Economía chilena logra magro crecimiento en 2023. A pesar del alza de 0,2% de crecimiento del 2023 informada por el Central, la demanda interna retrocedió 4,2%, afectada principalmente por el consumo privado que se contrajo 5,2% y la inversión que cayó 1,1%.
Este lunes el Banco Central de Chile publicó las “Cuentas Nacionales de Chile: Evolución de la actividad económica cuarto trimestre 2023”. El dato representa el cierre anual del 2023, confirmando que el Producto Interno Bruto (PIB) de 2023 subió 0,2%, superando las expectativas que habían tras conocerse el Imacec de diciembre (-0,2%). Pese a esta alza, que el gobierno celebró, la demanda interna retrocedió 4,2%, afectada principalmente por el consumo privado que se contrajo 5,2% y la inversión que cayó 1,1% el año recién pasado.
“Hay que interpretar con cuidado este 0,2%”, dijo Cristián Echeverría Ph. D. en Economía, University of California, Berkeley y docente investigador del Centro de Investigacion de Empresa y Sociedad (CIES), de la Universidad del Desarrollo.
Para el economista, estamos todavía en la vecindad de decir que la economía estuvo estancada en 2023 en comparación con 2022 y prácticamente no creció.
“Dado que hay un crecimiento de la fuerza de trabajo y la población, podemos sostener que el ingreso per cápita de la población en 2023 cayó. Es decir, las personas se empobrecieron y una de las razones de esto no es solo la desaceleración de la actividad económica, sino también la contracción del consumo y del componente gasto e inversión. Esos dos componentes son prácticamente el 90% de la demanda agregada total y con el consumo fuertemente afectado por el deterioro de las remuneraciones y los ingresos de los hogares como resultado de la espiral inflacionaria que vivimos entre 2022 y 2023”, detalló.
Ahonda en que lo anterior “afectó y mermó la capacidad de compra, la capacidad de gasto y de mantener el estándar de vida de los hogares, lo cual se corrobora con las cifras conocidas ayer, de que el consumo es la variable que probablemente más se contrajo durante el año que terminó. La demanda interna, donde el grueso es el consumo, cayó en todo el año poco más de 4,0%”, precisó Echeverría.
Efectivamente, la demanda interna retrocedió 4,2% incidida, principalmente, por una contracción en el consumo de los hogares que disminuyó 5,2%, reflejo de una caída en el gasto en bienes no durables y, en menor medida, durables. En cambio, el gasto en servicios aumentó.
DECEPCIONANTE
Al conocerse las cifras y a través de una declaración pública, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes, calificó de «decepcionante» el leve crecimiento de 0,2% que registró el PIB, un registro mayor a la caída preliminar de 0,2% estimada en diciembre, por lo mismo, la cifra fue destacada por el Gobierno. Sin embargo, el líder del gran empresariado no ve motivos para celebrar.
“El haber esquivado la caída no es motivo para celebrar, porque el problema de bajo crecimiento afecta directamente la calidad de vida de las personas. El crecimiento en la última década fue de 1,9% y si no hacemos nada, las expectativas para adelante no son auspiciosas», subrayó. Además, enfatizó en que lo más preocupante ocurre con la inversión”, dijo Mewes.
«La caída de 5,3% de la inversión el año 2023 muestra que lejos de resolverse el déficit que tenemos en esta materia, se ha ido profundizando», recalcó.
«Creemos que la situación económica amerita un diseño de políticas públicas que revierta el estancamiento y pérdida de poder adquisitivo de las familias. Creemos que las reformas en curso -como la tributaria, los cambios al sistema de evaluación de impacto ambiental y la reforma de pensiones- deben replantearse teniendo como eje un mayor crecimiento que permita crear más empleos y mejorar los sueldos de los chilenos», sentenció el líder de la CPC.
2024: RAZONABLEMENTE MODERADO
Finalmente, Cristián Echeverría, el Master of Arts in Economics, Georgetown University, proyectó que este 2024 será un año de un crecimiento económico razonablemente moderado, cercano a su potencial dadas las restricciones internas e internacionales.
“Tenemos una economía mundial que está todavía con turbulencias, perturbaciones y con efectos acumulados, resabios de la pandemia, países endeudados, empresas endeudadas y hogares endeudados que por lo tanto tienen menor capacidad de gasto, de consumo y expansión de su actividad económica y eso nos va a durar todavía un tiempo, ese efecto como de freno, y adicionalmente algo de los efectos de la guerra de Rusia sobre Ucrania en el mercado de los alimentos y energía si bien el grueso de los efectos iniciales se han disipado, todavía algo de eso sigue influyendo en el crecimiento mundial”, señaló.
Afortunadamente, indicó Echeverría, nuestros principales socios comerciales tienen proyecciones de crecimiento por sobre el 3,0% y eso es bueno para nuestro comercio exterior. “Este año, probablemente vamos a tener una economía un poco más activa, va a notarse respecto del año pasado, pero no va a ser un año floreciente de crecimiento boyante, no, en ningún caso”.