de poner un equipo de lavavajillas que requiere extracción de aire, corrientes trifásicas e instalación de agua y alcantarillado y, por tanto, “obliga a algunos restaurantes a tomar la decisión de dedicarse solo al delivery”.
Acuña explica que sus asociados se han preparado, “sólo revisando la normativa vigente y creemos que no ha habido la difusión suficiente, no ha habido información suficiente, no hemos participado de ningún proceso de consulta ciudadana en relación a la elaboración del reglamento y tampoco se nos ha informado sobre las nuevas exigencias que establece la normativa”.
“Nos sentimos un poco abandonados”, enfatiza, “y creemos que desde el rol que debieran tener algunos estamentos institucionales, en el sentido de tratar de colaborar en la educación y en la comprensión de las nuevas normativas que significan cambios importantes en los procedimientos de trabajo” y señaló que otra medida que podría implementarse podría ser un “apoyo económico paliativo para el proceso de transición, considerando que nosotros nos hacemos cargo del proceso, pero hay un participante esencial que es el proveedor de este tipo de artículos y ellos tampoco tienen muy mucha información, no tienen muy ‘clara la película'”.
Máximo Picallo, presidente de la Asociación de Gastronomía de Chile, Achiga
OPORTUNIDADES DE MEJORA
En la misma línea, Picallo, enfatiza que “ésta es una ley que surgió en el momento en que estaban los restaurantes cerrados por la pandemia” y que el Ministerio de Medio Ambiente no ha hecho ninguna campaña comunicacional para informar cómo es la ley, nosotros como gremio lo hemos hecho. Sin embargo, también hemos dicho que estamos empeñados en tratar de mejorar esta ley para poder permitir todos estos elementos compostables o biodegradables y que, además, se ha demostrado internacionalmente que los elementos reutilizables no necesariamente son mejores para el medio ambiente”.
“Estamos totalmente de acuerdo en eliminar el plástico”, enfatizó el líder de Achiga, “pero no en eliminar muchos elementos que son amigables con el medio ambiente” y agregó otro elemento de análisis: “Dada la escasez hídrica de nuestro país, si la ley se implementa como está va a causar un tremendo daño”, lo que se ve agravado , en su visión por el atraso del Ejecutivo, ya que sostiene que el MMA “tenía que tener dictado el reglamento de esta ley en febrero del año pasado y a la fecha recién está en consulta. Nos parece de toda lógica que, a lo menos, se retrase la implementación de esta ley”.
